Entre el girasol y la ‘Gata’, los 10 fenómenos de estas elecciones

Entre el girasol y la ‘Gata’, los 10 fenómenos de estas elecciones

1.    El uribismo ganó
La coalición uribista aumentó sus mayorías en el Congreso. Hace cuatro años, los aliados del presidente Uribe lograron 50 curules, pero este domingo eligieron 60 senadores.

Algunos dicen que el partido de La U perdió, pues de las 31 curules que tenía, incluidos tránsfugas, quedó con 28. Pero esta cuenta es engañosa. En 2006, eligió 20 curules. Las 31 curules sólo las tuvo cuando los parapolíticos se fueron y fueron reemplazados por personas con menos de 10 mil votos, a los que se les adicionaron los tránsfugas, aquellos congresistas que se cambiaron de partido durante los dos meses que lo permitió la reforma política. Pero en esta elección, esas curules falsas, como no estaban respaldadas por votos reales, se esfumaron. Gracias al nuevo aporte de votos de los tránsfugas, el partido equilibró esta pérdida. Y al final de cuentas, entre 2006 y 2010, la coalición aumentó de 20 a 30 curules.

Los conservadores, con tránsfugas, tenían 23 curules. Las mantienen. La parapolítica les quitó más de cinco senadores e igual se mantuvieron. Otro punto para los uribistas, a los que en esta contienda se les suma el PIN (que aglomera a lo que hace cuatro años se conoció como Colombia Viva, Colombia Democrática y Convergencia Ciudadana). Menos partidos uribistas, pero una representación más jugosa.

2.    El PIN: la larga vida de la ‘mafiopolítica’
A pesar de que hay 67 congresistas investigados, llamados a juicio o condenados por parapolítica (ver artículo), lograron heredar sus votos. El PIN tendrá ocho o, de pronto, nueve curules. El hijo de la polémica empresaria del chance, Enilse López, alias la ‘Gata’, sacó más de 70 mil votos. Pero lo superó Juan Carlos Rizzeto, contratista de la gobernación del Valle, que contó con el apoyo de Carlos Erney Abadía, el papá del gobernador y el dueño de este clan narcopolítico (ver artículo). Son menos que las 12 curules en el Senado que tenían Colombia Democrática (3), Convergencia Ciudadana (7) y Colombia Viva (2) juntas, pero se convertiría en la cuarta fuerza del Congreso junto a Cambio Radical.

El PIN se vuelve un actor importante con miras a las presidenciales. Como dice el analista Álvaro Forero, “el PIN se vuelve una manzana envenenada” y será interesante ver si Juan Manuel Santos la muerde o no. La fortaleza del PIN refleja que el poder emergente de Colombia, ligado en parte al narcotráfico, ha logrado consolidar un espacio en la sociedad colombiana, pues es imposible que hayan comprado un millón de votos. Esta fuerza podría introducir una nueva dinámica a la campaña, entre ‘el eje del bien’ y el ‘eje del mal’.

Los candidatos al Senado de nuestro tarjetón cuestionado, sacaron casi un millón y medio de votos, y entra casi el 60 por ciento de ellos al Senado.

3.    Los verdes, la nueva esperanza
La consulta Verde podría llegar a millón y medio. Superaría la votación de la consulta liberal que sacó un millón de votos, triplicaría la consulta del Polo y sería más o menos la mitad de la consulta conservadora. Una votación impresionante dado que tienen una maquinaria muy pequeña representada por algunos candidatos del viejo partido Opción Centro. Esta votación es mayoritariamente voto de opinión.

En principio, entran al Senado cuatro candidatos, probablemente cinco: Gilma Jiménez, con la mayor votación, el ex gobernador de Boyacá Jorge Eduardo Londoño, Félix José Valera, John Sudarsky y Wilfrido Uzuriaga están adentro. Y a la Cámara entrarían por lo menos dos: Alfonso Prada y Angela María Robledo.

“Cada momento histórico tiene un candidato que simboliza la necesidad”, explica el analista Héctor Riveros, que les está ayudando a los verdes. “Mockus podría simbolizar la reacción al relajamiento moral, a la parapolítica, a las ‘chuzadas’, al ‘voten antes de irse a la cárcel’, al ‘le doy en la cara, marica’”.

