El anuncio realizado ayer por las Farc de proscribir el secuestro es una excelente noticia que venía cocinando la guerrilla desde antes de la muerte de ‘Cano’ y que forma parte de la estrategia política que se ha trazado ‘Timochenko’ para lograr una interlocución con el presidente Santos y con la sociedad. Pero, paralelamente, está la realidad militar que podría entorpecer ese propósito. En esto están las Farc hoy en día.

El anuncio realizado ayer por las Farc de proscribir el secuestro es una excelente noticia que venía cocinando la guerrilla desde antes de la muerte de ‘Cano’ y que forma parte de la estrategia política que se ha trazado ‘Timochenko’ para lograr una interlocución con el presidente Santos y con la sociedad. Pero, paralelamente, está la realidad militar que podría entorpecer ese propósito. En esto están las Farc hoy en día.

Antes de que las Fuerzas Militares lo dieran de baja, ‘Alfonso Cano’ le había planteado al ‘Mono Jojoy’ acabar con el secuestro como su gran propuesta política y había conseguido que éste la aceptara antes de morir también en un bombardeo del Ejército.

La propuesta consistía en varios pasos: hacer el listado de secuestrados vivos y muertos aún en su poder; liberar a todos los secuestrados; suspender los secuestros y finalmente proscribir el secuestro como arma de guerra, que fue lo que anunciaron ayer. Y, por último, entregar las coordenadas de las fosas donde enterraron secuestrados que murieron en cautiverio.

Tanto el grupo liderado por Piedad Córdoba de Colombianas y Colombianos por la Paz como la organización holandesa Pax Christi llevaban años insistiéndoles a las Farc que acabar con el secuestro era un paso indispensable para abrir un espacio –así fuera pequeño– para comenzar a hablar de un proceso de paz.

En estas conversaciones también se ha planteado la posibilidad de un desminado humanitario para ubicar los lugares donde han sembrado minas y que solo en lo que va del año ha dejado heridos a 33 niños, como lo contó La Silla Vacía; y suspender el reclutamiento de menores. Pero de esos dos puntos las Farc se han negado a hablar.

Sin embargo, finalmente accedieron a lo del secuestro. Y aunque ‘Cano’ nunca pudo anunciar su propuesta política, ‘Timochenko’ se comprometió con ella y ayer la divulgó el Secretariado en pleno, en el primer comunicado conjunto desde hace mucho tiempo. Además de anunciar la liberación de los diez oficiales secuestrados que están en su poder hace casi una década, las Farc anunciaron el fin de ese crimen como arma de guerra:

“Mucho se ha hablado acerca de las retenciones de personas, hombres o mujeres de la población civil, que con fines financieros efectuamos las FARC a objeto de sostener nuestra lucha. Con la misma voluntad indicada arriba, anunciamos también que a partir de la fecha proscribimos la práctica de ellas en nuestra actuación revolucionaria. La parte pertinente de la ley 002 expedida por nuestro Pleno de Estado Mayor del año 2000 queda por consiguiente derogada. Es hora de que se comience a aclarar quiénes y con qué propósitos secuestran hoy en Colombia”, dice el comunicado firmado el domingo.

Inmediatamente, el presidente Juan Manuel Santos respondió por twitter: “Valoramos el anuncio de las Farc de renunciar al secuestro como un paso importante y necesario pero no suficiente en la dirección correcta”, sostuvo.

Aunque las Farc habían disminuido de manera considerable la práctica del secuestro después de la ofensiva de ocho años del gobierno de Uribe y ahora la desconfianza impera, esta es la primera vez en mucho tiempo que la guerrilla toma la iniciativa a favor de los civiles.

Ojalá el Gobierno no desprecie este gesto político y lo responda con otro, por ejemplo, el de la situación humanitaria de los guerrilleros presos. Pero tampoco se puede esperar que este anuncio signifique que las acciones ofensivas de las Farc vayan a cesar. De hecho, lo más seguro es que se intensifiquen.

Acciones militares

En el mismo comunicado, las Farc plantean que la intensificación de la acción militar por parte del Ejército “traerá consigo más muerte y destrucción, más heridas, más prisioneros de guerra de ambas partes, más civiles encarcelados injustamente. Y la necesidad de recurrir a otras formas de financiación o presión política por parte nuestra. Es hora de que el régimen piense seriamente en una salida distinta, que empiece al menos por un acuerdo de regularización de la confrontación y de liberación de prisioneros políticos”.

Según contó a La Silla Vacía una fuente que ha hablado recientemente con miembros de las Farc, actualmente ‘Timochenko’ enfrenta dos problemas personales: por un lado, ‘Iván Márquez‘, su segundo a bordo y quien el Gobierno cree que sería el mejor interlocutor en una negociación de paz, ha cuestionado varias de sus decisiones.

Y por otro, ‘Catatumbo’, uno de los miembros influyentes del Secretariado y quien era el más cercano a ‘Cano’, se le está saliendo del redil y ha iniciado una estrategia militar propia basada en el uso del terrorismo como forma de mantener la iniciativa en Cauca y en el Pacífico. Considera que si en Iraq lograron sacar a los militares gringos a punta de bombazos, aquí también funcionaría la misma estrategia.

