En dos meses que lleva su presidencia, Gustavo Petro ha tenido dos quebrantos de salud que han modificado su agenda. Primero, dejó metida a la cúpula militar en la ceremonia de trasmisión de mando en agosto por un dolor de estómago, luego, una bronquitis aguda lo obligó a cancelar varios eventos y amenazó con dejarlo por fuera de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York.
El estado de salud de Petro ha sido objeto de muchas especulaciones. Desde videos que difunden desinformación en Tik Tok, hasta especulaciones de astrólogos publicadas en medios tradicionales.
La Silla Vacía rastreó los datos públicos de su salud de los últimos 30 años, incluyendo las excusas médicas entregadas durante 20 años como congresista, para poner sobre la mesa la historia médica conocida del presidente Petro.
¿Cuáles han sido los quebrantos de salud conocidos de Petro?
La enfermedad más grave que ha sufrido Petro fue un cáncer de esófago, tratado en Cuba en 2019. La intervención más compleja fue por un hematoma en la cabeza, drenado en dos ocasiones, en 2015 y 2016. Además, ha padecido cuadros crónicos de dolencias gástricas, lesiones musculares y depresiones.
La mayor fuente de información sobre su salud temprana es Petro mismo, en su biografía, “Una vida muchas vidas”, publicada en 2021.
Durante su días como guerrillero del M-19, Petro sufrió de varias lesiones físicas como esguinces de tobillo, producto de las largas caminatas que hacía la guerrilla que narra en su libro. Sin embargo, como dice, el impacto que la guerra tuvo en la salud mental del hoy presidente fue aún mayor.
El estrés de la persecución de las Fuerzas Militares, su captura y tortura, y dos años encarcelado en la Modelo le ocasionaron a Petro episodios de ansiedad y depresión. “Se me empezó a caer el pelo a manotadas y comencé a sufrir unas migrañas espantosas que arrancaban en las muelas y me subían por la cabeza”, cuenta en su libro.
Además, describe sus problemas de salud mental como episodios de depresión, “Con el tiempo, sin embargo, comencé a dejar de lado esa soledad, que hoy podría llamarse depresión”. Estos se extendieron hasta 1994, cuando trabajó como secretario primero de la embajada en Bruselas.
“Yo traía ya la carga de la derrota y la nostalgia de estar lejos de mi país” cuenta el presidente en su libro, “quería estar en la lucha política, en la lucha por el cambio, pero me encontraba arrinconado en un sótano frío, bajo las órdenes de un paramilitar y en una ciudad completamente extraña, donde los únicos colombianos a los que tenía acceso eran los que votaban en las elecciones y un círculo pequeño de lagartos que visitaban la embajada sobre todo cuando llegaban visitas oficiales de ministros o presidentes”.
Cuando regresó a Colombia en 1998, Petro llegó por segunda vez a la Cámara de Representantes. La Silla buscó entre 5.602 Gacetas del Congreso, entre el 98 y el 2022, donde quedan publicadas las excusas médicas que justifican las ausencias de los legisladores.
Ahí Petro registró 11 inasistencias por incapacidad médica y por lo menos 12 otras que podrían estar relacionadas con un tema médico. (Aquí la base de datos con las gacetas mencionadas)
Como representante a la Cámara, Petro solamente faltó una vez a su trabajo legislativo por razones injustificadas. En comparación con las 11 inasistencias de su primer periodo como senador del 2006 a 2010.
Entre estas, Petro reporta varias dolencias en su rodilla, un trauma en el ojo, fuertes gripas y una bronquitis que lo dejó una semana por fuera del Congreso en 2009. Estas incapacidades médicas las recibió, en su mayoría, del personal médico del Congreso de la República.