Se defina o no la campaña alrededor del tema de la moralidad política, Mockus arranca mañana con un impulso que no tenía. Personas que creían antes que votar por él era perder el voto tal vez piensen diferente hoy. El Verde le arrebató al Polo su sector más progresista y Mockus se convierte en una alternativa real para quienes quieren un rumbo realmente distinto para el país fundado en otro tipo de valores.

4.    El Polo se achicó
El Polo pasa de 11 curules a ocho, quizás siete. Sucedieron cosas interesantes: hubo una reconfiguración de tendencias en las que son mayoritarias aquellas que respaldan la candidatura de Gustavo Petro de manera más clara. Ganaron curules Gloria Flórez,  en el Parlamento Andino; Mauricio Ospina, en el Valle; Camilo Romero, en Pasto; Jorge Guevara, que representa a los maestros y quien adicionalmente derrotó a Jaime Dussán, y Juan Carlos Avellaneda, que también ha respaldado a Petro.

De los que se habían opuesto a la candidatura de Petro, alcanzaron curul solo Iván Moreno, el hermano del alcalde de Bogotá; Jorge Enrique Robledo y Alexander López. Con López y Mauricio Ospina – ambos del Valle – la región suroccidente adquiere mayor peso dentro del Polo. Esto, paradójicamente, podría beneficiar la candidatura de Juan Manuel Santos, dadas las cercanías de su fórmula vicepresidencial Angelino Garzón con el sur del país.

5.    La Registraduría revivió el fantasma del fraude electoral
La Registraduría se rajó. Desde el diseño de los tarjetones hasta la logística del escrutinio. La página de la Registraduría de acceso al público se cayó bastante temprano y nunca volvió a funcionar. Luego, el sitio destinado a periodistas se ha bloqueado varias veces. Ha pasado hasta media hora sin actualización de boletines. La Registraduría le echó la culpa a la empresa de telecomunicaciones Une, que estaba a cargo de la transmisión.

A la medianoche, La Silla Vacía estuvo en las mesas de escrutinio de Corferias y había bultos llenos de votos en el piso. Un funcionario de la Procuraduría nos dijo que las “arcas no habían sido suficientes, que estaban viejas, que no cerraban, que la logística había sido un desastre”. Y que los sobres empezaron a llegar entre las 9.30 p.m. y las 12 p.m., demasiado tarde para lo normal. A las 12.30 p.m., el funcionario de la Procuraduría aún no sabía qué iba a pasar con esos bultos de votos y que seguramente pasarían la noche en Corferias. ¿También se quedarían los testigos?

6.    La solidaridad con los ex secuestrados no se tradujo en votos
La solidaridad de los seis millones de colombianos que marcharon en contra del secuestro en 2008 no se tradujo en votos para los ex secuestrados. De los seis candidatos que representaban el rechazo al secuestro, sólo Jorge Eduardo Gechem, de La U, obtendrá una curul. Y de pronto, Sigifredo López alcanza a entrar. Pero Clara Rojas, que tanta compasión inspiró entre los colombianos por su drama y por todo el episodio relacionado con su hijo Emanuel, no alcanzó los cinco mil votos. Lo mismo el profesor Moncayo, que no alcanzó los seis mil votos.
7.    Bajó la abstención
A pesar de las dificultades planteadas por los cinco tarjetones, sin fotos y con números, la votación fue masiva. Casi 13 millones de personas salieron a votar. En 2006, se lograron un poco más de 10.769.408 votos y en 2002, 10.130.399, menos que esta vez, aunque también creció el número de personas en capacidad de votar. A pesar de las dificultades de los tarjetones, alrededor del 10 por ciento de los votos fueron nulos, lo cual es ligeramente inferior a los nulos del año pasado.
8.    Germán Vargas se mantuvo, y se purificó
Cambio Radical, pese a todas sus pérdidas, sobrevivió, con menos parapolíticos y después de una crisis que depuró a los infieles y sólo dejó a los verdaderos ‘vargaslleristas’. Sin Germán Vargas como cabeza de lista al Senado, que en 2006 les puso 223 mil votos y jaló toda la lista, mantuvieron nueve de las 15 curules que obtuvieron en 2006. Pese a la salida de los uribistas purasangre, como Roy Barreras y Elsa Gladys Cifuentes, y los cristianos – con la Misión Carismática y Claudia Castellanos – Cambio Radical tiene el honor de estarse disputando en ‘voto-finish’ el cuarto lugar, como el PIN.