Como lo anotó el último informe de la Corporación Arco Iris, aunque la mayoría de las acciones de la guerrilla siguen siendo defensivas, han crecido las operaciones ofensivas como minar territorios más allá de los lugares donde permanecen y utilizar los ‘carros bomba’ para producir terror en cascos urbanos como Miranda en el Cauca y Tumaco en Nariño. También en carreteras.

Catatumbo está convencido de que las Farc podrían volver a la ‘guerra de posiciones’ en el Cauca, y su ataque en Caloto sería un ejemplo de ello.

Al comparar las acciones militares de las Farc durante el 2011 con los tres años anteriores, Arco Iris encuentra que por primera vez, las Farc utilizaron ‘carros bomba’ como una táctica militar. “Durante el año 2011 se presentaron 22 acciones militares de dicho tipo, mientras que en años anteriores se habían visto esporádicamente. Sin embargo, la tendencia en 2012 indica que será una práctica cada vez más común”, advierte el informe escrito por Ariel Ávila.

El informe de Arco Iris dice que en lo que va corrido del año las Farc desataron una oleada de terror y llegaron a la cifra de 156 acciones solo en enero de 2012. Y que por tercer año consecutivo, la guerrilla aumentó sus acciones en más del 10 por ciento, causandole a la Fuerza Pública 2.235 bajas entre muertos y heridos.

“Las FARC acosadas por el fantasma de la debacle dieron un viraje y disolvieron la guerrilla en pequeñas unidades, se sacudieron de la disputa por el territorio y echaron mano de los explosivos, las armas artesanales y el hostigamiento intensivo a la infantería del Ejército”, dice Arco Iris, y además, se aliaron con el ELN en el Catatumbo, en el Cauca y Nariño.

La descoordinación interna

Lo paradójico es que la guerrilla ha logrado aumentar su letalidad frente a las Fuerzas Militares a pesar de atravesar uno de sus peores momentos como organización.

Según supo La Silla Vacía, las Farc enfrentan actualmente varios problemas militares.

Para comenzar, el Estado Mayor Central, que es el máximo órgano de dirección conformado por 27 miembros, la última vez que se pudo reunir fue antes de la muerte de Jojoy en septiembre de 2010 y por lo tanto no han podido resolver problemas básicos de continuidad militar; no han podido nombrar los comandantes de los bloques que se quedaron sin jefe como el Iván Ríos en Urabá o el Comando Conjunto Central que tiene como comandante provisional a ‘Eric’, después de que el Ejército dio de baja a alias ‘Jerónimo’; y tampoco elegir nuevos ‘relevantes’ para el Secretariado. Si el Ejército mata a un nuevo miembro del Secretariado, se quedarían con seis miembros.

Estos problemas de coordinación y de comunicación, han hecho que las Farc estén cada vez más federalizadas y que cada frente esté más al vaivén de su comandante. Por eso, lo más sorprendente del anuncio de ayer es que lo haya firmado todo el Secretariado.

Las Farc también han perdido la ‘unidad de caja’ o la centralización financiera que tenían, según la cual antes cada frente le daba plata a los bloques y cada bloque le cedía al Secretariado un porcentaje de sus ‘ingresos’. Ahora, por los mismos problemas de comunicación, cada bloque maneja de manera autónoma sus finanzas. Esto ha generado disputas por plata ya que algunos bloques como el de Iván Márquez, en el Perijá, y el de ‘Timochenko’, en el Catatumbo, estén pidiendo a los que tienen más plata que los subsidien.

Los más boyantes son el bloque Iván Ríos, en el Urabá, que tiene ingresos por coca y por extorsión a la minería (en Sipí y Nóvita, decidieron cobrarle un ‘lucro cesante’ a los habitantes que dejaron de cultivar coca para dedicarse a la minería); y el del Sur, a cargo de Joaquín Gómez, que está abriendo el mercado de coca en Brasil después de haber perdido el monopolio de la venta al Cartel de Sinaloa, que ahora también compra en Perú.

Por eso el mayor desafío que enfrentan hoy las Farc como organización es lograr una dirección unificada y un mínimo de coordinación nacional, reconstruir las comunicaciones y fortalecer las finanzas.

Mientras tanto, siguen actuando en pequeñas unidades, que llaman ‘tríadas’, compuestas por un francotirador, uno de retaguardia y un campanero. Sus milicias bolivarianas les prestan un apoyo logístico y urbano a los frentes guerrilleros. Y a punta de minas y explosivos intentan mermar la acción del Ejército.

La estrategia del Ejército

Frente a esta nueva práctica militar, como lo contó Semana ayer, las Fuerzas Militares diseñaron una nueva estrategia basada en grupos élite más pequeños, apoyados en labores de inteligencia conjunta entre Polícía y Ejército y con objetivos diferentes.

Ya no buscan exclusivamente dar de baja a los jefes del Secretariado –que si bien es una estrategia muy exitosa políticamente, militarmente lo es menos por el carácter colegiado de las Farc– sino a los comandantes de frente y a los guerrilleros que manejan el narcotráfico y la plata.

