En las listas del Pacto Histórico pesó más la política que la diversidad

En las listas del Pacto Histórico pesó más la política que la diversidad
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El miércoles el candidato Gustavo Petro respondió a varios cuestionamientos de los medios sobre las listas del Pacto Histórico, la coalición que lidera para el 2022. En la mañana le dijo a La W que “Petro no puso a nadie” en las listas. Fue su manera de desmarcarse de la candidatura de Sandra Villadiego, esposa del parapolítico Miguel Ángel Rangel, avalada como aspirante a la Cámara en Bolívar, que venía acercándose al Pacto desde octubre a través del senador Roy Barreras.

Al mediodía, Petro respondió a una noticia de La Silla Vacía en la que contamos que una de las precandidatas del Pacto, Francia Márquez, amagó con salirse de la coalición por su molestia con el orden de la lista cerrada al Senado. La respuesta de Petro a la publicación fue: “Sarta de mentiras”, pero no ofreció ninguna evidencia para desmentir su contenido, sustentado con pantallazos y fuentes de primera mano.

Los dos episodios hacen parte de una semana en la que el Pacto Histórico ha sido objeto de cuestionamientos internos por la prioridad que le dio en sus listas a sectores políticos, por encima de líderes sociales y movimientos de izquierda aliados con Petro hace varios años.

La mayoría de estos conflictos tienen que ver con la decisión de que las listas del Pacto sean cerradas. Es decir, se votará solo por el logo de la coalición y que los candidatos sean elegidos según su orden, hasta donde alcanzan los votos. Pero muchas de las promesas que se dieron para justificar el cierre de las listas no se cumplieron, como las consultas ciudadanas en los departamentos para elegir el orden de los candidatos que anunció Petro en agosto.

Estas son las siete claridades que dejó la publicación de las listas del Pacto Histórico.

1. Petro patina para explicar por qué firmó la candidatura de la esposa de un parapolítico

La mayor polémica por la conformación de las listas fue la inclusión como candidata a la Cámara en el departamento de Bolívar de Sandra Villadiego, esposa del excongresista condenado por parapolítica Miguel Ángel Rangel.

Este jueves la integrante del Pacto Histórico en Bolívar Adelina Covo dijo que Villadiego había renunciado a su candidatura, pero hasta el momento esta no se ha hecho efectiva.

La candidatura, que anticipó La Silla en octubre, fue descartada en ese momento por Gustavo Bolívar, cabeza de lista al Senado. “Para tranquilidad de los millones de seguidores del Pacto Histórico me aclaran, oficialmente, que las listas no tendrán parapolíticos ni familiares de parapolíticos”, publicó en Twitter el 27 de octubre

Pero Villadiego quedó en el puesto 4 de la lista abierta a la Cámara en Bolívar en el documento oficial radicado el lunes ante la Registraduría. Petro dio tres explicaciones sobre la lista de Bolívar, pero las tres son contradictorias.

Primero, el martes dijo en su cuenta que “en aquellos departamentos donde por sectarismo no se cerró la lista, poniendo en peligro las elecciones de mujeres al Congreso, he tomado la decisión de apoyar listas diferentes donde sí se garanticen derechos de la mujer”. Así, se desmarcó de la candidatura de Villadiego sin mencionarla. Según él, por el criterio de que no habían respetado la lista cerrada.

Pero esto es impreciso, porque el acuerdo general al que se refiere el comunicado de Petro decía explícitamente que “en las regiones, las listas se organizarán cerradas o en voto preferente”. Es decir, desde el principio fue una opción que en las regiones hubiera listas abiertas.

En segundo lugar, el argumento de que apoya las listas cerradas por las candidaturas de mujeres también tambalea por casos como el del Valle del Cauca. Allí no se respetó el orden intercalado entre hombres y mujeres en la lista y solo hay una mujer en los primeros siete puestos: Gloria Arizabaleta, cuya candidatura es impulsada por su exesposo Roy Barreras.

Finalmente, el miércoles Petro dijo en una entrevista con La W que no sabía de la candidatura de Villadiego. “Me estoy enterando por usted. En Bolívar hay una lista abierta, así que nada tiene que ver conmigo”. Pero la firma de Petro está en el documento oficial que avaló la candidatura de Villadiego el lunes, solo dos días antes de esa declaración a La W. Y cuando La Silla anticipó su candidatura, el hecho generó una conversación intensa en Twitter, con intervenciones del senador Bolívar e Iván Cepeda.

