El martes después de la primera vuelta presidencial, le pegaron una hoja al espaldar de la silla del representante liberal Édgar ‘el Pote’ Gómez en la plenaria de la Cámara. Decía “Te queremos Pote, te queremos”, y estaba firmada por varios de sus compañeros.
Emulaba una proposición de esas que se usan en el Congreso para pedir modificaciones a proyectos de ley. Entre más personas la firmen, más respaldo tiene.
Esa “proposición” se daba justo el día en el que 'el Pote' acababa de pasar de ser el hazmerreír de sus compañeros por apoyar a Rodolfo Hernández en primera vuelta, al más buscado entre los congresistas que se quedaron sin candidato para la segunda vuelta.
Su asiento fue el punto de encuentro obligado. Lo saludaron, lo felicitaron, lo abrazaron, comentaron el acierto electoral y lo empezaron a buscar como puente para acercarse a Hernández.
'El Pote' Gómez lleva 16 años en el Congreso, incluso fue presidente de la Cámara, pero no había sido tan popular entre sus compañeros como ahora.
“Si alguien quiere buscar un acercamiento con Rodolfo, ‘el Pote’ recibe mensajes y los lleva”, le contó a La Silla un congresista conservador que pidió no ser citado para darnos detalles.
“Da un parte de tranquilidad, dice que Rodolfo no es tan alejado de los políticos como muestra en la campaña y que la prueba de que eso es así, es él mismo”, aseguró un congresista liberal que habló bajo la misma condición.
Rodolfo Hernández y ‘el Pote’ Gómez son amigos desde hace 40 años y ahora esa amistad se ha convertido en una suerte de bisagra para el día en que se tenga que abrir una puerta entre los políticos tradicionales y el candidato presidencial. Que, por ahora, sigue cerrada.
‘El Pote’ tapado
‘El Pote’ ha pasado de agache en la campaña de Rodolfo Hernández, pero los políticos saben que está ahí.
No tiene cargo formal ni funciones asignadas, no va a la sede, no asiste a eventos oficiales, no aparece en las fotos y tampoco está en las reuniones de campaña.
Pero no es un fantasma. Sí es visto ocasionalmente con Rodolfo Hernández, hablan por teléfono, el candidato le pide información y lo escucha.
Eso lo saben en el Congreso porque el mismo Gómez lo ha contado y algunos congresistas lo han visto directamente. De ahí su cotizada en la segunda vuelta.
Los diez congresistas que hablaron con La Silla para esta historia coincidieron en que lo buscan para decir que quieren apoyar a Hernández, para enviarle el mensaje de que están con él, para saber qué tienen que hacer para sumarse a esa campaña, para buscar un puente con empresarios.
Cinco de esas fuentes nos describieron 'al Pote' como un articulador entre la campaña de Rodolfo Hernández y el Congreso.
“Rodolfo Hernández y él son amigos desde hace mucho tiempo y eso es conocido en el Congreso”, le dijo a La Silla el representante Alfredo Deluque de La U.
“Tengo entendido que es como un enlace”, explicó el senador liberal Lidio García.
“Cuando le preguntan qué hacer para apoyar a Hernández, el Pote dice que ayuden con lo que puedan porque no hay organizadores, ni coordinadores ni responsables. Entonces el mensaje es ‘haga su tarea, dígale a sus amigos que voten por él’”, contó Juan Pablo Celis, representante del Centro Democrático.
“Muchos creen que es bueno que el Pote sepa quiénes se le sumaron”, aseguró un senador liberal que accedió a hablar a cambio de no ser citado.
Al ‘Pote’ también lo consultan para preguntar cómo les iría en un eventual gobierno de Hernández.
“Él dice que el viejo sabe hablar español, que conoce cómo funciona la política y que en un eventual gobierno sí es posible acercarse a él”, aseguró un congresista que no quiso ser nombrado para no meterse en problemas si Hernández llega a la Presidencia.
‘El Pote’ ha consultado con congresistas las movidas internas de los partidos. Por ejemplo, un senador conservador y uno liberal (solo se reunió la bancada de congresistas electos para definir el apoyo presidencial) le dijeron a La Silla, por aparte, que Gómez estuvo pendiente de las decisiones internas tras la quemada de Federico Gutiérrez en primera vuelta.
Ambos dejaron a sus militantes en libertad y muchos han cantado su apoyo por Rodolfo individualmente, pero que ‘el Pote’ estuviera pendiente les parece “diciente”. Según le contaron a La Silla dos miembros de la campaña, el candidato presidencial y el congresista se hablan frecuentemente.
“Rodolfo suele hacer una ronda de llamadas a gente que es cercana, entre esos está el Pote. Saluda diciendo ‘¿cómo va la politiquería?’ y pide que le cuenten lo que está pasando”, dijo una de esas personas. “Es un canal de información”.
En todo caso, todas las fuentes aseguraron que ‘el Pote’ no está ofreciendo eventuales beneficios por apoyar a Hernández, ni haciendo componendas.
El estratega de Hernández, Ángel Becassino, también le dijo a La Silla que sabía que Gómez era amigo del candidato presidencial, dijo que lo había visto “un par de veces” con el candidato, pero reiteró que no tiene papel en la campaña.