Por ahora, el cambio de estrategia de las Fuerzas Armadas ha dado resultado. En operaciones que parecen muy distantes entre sí y con resultados que han pasado en gran medida desapercibidos, han logrado cerrar espacios fundamentales para las intenciones expansivas de las Farc y una eventual salida del bloque que acompaña a ‘Timochenko’ hacia Venezuela.

El mayor golpe del Ejército de este tipo fue la muerte de Wilson Correa Trujillo, alias ‘Eduardo Robayo’, jefe del frente 42, quien murió el jueves en un operativo militar en Vista Hermosa, Meta. Robayo, según el Ejército, llevaba 18 años en las Farc y fue quien planeó el secuestro del hoy gobernador del Meta, Alan Jara.

Antes de esta baja se habían dado otras operaciones significativas. Primero la captura de ‘Fabián Pitufo’, comandante del frente de las Farc ‘Raúl Eduardo Mahecha’, el 20 de enero cerca de Barrancabermeja.

El jueves, en la Operación ‘Aurora’ de la Policía en la zona de Payoa, del municipio de Sabana de Torres, en el Magdalena Medio santandereano, murió el comandante del Frente 20 de las Farc Danilo Zapata. A Zapata se le conocía con el alias de ‘Delio’ y fue comandante de los frentes 20, 23, 29 y 4. Estaba en la zona de Sabana de Torres desde hacía un par de meses y tenía a su cargo la seguridad de uno de sus maestros en las Farc: Pastor Alape, el comandante del Bloque Magdalena Medio cuyo nombre de pila es Félix Antonio Muñoz y quien pertenece al Estado Mayor Central del grupo subversivo.

Una semana antes, el 14 de febrero había muerto también en Sabana de Torres Guillermo Bolívar Córdoba, conocido como ‘Dímar’. Este guerrillero venía de La Macarena y era una de las piezas de las Farc para recuperar ese territorio que está en proceso de consolidación por parte del Estado. Además, jugaba un papel fundamental en la cadena del narcotráfico.

Los dos guerrilleros que murieron junto con sus grupos en los combates en el Magdalena Medio llegaron allí por orden directa de Timochenko, según la inteligencia militar.

Estas dos muertes son claves para la estrategia del Ejército que busca cerrar las salidas de las Farc hacia Venezuela. Sabana de Torres es el corredor estratégico que conecta al centro del país con Venezuela. Desde el nororiente de Sabana, a donde es muy fácil llegar desde Bucaramanga, Valledupar o Barrancabermeja, la guerrilla tradicionalmente ha salido hacia el municipio de La Esperanza, que es la entrada al Catatumbo y desde allí es muy fácil por el parque nacional salir hacia la frontera con Venezuela.

La inteligencia del Ejército no descarta la posibilidad de que ‘Timochenko’ esté pensando en refugiarse en esta zona del Magdalena Medio que conoce muy bien porque llegó a ser el máximo comandante de las Farc de ese bloque. Gracias a su liderazgo fue uno de los mayores epicentros de la Farc hace 20 años.

Sumado a esta operación exitosa del Ejército, la Fuerza Aérea y la Policía lograron otro éxito, esta vez en la zona del Darién, en el Chocó. En esa operación  murió alias ‘Mapanao’, un hombre fuerte del Frente 57 de las Farc en el Chocó. Según la información oficial de la Fuerza Aérea, fue el encargado de hacer la inteligencia y pasar toda la información del ataque terrorista contra Bojayá. Aunque no era jefe del frente, sí estaba encargado de los negocios de narcotráfico y extorsión.

Expertos consultados por La Silla Vacía consideran que esta nueva estrategia puede funcionar si el frente al que le matan el comandante está debilitado. Si no lo está, puede suceder lo que ocurrió cuando mataron a ‘Jojoy’. Su sucesor, el ‘Médico’, lo que hizo fue disolver los 800 hombres que formaban los anillos de seguridad del temible jefe y quedarse con una cuadrilla de 15 guerilleros no más. Los 785 restantes salieron a buscar su propia subsistencia a punta de extorsiones y atracos a buses. Y como lo contó La Silla, el éxito militar no trajo la paz a esta zona.

La estrategia de atacar a los guerrilleros que manejan la plata, que es parecida a la que utilizaron exitosamente los Pepes contra Pablo Escobar, puede ser aún más fructífera pero para ello –según fuentes de la Silla– es necesario también cortar los vínculos entre los guerrilleros y algunos políticos poderosos de la región con fuertes vínculos con el nivel nacional, que como en Caquetá, van de socios en los negocios de las Farc.

En este complejo escenario del conflicto, se abre con el anuncio de las Farc de proscribir el secuestro una pequeña ventana para ir aminorando el sufrimiento de los civiles víctimas de esta guerra. Pero el fin de la guerra aún está lejos.

Soy la directora, fundadora y dueña mayoritaria de La Silla Vacía. Estudié derecho en la Universidad de los Andes y realicé una maestría en periodismo en la Universidad de Columbia en Nueva York. Trabajé como periodista en The Wall Street Journal Americas, El Tiempo y Semana y lideré la creación...