Este partido hizo una transmutación, pues en 2006 su apuesta era capitalina. Este domingo ganó gracias a los votos costeños encabezados por el empresario Fuad Char y el presidente del Senado Javier Cáceres. Sin embargo, Germán Varón, la mano derecha de Vargas Lleras, y quien como presidente de la Cámara fue la piedra en el zapato del referendo, fue elegido nuevamente como representante en Bogotá.

9.    Referendo dio y quitó
Los congresistas y candidatos que quisieron ganar votos montándose en la ola del referendo se hicieron su agosto. La única excepción fue Elsa Gladys Cifuentes y el cordobés Musa Besaile. Los dos se pasaron de partido, ella se quemó y él, que obtuvo la votación más alta a la Cámara en 2006 con 72 mil votos, ahora como candidato al Senado sólo sacó 51 mil votos.

Roy Barreras sí hizo moñona. A este ex Cambio Radical, que se pasó al uribismo para poder ser el escudero de la reelección, no sólo le alcanzaron los votos para saltar de Cámara a Senado, sino que fue una de las votaciones más altas de su nuevo partido. Pasó de estar a punto de quemarse en la carrera a la Cámara en 2006 con 16 mil votos, a quedar elegido este domingo como senador con 74 mil. Otros dos tránsfugas insignes ganaron: Plinio Olano, quien pasó de 27 mil a 42 mil votos y Maritza Martínez, quien pese a que su esposo Luis Carlos Torres, ex senador de Cambio Radical renunció para ser investigado por parapolítica, pasó su fortín a La U y logró sostenerlo.

Otros referendistas, no tránsfugas, ganaron: el senador antioqueño Juan Carlos Vélez, que entró a La U como reemplazo con sólo 24 mil votos y defendió a capa y espada el referendo en el Congreso, ahora sí se ganó su curul con 68 mil votos. Y Juan Lozano, que después de ser ministro de Medio Ambiente de Uribe y uno de los grandes defensores del referendo, se consolidó con la más alta votación de opinión del país: casi 200 mil votos.

   10.   Cacique es cacique
Pese al éxito del Partido Verde, que les dio esperanzas a los votantes de opinión en el país, el voto de maquinaria sigue reinando. Dos de los tres primeros puestos en el Partido de La U son grandes caciques. Dilian Francisca Toro, no fue la primera como en 2006, pero sí la segunda votación del Partido de la U. Sacó casi 140 mil mil votos. Y le sigue el hijo del viejo David Name Terán, José David.

En el partido Conservador, la primera votación fue para una mujer, heredera de un cacique. Olga Lucía Suárez Mira, sacó más de 110 mil votos. Siguiendo con los liberales, vuelve y juega. La primera votación es Arleth Casado, también con un poco más de 110 mil votos. Así en los primeros tres partidos en la contienda, por lo menos dos de sus tres mayores votaciones son de grandes electores de maquinaria.

Nota de la editora: estos datos provienen del Boletín 41 de la Registraduría, que, a las 6.03 a.m. del 15 de marzo, incluye el 93.79% de las mesas. Por lo tanto, pueden cambiar con los siuientes boletines y, aún más, con los escrutinos que se llevarán a cabo en los próximos días. Aún no sabemos varias cosas, incluyendo los resultados de la consulta conservadora, que está virtualmente empatada. En unas horas actualizamos.

Soy la directora de la Silla Vacía. Estudié derecho en la Universidad de los Andes y realicé una maestría en Periodismo de la Universidad de Columbia. Después de trabajar en The Wall Street Journal Americas en Nueva York regresé a Colombia a El Tiempo, donde trabajé como editora de la Unidad de...