La encuesta Gallup revelada ayer muestra que si las elecciones fueran hoy Juan Manuel Santos, a pesar de que solo le gusta a una tercera parte de los colombianos, podría ganar en primera vuelta dado que ninguno de sus rivales despega. Estas serían las razones:

La encuesta Gallup revelada ayer muestra que si las elecciones fueran hoy Juan Manuel Santos, a pesar de que solo le gusta a una tercera parte de los colombianos, podría ganar en primera vuelta dado que ninguno de sus rivales despega.

Estas serían las razones:

 

1. Es el mejor para resolver los problemas

Santos no solo triplica a los demás candidatos, sino que cuando les preguntan a los encuestas quién es el más capacitado para resolver una lista de problemas él también les gana a sus rivales, y en cualquiera por lo menos dobla al que le sigue.

 

2. Aún le falta anunciar su vice

Históricamente, según los encuestadores, los vicepresidentes en Colombia no han movido la intención de voto en más de uno o dos puntos. Sin embargo, en estas elecciones, dado que los dos posibles vicepresidentes –Óscar Naranjo o más probablemente Germán Vargas Lleras– tienen una popularidad más alta que la del Presidente y pueden contrarrestar la debilidad de carácter que muchos colombianos ven en Santos, es posible que sí le sumen pues podrían mover parte del voto en blanco.

3. Tiene de su lado la maquinaria

Los presidentes en ejercicio tienen las de ganar porque cuentan con el presupuesto oficial como incentivo para que los políticos muevan sus estructuras a su favor. Santos, en particular, tiene billones de pesos que no ha gastado y que puede gastar en obras en los próximos meses.

Además, como lo ha contado La Silla, antes de que entrara a regir la ley de garantías cambió los directores de entidades que son fortines políticos y reemplazó a técnicos por cuotas de poderosos senadores, como lo hizo en el Banco Agrario, Ica, Incoder y Consolidación. En Prosperidad Social, que maneja familias en acción (un factor que le aseguró a Santos el éxito en las pasadas elecciones) también puso un político donde antes estaba un técnico. Esta ‘maquinaria’ podría darle el impulso que necesita para ganar en primera vuelta.

 

4. Tiene la mayoría de La U, del Partido Conservador y de Cambio Radical

Santos siempre ha contado con la fidelidad del Partido Liberal. El gran riesgo para él han sido los partidos cuyas bases son uribistas, como la U, el Conservador y en menor medida, Cambio Radical. Si a la lista de Uribe le va bien en el Senado, los uribistas cuentan con que la maquinaria de estos partidos terminará apoyando al candidato del Centro Democrático.

Pero esta encuesta muestra que a Óscar Iván Zuluaga convoca muy poco entusiasmo en estos tres partidos, por lo que el “efecto Uribe” podría no perjudicarlo tanto después de las legislativas. Y más aún si, además, su fórmula vicepresidencial es alguien que calma a la derecha.

5. El voto en blanco será menos

Varios analistas han señalado que éste se va a ir reduciendo a medida que se acercan las elecciones.

Por eso, sin menospreciarlo, hicimos un cálculo hipotético, asumiendo que finalmente no es del 28 sino del 10 por ciento (que es mucho más alto que lo histórico, que es de entre el 2 y el 3 por ciento) y que el otro 18 por ciento no votaría, que es lo que creen los encuestadores.

Como eso significa más abstención, también quiere decir que cada candidato tendría un porcentaje mayor de los votos. Santos pasaría al 42,3 por ciento, Zuluaga al 13,2, Enrique Peñalosa al 10,5, Marta Lucía Ramírez al 10,4, Clara López al 5,5 y Aída Avella al 2. Es decir, Santos no está tan lejos de ganar en primera vuelta, sobretodo porque tiene la maquinaria a su lado.

 

6. Santos no entusiasma, pero tampoco produce rechazo

La imagen negativa del presidente va bajando y la positiva sube; la segunda ya pasa a la primera aunque por muy pocos puntos y dentro del margen de error. Esa tendencia significa que Santos tiene cada vez más margen para ganarse votos de los indecisos que, aunque no son santistas, sí pueden votar por él por descarte.

Esa posibilidad se refleja en los escenarios de segunda vuelta, pues en ninguno de ellos aumenta el porcentaje de voto en blanco frente a la primera vuelta y Santos pesca parte de la intención de voto de sus rivales en primera vuelta. Es decir, el antisantismo está lejos de ser mayoritario.