2. Gustavo Bolívar es una apuesta por los votos y la devoción a Petro

Hasta la madrugada del lunes, el día límite para inscribir las listas, seguía en disputa la cabeza de lista entre el senador Gustavo Bolívar y la representante María José Pizarro, ambos de la coalición Decentes que Petro lideró al Congreso en 2018.

“Fue una pelea de egos de meses entre los dos. En el caso de Bolívar no era tanto por estar de primero como por no quedar abajo de María José”, dijo una de las fuentes, que pidió no ser citada para hablar con mayor libertad.

Finalmente el pulso se resolvió en el colegio electoral, compuesto por dos voceros de cada partido del Pacto: Colombia Humana, el Polo Democrático, la Unión Patriótica, el partido ADA, y el Mais. Petro no hizo parte del colegio, pero sí fue consultado, según dijo uno de los miembros del colegio.

“Lo resolvimos el domingo a la hora del almuerzo. Una reunión con los voceros, se saca el lapicero y se hace la lista. A Petro se le consulta por teléfono, estaba en la costa celebrando el cumpleaños de su papá”, dijo la fuente que habló a condición de no ser citada para discutir las intimidades del proceso.

El criterio que terminó pesando a favor de Bolívar fue la votación de 2018, agregó la fuente. Bolívar tuvo 116.505 votos, mientras que Pizarro, en Cámara en Bogotá, obtuvo 77.800.

La elección de Bolívar como cabeza de lista, al ser cerrada, marca el tono de la campaña al Congreso. Bolívar fue el aliado de Petro más visible en el apoyo a la primera línea e hizo una campaña para conseguir recursos para equiparlos. Esto le costó, entre otras cosas, perder su puesto en la Mesa Directiva del Senado por una alianza de la bancada de gobierno para no dejarlo llegar.

Al optar por él, el Pacto Histórico hace una apuesta por la confrontación y por una figura muy cercana a Petro. Si bien tanto Pizarro como Bolívar son del círculo de confianza de Petro, el segundo ha sido efusivo en sus muestras de devoción. Lo ha descrito como “amigo, jefe, hermano”, y también lo ha comparado con la primavera.

3. El recién llegado Camilo Romero marca su territorio

El exgobernador de Nariño Camilo Romero fue el último precandidato presidencial en llegar al Pacto Histórico. Su adhesión oficializó una alianza entre el Pacto Histórico y un sector del Partido Verde que Petro buscó durante meses.

En parte por eso, Romero llegó poniendo condiciones sobre las listas. En el puesto 14 de la lista al Senado quedó su cuñada, Yuly Esmeralda Hernández, por encima de congresistas actuales como Wilson Arias, del Polo Democrático y César Pachón, del partido Mais.

Además, hubo un cambio de último minuto el lunes en la lista a la Cámara en Bogotá que benefició a otra candidata de Romero: María Fernanda Carrascal. Carrascal aparecía en el puesto 4, como la segunda mujer de la lista. Delante de ella estaba Támara Argote, del Polo Democrático, hija del concejal de ese partido, Álvaro Argote.

El nombre de Argote causó polémica dentro y fuera del Pacto, por su vínculo familiar con el concejal. Y según tres fuentes del Pacto Histórico, tampoco le gustó a Petro, pues Argote es uno de los concejales del Polo que está aliado con la alcaldesa de Bogotá Claudia López, a la que Petro le hace oposición.

Una fuente cercana a la campaña de Romero agregó que en la mañana del lunes reclamaron la fuerza de Camilo Romero y cuántos votos podía poner en Bogotá, y que así terminó por voltearse la lista.

Finalmente, Támara Argote quedó en el puesto cuatro y Carrascal en el dos.

4. Francia Márquez también marca territorio, pero tarde

Como contamos, la precandidata presidencial Francia Márquez quedó inconforme con el orden de las listas, pues sus candidatos quedaron en los puestos 27 y 30. El lunes en la mañana, advirtió que estaba considerando dejar el Pacto Histórico.

Esa misma noche Petro se reunió con ella, junto a Gustavo Bolívar y Alexander López, presidente del Polo, y acordaron otorgarle a Márquez un puesto alrededor del puesto 10 de la lista. Esto implicaría reordenar varios puestos por encima del puesto 10 y podría afectar a candidatos como Wilson Arias, César Pachón, entre otros.