Sin embargo, lo que ha mostrado la historia del ‘Pote’ y Hernández, es que el congresista es más que un simple razonero para el candidato presidencial.
La amistad
Édgar Gómez es amigo de Hernández desde hace 42 años. Se conocieron en el 80, cuando el Pote estudiaba derecho en la Universidad Santo Tomás en Bucaramanga.
‘El Pote’ jugaba fútbol y Hernández, quien para entonces ya era un constructor con proyección, también. Terminaron jugando juntos porque conocían al esposo de una de las cuñadas del candidato presidencial, quien fue el que los presentó.
Así estrecharon relaciones. En ese mismo espacio Hernández también se conoció con Mario Camacho Prada, quien desde entonces era amigo del ‘Pote’ y estudiaba con él en la universidad.
Mientras Hernández crecía como constructor, Camacho y ‘el Pote’ despegaron en política, pero sus carreras no fueron tan prominentes como la del ahora candidato presidencial.
Camacho llegó a ser gobernador de Santander y terminó condenado por un lío de corrupción en su administración, posteriormente pasó a ser conocido en el Santander político por tener injerencia en la contratación del Icbf en Santander.
‘El Pote’ estuvo en varios partidos, entre esos Convergencia Ciudadana (del parapolítico Luis Alberto ‘el Tuerto’ Gil), y es conocido por ser un político clientelista, que desde 2011 maneja políticamente el Icbf en Santander. Incluso, Vanguardia denunció que usaba esa entidad para hacer campaña. El episodio de usar el Icbf para hacer campaña se repitió este año con la lista a la Cámara de la Liga Anticorrupción encabezada la ficha de su grupo político en Santander.
Aunque en la Alcaldía Rodolfo Hernández marcó distancia con la clase política local, ‘el Pote’ se mantuvo cercano a su administración.
Por ejemplo, en La Silla contamos que fue de los pocos congresistas locales con los que se reunió siendo Alcalde, el Pote medió para que Hernández se sentara con el entonces presidente Juan Manuel Santos (a quien le había hecho varios desplantes en visitas a Bucaramanga), y se sentaron juntos en un evento para la firma de un convenio para la instalación de cámaras de seguridad en Bucaramanga. Pero ni él ni ningún otro político tuvo participación burocrática en su Alcaldía.
En la campaña para las legislativas de este año, el Pote también tuvo puesto preferencial en el movimiento de Rodolfo Hernández: la Liga de Gobernantes Anticorrupción.
Después de cuatro periodos en el Congreso decidió no aspirar a la reelección, pero su grupo político, que está integrado por él y Camacho, sí tuvieron candidata.
Como contamos, se quedaron con el primer lugar en la lista cerrada a la Cámara de la Liga y eligieron a Érika Tatiana Sánchez, quien ha sido coordinadora en una de las fundaciones que contratan con el Icbf y que están ligadas a Camacho y trabajó con el clan Tavera en la campaña a la Alcaldía de Bucaramanga en 2019. Durante la campaña legislativa una de las sedes de la Liga fue una casa en la que ‘el Pote’ y Camacho hicieron política por varios años.
Para tener ese puesto la candidata debía poner 400 millones de pesos para los gastos de campaña y ella reconoció que había puesto la plata con un préstamo. Ese préstamo, según una de las fuentes que la respaldó, se hizo con la garantía de la reposición de votos.
“Esa era una curul segura en Santander. Entonces era una inversión redonda”, explicó ese político de Santander.
Camacho tiene una encuestadora llamada Proyectos Industriales y Empresariales SAS y le hace las mediciones a Rodolfo Hernández. Según explicó a La Silla, se las regala porque Hernández es su amigo y, en todo caso, el candidato le dijo que no iba a pagar encuestas.
Camacho es conocido, sobre todo, por ser estratega político en Santander y así como ‘el Pote’ habla regularmente con el candidato presidencial.
Una fuente que tiene acceso a información interna de la campaña, aseguró que ‘el Pote’ fue el que sugirió al empresario del golf, Germán Calle, para que ayudara a Hernández con las relaciones públicas.
“Rodolfo dijo: ‘oigan ustedes conocen, preséntenme a la gente’. El Pote conocía a Calle porque su hijo es golfista profesional y lo sugirió”, aseguró esa fuente.
Como contamos, Calle se volvió un relacionista público de Hernández en la primera parte de la campaña, le organizó almuerzos con empresarios y personas que eventualmente podrían conocerlo.
Calle no negó su relación con el hijo del ‘Pote’ Gómez, pero aseguró que su apoyo a Hernández nace de que su papá es ingeniero como Rodolfo Hernández y “se conocen desde que trabajaban en caminos vecinales”. También reiteró que Hernández es su padrino de matrimonio y “soy amigo de él”.
Rodolfo Hernández ha mantenido la línea de no reunirse con políticos tradicionales en campaña, pero con el proceso en su contra por corrupción en manos de la Cámara de Representantes, sus relaciones con el Congreso serán importantes en su gobierno.
Lo que representa ‘el Pote’ como amigo de Hernández es que tiene a alguien cercano que conoce al dedal el tejemaneje del Congreso. Es el cordón umbilical que más temprano que tarde Hernández necesitaría en el Congreso si es elegido Presidente.