La reforma de salud a cuidados intensivos tras el portazo de Gaviria

La reforma de salud a cuidados intensivos tras el portazo de Gaviria
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La reforma a la salud del gobierno de Gustavo Petro vive, pero con respiradores artificiales. Dilian Francisca Toro, presidenta del Partido de la U y Efraín Cepeda, presidente del Partido Conservador, son esos soportes para el proyecto después de que el expresidente César Gaviria le quitara el apoyo.

El papel que jugarán las EPS en el nuevo modelo de salud y la politización de los llamados fondos regionales que administrarían los recursos, siguen siendo las líneas rojas -o azules en el caso del conservatismo- de los partidos tradicionales para respaldar el proyecto de la ministra Carolina Corcho.

De momento, los números le siguen dando al gobierno para sacar adelante la reforma en la Comisión Séptima de Cámara después de semana santa, pero cualquier voto que se escape a última hora puede ser determinante para sepultar el proyecto.

La rebelión liberal

El primer campanazo de que Gaviria se bajaría de la reforma de Petro llegó cuando el expresidente filtró la noticia de que él no respaldaría la propuesta del gobierno y que presentaría su propia iniciativa, algo que tomó por sorpresa a los congresistas liberales que no estaban enterados.

El jefe del liberalismo cuestionó que en la reforma aún no quede clara la participación de los privados ni la libre elección de los ciudadanos, como contamos en este trino. Gaviria seguía responsabilizando a la ministra Corcho y a su equipo de mantener en el borrador de la ponencia los puntos que ya habían pedido retirar.

A pesar de que la posición de Gaviria es concluyente contra la reforma que está construyendo el gobierno, el antecedente de lo ocurrido con la tributaria deja ver el poder del gobierno en estos casos. En ese momento, la mayoría de los congresistas liberales le dieron su voto positivo a pesar de los reparos del expresidente.

El rechazo que le da el jefe de los liberales al proyecto del gobierno llega en momentos en que a través de la cuenta de Twitter de su partido han desmentido en varias ocasiones la versión de que María Paz Gaviria, hija del expresidente, iba a hacer parte del gabinete del presidente Petro como ministra de Cultura, como parte de una transacción del respaldo legislativo de Gaviria.

Petro, ya sin el apoyo del jefe liberal, trató de quitarle importancia a ese nuevo traspié político y volvió a sugerir la necesidad de aprobar sus reformas a través del apoyo popular. Desde Villavicencio aseguró: “Los cambios no van a llegar si Petro se sienta en un salón frío y dorado del Palacio de Nariño a hablar con César Gaviria. Por ahí no van a llegar los cambios. Los cambios van a llegar si la sociedad se mueve”.

La valorización de Dilian y ‘Fincho’

La pérdida, en el papel, del apoyo de los 13 senadores y 33 representantes liberales, implica que el gobierno se tiene que aferrar al respaldo de los congresistas de los partidos de La U y Conservador.

Por lo menos en el caso de La U hubo una demostración reciente de respaldo irrestricto al gobierno. Ocurrió hace una semana cuando apoyaron a la ministra Irene Vélez en el debate de moción de censura, como contamos acá.

Su presidenta, Dilian Francisca Toro, respondió que “respetará lo acordado en la reunión con el presidente”, aunque advirtió que esperaría el documento final de la reforma que entregue el gobierno esta semana.

En el Partido Conservador se mantiene el apoyo a la reforma, aunque sus voceros insisten en que hay dudas sobre la redacción del borrador, sobre todo lo relacionado con los dineros que administrarán las EPS.

En el texto entregado por el equipo de la ministra Corcho se limita “hasta un 5%” los recursos para las entidades que reemplacen a las EPS, aunque los partidos tradicionales pedían que les dieran un 3% más a las que garantizaran buena calidad y gestión.

Si el gobierno quiere pasar la reforma que entrará en su etapa definitiva después de semana santa, deberá incluir este punto más la eliminación de los fondos regionales que originalmente quería la ministra Corcho. En riesgo están los 27 representantes y 15 senadores conservadores, más los 16 representantes y 10 senadores de La U, que sin los liberales en la discusión hoy ven que su voto vale mucho más.

El 99% no basta, ahora al gobierno le toca hacer cuentas

Aunque el ministro Alfonso Prada había enviado el mensaje de que el acuerdo sobre la reforma a la salud había pasado de un 95 a un 99% del articulado, lo cierto es que ese porcentaje se queda en nada si no hay acuerdo en los puntos sensibles para conservadores y La U, que aún pueden tomar el camino de César Gaviria.

En este trino contamos cómo están los votos para el gobierno en las comisiones y plenarias por donde el gobierno deberá pasar esta ley ordinaria.

Del nuevo borrador de ponencia que entregue antes del viernes el equipo de la ministra Carolina Corcho dependerá que esos apoyos tan ajustados se mantengan o que se inclinen hacia el bloque de la oposición, que también empieza a hacer cuentas para el hundimiento de la primera gran reforma social que presentó el presidente Petro. Está sobre la mesa el fantasma de que pase lo mismo que con la reforma política.
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