Estos son los líderes asesinados desde que Duque llegó al poder hasta marzo

El repudio al asesinato de líderes es uno de los grandes movilizadores de los que marchan. La Silla investigó los perfiles de 222 de ellos.

Un líder social es alguien que dice lo que otros no, que jalona causas que otros no pueden o no se atreven, que vela por los derechos de su comunidad, que denuncia la violación de sus derechos, que es un modelo a seguir y un impulso para su gente, una fuente de saberes, acciones, y esperanzas. A veces su labor es tan “sencilla” como ponerle a los grupos armados una raya que no pueden cruzar. 

Un líder es una persona muy difícil de reemplazar. 

Por eso, con la muerte de un líder no se mata solo al líder, se anula a las comunidades a su alrededor que quedan con miedo, desorientadas y desprotegidas. Y por eso, el asesinato de líderes es uno de los temas que más moviliza las marchas de estos días.

No existe un consenso en el país sobre cuántos líderes han matado desde que Iván Duque se posesionó el 7 agosto de 2018. 

Según la Onu (que son las cifras que tiene el Gobierno) desde inicio de 2018 hasta el 24 de septiembre de 2020 han sido asesinados 271 líderes. Esta es la lista más confiable por el esfuerzo de verificación del organismo multilateral, pero los nombres de los asesinados no son públicos.

Según Indepaz, desde la posesión de Duque hasta el 18 de agosto de 2020 van 601 líderes asesinados, pero ellos no verifican si en realidad contaban con un liderazgo ni si murieron en razón de su trabajo. Por último, está la base de datos de Somos Defensores, una ong que, entre otras cosas, monitorea el asesinato de líderes y verifica cada nombre. En su listado, hay 233 líderes asesinados entre la posesión de Duque y finales de marzo de este año. Los de los últimos meses están en proceso de verificación.

A partir de la lista de Indepaz y de reportes de prensa, entre la posesión de Duque y marzo de 2019, la Silla Vacía hizo su propia reportería y elaboró una base de datos con los nombres y perfiles de 102 líderes asesinados. Luego, la completó tras verificar en terreno el liderazgo de los nombres del listado de Somos Defensores entre marzo de 2019 y marzo de 2020 con otros 120 casos.

Después de este ejercicio de reportería de varias semanas y de depuración, logramos identificar a 222 líderes asesinados desde la posesión de Duque.  Algunas de las conclusiones que arroja el trágico listado son:

 

 

1

Los líderes asesinados tienen una experiencia acumulada

Tras poder establecer la edad de 137 de los 222 líderes asesinados, encontramos que el rango de edad más común entre las víctimas es de 30 a 39 años, seguido de 40 a 49 años. Es decir, están matando sobre todo a líderes que tienen un liderazgo consolidado.

 

 

 

 
2

Matan más a los hombres

Quizás porque los hombres tienden a asumir más el liderazgo público que las mujeres, la mayoría de las víctimas son hombres. Las 32 mujeres que han matado en este período en su mayoría son integrantes de Juntas de Acción Comunal (JAC) e indígenas con nueve casos cada sector, seguido de defensoras de derechos humanos con cuatro casos.

 

 

 
3

Los líderes de las Juntas de Acción Comunal son muy vulnerables

Por sector de liderazgo, los líderes que más han matado eran integrantes de JAC, con 60 casos. En el país existen 45 mil juntas de acción comunal, que son quienes ejercen liderazgo al nivel más local, de vereda, y por lo tanto, son los más vulnerables porque son la primera línea de resistencia frente a los grupos armados.

Cualquier persona puede integrar una JAC: los únicos requisitos son vivir en el territorio, ser mayor de edad y saber leer y escribir.

Entre sus funciones están gestionar y ejecutar proyectos, conocer y denunciar las necesidades y problemáticas de la gente, manejar plata de la comunidad, solucionar problemas entre los habitantes. Son con frecuencia los voceros de la vereda ante los grupos armados, lo que los coloca en una situación de alto riesgo.

 

 
4

Los líderes indígenas son asesinados de manera desproporcionada.

En Colombia existen 1.905.617 indígenas, según el último censo, lo que constituye el 3,8 por ciento de la población colombiana. Sin embargo, los líderes indígenas, con 46 casos, constituyen el 20 por ciento del total de líderes asesinados en este período.

Ellos cumplen roles tan diversos como controlar y dar seguridad a los territorios donde tienen autonomía de gobierno, denunciar la presencia de actores armados y el asesinato de integrantes de sus comunidades, defender su cultura, oponerse a proyectos extractivos, entre otros.

 
5

La sustitución de cultivos es una bomba de tiempo para sus defensores

Con el Acuerdo de Paz con las Farc, se creó el Pnis, una iniciativa de sustitución de cultivos de coca a cambio de subsidios del gobierno para que las comunidades comenzaran a transitar hacia economías legales.

Durante el último año de Santos, el gobierno negoció con 188 mil familias acuerdos colectivos para que abandonaran sus cultivos ilícitos, y de éstas, concretó acuerdos individuales de sustitución con 99.097 familias.