 

7. Dobla a cualquiera en segunda vuelta

Aunque la segunda vuelta todavía está lejos y después de la primera la dinámica electoral cambia totalmente, la encuesta revela que en ese escenario Santos llegaría a una intención de voto de casi el 50 por ciento y ninguno de sus rivales llega al 25 por ciento. Además, paradójicamente, ninguno de los demás candidatos logra recoger el voto de los otros, ni siquiera Marta Lucía Ramírez y Óscar Iván Zuluaga, ambos de tendencia uribista.

Esa tendencia puede convertirse más adelante en voto útil: muchas personas prefieren al final votar por el que va a ganar o no votar por el que saben que va a perder, lo que podría darle otro empujón en primera vuelta.

 

8. Zuluaga va para abajo

El candidato presidencial del Centro Democrático se cae en intención de voto y, junto con Aída Avella, es uno de los dos candidatos que tienen más imagen negativa que positiva. Además, mientras que hace dos meses casi triplicaba a los que lo seguían, ahora está en empate técnico con Peñalosa y Ramírez.

En Bogotá y la zona Centro Oriental le va particularmente mal pues no llega al 10 por ciento de intención de voto y pierde el segundo puesto (aunque por una diferencia dentro del margen de error). Incluso en el Eje Cafetero y Antioquia, las regiones donde él y Álvaro Uribe han hecho su carrera política, aunque dobla al tercero no le llega a la mitad a Santos.

Esta tendencia a la baja del que se esperaba fuera el rival de Santos significa que aún si a Uribe le va muy bien el Senado los políticos conservadores y de la U no muevan soterradamente la maquinaria a favor del candidato uribista antes de la primera vuelta ya que estos normalmente le apuestan al ganador.

9. La derecha no tiene candidato claro

En segunda vuelta, Zuluaga, Ramírez y Peñalosa logran resultados similares. Mientras haya empate a la derecha le queda más difícil jugarsela por uno solo de ellos y presionar a los otros para que se bajen del bus.

Ese panorama en el que no hay una diferencia grande que facilite una negociación le conviene a Santos, porque entre más tiempo pase, menos va a quedar para que una eventual unión en la derecha sea explicada y asimilada por los votantes de esa franja. Y si van los tres, el voto de la derecha se divide y le deja el camino mas fácil a Santos para llegar en primera vuelta.

10. A Santos le va mejor donde hay más intención de votar

Donde mejor le va a Santos es en la Costa Caribe, que es también la región donde la gente está más dispuesta a votar. En cambio, le va muy mal en el estrato tres, que es donde más gente dice que votará en blanco. Esto le da la opción de focalizarse en la Costa y afianzar allá su candidatura y de hacer una movida que le genere simpatía en el estrato tres, como apoyar abiertamente a Petro, que tiene mucha fuerza en ese estrato y cuyo apoyo o rechazo se ha convertido en un factor electoral en estas elecciones.

10. Peñalosa podría ser su piedra en el zapato.

Esta encuesta revela varias cosas sobre Enrique Peñalosa: su partido no lo quiere (los que se declaran de la Alianza Verde prefieren por mucho el voto en blanco a votar por él y en segunda vuelta votarían más en blanco que por él); pero su imagen negativa tiene una tendencia a la baja y su positiva a la alta. Todo eso a pesar (o quizás debido) de que no ha arrancado su campaña.

Además, cuenta con bastante simpatía en el Centro Democrático, lo que indica que podría sumar votos de la derecha incluso sin hacer una alianza explícita con el uribismo. Por último, es el único candidato que todavía tendría la oportunidad de tener un empujón con la consulta interna del partido el 9 de marzo. Siendo así, Peñalosa podría todavía ser una sorpresa en esta contienda, atravesársele a Santos en la primera vuelta y obligarlo a ir a una segunda ronda.

 

 

Al hacer clic acá pueden ver la encuesta completa

Soy la directora, fundadora y dueña mayoritaria de La Silla Vacía. Estudié derecho en la Universidad de los Andes y realicé una maestría en periodismo en la Universidad de Columbia en Nueva York. Trabajé como periodista en The Wall Street Journal Americas, El Tiempo y Semana y lideré la creación...

Fui usuario y luego periodista de La Silla Vacía. Tras más de una década haciendo de todo en esta escuela de periodismo, de la que fui director editorial, me fui a ser lector y SuperAmigo. Ahora me desempeño como redactor jefe de El País América Colombia.