La Constitución del 91 definió la vida de los milenials, y de los colombianos, a muchos niveles. Es una carta social, que sentó las bases para las causas que hoy mueven a la sociedad.
Pero el mundo sigue cambiando, y a pasos agigantados. Hablamos ahora del uso de la inteligencia artificial, de cómo puede afectar el genoma humano, la alimentación, e incluso la política. También hablamos de un mundo en que las personas le dan una creciente importancia a la identidad personal, y de un mundo que debe adaptarse al cambio climático.
¿Está preparada la Constitución del 91 para enfrentar estos cambios?