Duque heredó el programa, sin gustarle, y decidió honrar los compromisos individuales ya firmados pero no continuar con el programa. A la fecha, ha venido cumpliendo con los pagos para asistencia alimentaria y técnica. Pero solo el 2,1 por ciento de las familias tienen un proyecto productivo implementado, frustrando las expectativas de muchas familias cocaleras.

A esta frustración se suma el peligro que ha representado este programa para los líderes de sustitución en los territorios, a la que se oponen las bandas criminales que quieren controlar el negocio de coca que dejaron las Farc: 24 de ellos han sido asesinados, con el impacto que estos crímenes tienen en los demás campesinos que están en el programa o que quieren ingresar, afectando la implementación de una pieza clave del Acuerdo.

 

 

 
6

La oposición a las zonas de reserva campesina es a bala

Desde que el tema se volvió nacional durante las discusiones del proceso en la Habana, las zonas de reserva campesina, una figura territorial con protección especial similar a los resguardos y consejos comunitarios, han sido objeto de una dura polémica puesto que algunos los ven como un obstáculo a la productividad empresarial en el agro o como un nodo subversivo.

Para las Farc en la mesa de negociación revivir esa figura que lleva décadas en la legislación colombiana fue una prioridad y también lo es para muchas agrupaciones campesinas. Pero esa defensa ha venido con un costo: 22 líderes campesinos que tenían esta bandera han sido asesinados en estos dos años.

 
7

La mayoría de los líderes políticos asesinados no son de oposición

Aunque en las últimas semanas han asesinado a dos líderes de la Colombia Humana, y existe la retórica de que hacer política de oposición al Gobierno es muy riesgoso, los casos que verificamos muestran que los 21 líderes políticos asesinados desde la posesión de Duque hasta finales de marzo del 2020 pertenecían a partidos muy diversos, y la mayoría (13) más cercanos a Duque que a la oposición: cinco liberales, tres de la U, tres conservadores, uno del Centro Democrático y uno de Cambio Radical.

Los siete de la oposición que mataron eran dos de la UP, dos de Mais, uno del Partido Verde, uno de Colombia Humana y uno de ASI. Hay un integrante de una Junta Administradora Local que no supimos de qué partido era.

Lo que muestra esto es que muchas veces los asesinatos de líderes obedecen más a decisiones locales, que a lógicas políticas nacionales.

 
8

A los líderes los matan en todo el país, pero sobre todo donde hay coca

Durante el período que estudiamos, mataron líderes en 27 de los 32 departamentos, más Bogotá. Solo se salvan San Andrés, Guainía, Amazonas, Atlántico y Vaupés.

El departamento con más líderes asesinados (52) es el Cauca, lo que explica y justifica las reclamaciones de la Minga indígena, campesinos y afros, que denuncian la intensificación de la guerra en su departamento. La mayoría, campesinos (13) e indígenas (20), además de defensores de derechos humanos, comunales, y líderes del Pnis con cuatro casos cada uno.

Cauca es un departamento estratégico porque conecta con Nariño y Putumayo, dos enclaves cocaleros con salida al Pacífico, y tiene 17 mil hectáreas de coca. Hoy tiene una fuerte presencia de disidencias así como del ELN.

El segundo departamento más golpeado es Antioquia con 29 casos, sobre todo de líderes comunales (11), y de sustitución de cultivos (7). Antioquia hoy vive una guerra entre el Clan del Golfo y los Caparrapos por el control del territorio, del narcotráfico y la minería. Tiene 9 mil hectáreas de coca.

Le sigue Nariño con 19 casos: la mayoría Indígenas (9), y de sustitución y afros (3 cada uno). Nariño vive una disputa entre decenas de grupos que quieren tener el control de rutas clave para el narcotráfico. Es el segundo departamento con más hectáreas de coca con 36 mil hectáreas de coca.

Por último, está Putumayo, con 17 casos, donde han muerto en su mayoría comunales y líderes de sustitución (5 cada uno), e indígenas (4). Es el tercer departamento con más coca con 24 mil hectáreas.

Entre los que tienen más de diez casos están Norte de Santander (15) -que es el mayor productor de coca con 41 mil hectáreas-, Caquetá (13), y Valle del Cauca (11).

 
9

Los asesinatos están concentrados en unos municipios

 

 

Aunque ocurrieron en todo el país, los asesinatos están concentrados en 128 de los 1122 municipios del país lo que indica que los esfuerzos de las autoridades para proteger a los líderes podrían ser localizados.

 

 

 
10

Los sitios de reincorporación no son particularmente peligrosos para los líderes

Solo un 7,6 por ciento de los asesinatos, es decir 17, han sido cometidos en un municipio donde hay ETCR, los espacios donde los exguerrilleros hacen su reincorporación a la vida civil. Y solo tres ocurrieron en las veredas donde están los Etcr. Estos fueron en Tumaco, Ituango y La Macarena.

En este listado no incluimos a los reincorporados de las Farc, cuyos asesinatos ya van en 234 desde la firma del Acuerdo.

 

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Y a propósito de esta investigación, La Silla también lanzará una serie de podcast que hemos llamado “Los incómodos” en donde exploraremos esta y otras problemáticas de los líderes sociales en Colombia. Lo invitamos a suscribirse a “Los incómodos”, ya disponible en todas las plataformas de podcast.