Sin embargo, el acuerdo de palabra al que llegaron Márquez y Petro en la reunión del lunes tiene un obstáculo legal. Según la Ley 1475 de 2011, que establece las reglas para el funcionamiento de los procesos electorales, “la inscripción de candidatos a cargos y corporaciones de elección popular solo podrá ser modificada en casos de falta de aceptación de la candidatura o renuncia de la misma”.

Es decir, en la práctica mover la lista implicaría que todos los candidatos afectados renuncien a su puesto y se inscriban nuevamente en otro renglón. La otra opción es un cambio quirúrgico: que solo uno de los candidatos renuncie para cederle su puesto al candidato de Francia Márquez. En conclusión, la modificación del orden de la lista no está solo en manos de Petro y los líderes del Pacto, sino de los candidatos a los que moverían de puesto, y solo tienen un par de días para convencerlos.

5. El movimiento del alcalde Quintero entró con toda al Pacto

Las listas sellaron una alianza entre el Pacto Histórico y el movimiento Independientes, por el que Daniel Quintero llegó a la Alcaldía de Medellín. Si bien el mandatario local no puede participar en política, algunos de sus aliados tienen puestos claves en el Pacto Histórico.

Alejandro Toro, director de la fundación El futuro se parece a nosotros y aliado del alcalde, es la cabeza de la lista a la Cámara en Antioquia. Quedó allí por encima de la candidatura de la directora de orquesta Susana Boreal y de los candidatos del Polo Democrático, Luz María Múnera y Manuel García.

Además, uno de los aliados más cercanos al Alcalde, el exconcejal Álex Flórez, ocupa el puesto 11 en la lista al Senado. Es un puesto privilegiado, por encima de otros aliados de Petro como la excandidata presidencial Clara López y los congresistas Wilson Arias y César Pachón.

La posición favorable del movimiento del alcalde Quintero en la lista del Pacto refuerza acercamientos previos entre ambas fuerzas y marca una ruta por la que Petro buscará recortarle distancia a la derecha y al centro en Antioquia, luego de su derrota en esa región en 2018.

6. El Polo es el gran derrotado

El partido Polo Democrático una fuerza en el Congreso equivalente a Colombia Humana. El Polo tiene cuatro senadores y un representante a la Cámara, frente a tres senadores y dos representantes de Colombia Humana. Además, cuenta con figuras claves del antiuribismo, como el senador Iván Cepeda.

Pero esta igualdad no se reflejó en las listas. El Polo no quedó encabezando ninguna de las listas principales, ni a Senado, ni en los principales departamentos. Esto pese a que en algunos de estos departamentos el Polo tuvo más fuerza en las últimas elecciones que la coalición Decentes impulsada por Petro.

En el Valle, por ejemplo, el partido obtuvo 102.500 votos para el Senado, la mayor votación de partidos alternativos en el departamento, muy por encima de los 30.800 votos de la coalición de la Decencia.

Aun así, el Polo no ocupa ni el primer ni el segundo puesto en algunas de las listas claves: en Senado tiene el tercer puesto; en las Cámaras de Valle y Antioquia también, en Bogotá el cuarto. Solo en Atlántico tiene un segundo puesto, con Draisa María Rojas.

7. Hubo más promesas que puestos para los líderes sociales

El comunicado de agosto que anuncia las listas cerradas dijo que estas garantizarían “la representación de las mujeres y la juventud, de los pueblos afros, indígenas y campesinos”, así como del “liberalismo socialdemócrata, el empresariado, la gente trabajadora y la comunidad Lgbt”.

Pero esa propuesta de amplitud chocó con la prioridad que los partidos tuvieron sobre la conformación de las listas. Esto afectó candidaturas de movimientos sociales, por ejemplo, la del movimiento de Madres de Falsos Positivos (Mafapo), que esta semana reclamó que las “dejaron en visto” en su intención de tener un puesto en el Senado.

Jacqueline Castillo, candidata de Mafapo, dijo que en abril enviaron una carta al partido Mais para participar en la lista al Senado y solo recibieron respuesta hasta el día de inscripción de la lista, el pasado lunes, en una llamada en la que le dijeron que sí iba a estar en la lista, sin aclararle el puesto.

Más tarde se supo que quedó en el puesto 80 de la lista al Senado y Luz Marina Bernal, otra líder reconocida de las víctimas de falsos positivos, está en el puesto 100, el último de la lista. 

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