Todos los candidatos priorizan la sustitución de cultivos ilícitos
Aunque Duque ha logrado una pequeña reducción en el área sembrada de coca, la mejora en la productividad de los cultivos hace que durante su Gobierno Colombia produzca más cocaína que nunca en la historia. Esto, a pesar de una estrategia que ha privilegiado la erradicación forzada sobre la sustitución voluntaria y que buscó reactivar la fumigación de cultivos con glifosato.
De los cuatro candidatos solo Gutiérrez propone intentar revivir la fumigación. “El glifosato hay que reglamentarlo. No puede afectar a las personas, no puede afectar el medioambiente” dijo en octubre del año pasado. Rodolfo Hernández ha criticado los intentos del Gobierno Duque de revivirlo. Petro y Fajardo le dieron un no rotundo a la posibilidad del glifosato.
En su enfoque de tres pilares contra el narcotráfico “Fico” propone en primer lugar la “sustitución de cultivos con enfoque de desarrollo agrario”. Los demás candidatos también dirigen sus propuestas de cultivos hacia el desarrollo sostenible de las comunidades cocaleras, con algo más de detalle. Por ejemplo, Fajardo dice que cumplirá con la sustitución voluntaria, “pero ya no desde un enfoque familiar sino comunitario y con un énfasis en el desarrollo rural y la inversión de bienes públicos, de la mano de los PDET”.
Petro propone incluir a la sustitución dentro de una reforma agraria, que priorice a la tenencia de tierra de campesinos y al desarrollo agrario. Por su lado, Rodolfo Hernández habla de la modernización del campo y sustitución de la coca con cannabis medicinal o amapola.
El consumo como problema de salud pública
La salud de los consumidores está en el centro de las propuestas de todos los candidatos, pero sus discursos sobre el consumo son muy diferentes. Rodolfo y “Fico” ven a la adicción como una enfermedad que se tiene que prevenir y tratar como tal. El discurso de Gutiérrez es prácticamente igual al de Duque hace cuatro años. Justo antes de la primera vuelta, Duque habló de “cuántas familias hoy no se encuentran atormentadas en ese agujero negro de la drogadicción. (...) Me duele cuando dirigentes políticos hablan de permitir la dosis personal”.
Este mismo fue el argumento que Gutiérrez dio el año pasado sobre su posición frente a la regulación, “yo, que he visto el daño de las drogas, cómo han destruido tantas familias, cómo destruye sueños (...) la despenalización también es un tema de valores, de principios.” En su programa, “Fico” propone la “creación de mecanismos para su prevención y atención”, pero no especifica cuáles serán.
Aunque parten del mismo punto, las propuestas de Rodolfo son distintas a las de “Fico”. Quiere hacer un “censo de adictos a sustancias alucinógenas en clave de salud pública” y darles dosis controladas a los adictos en los centros de atención para evitar los riesgos a la hora de conseguir sustancias, esta es una de sus propuestas más novedosas.
Petro y Fajardo no consideran que todos los tipos de consumo sean problemáticos, por eso quieren estudiar qué consumidores tiene el país y promover el “uso consciente de sustancias”. Fajardo habla de tomar “el consumo y la salud de los usuarios de sustancias psicoactivas en manos del Estado y no de los grupos ilegales”. Y Petro propone educar y atender en lugar de perseguir, reprimir y estigmatizar a los consumidores.
Vientos de legalización en las presidenciales
Las propuestas sobre la regulación están divididas en las que buscan regular el uso medicinal y las del uso recreativo. “Fico” ve el uso medicinal de la marihuana como una oportunidad económica para el país, pero su programa de gobierno no tiene ninguna propuesta que lo desarrolle. El exalcalde de Medellín no está de acuerdo con la regularización general de las drogas “porque es un riesgo inmenso para el país en términos de salud pública y seguridad”. Sobre el uso recreativo para mayores de edad, “Fico” dice que debe haber una discusión de “salud pública y seguridad, no como si fuera una moda”.
Para Rodolfo, promover la industria del cannabis medicinal, de la amapola y de la coca para aceites “tendrá como efecto colateral una contribución a la erradicación de los cultivos de uso ilícito, incidiendo en la reducción de la violencia al afectar la financiación de grupos armados al margen de la ley”.
La regulación del cannabis para uso adulto y la hoja de coca es la principal apuesta de Fajardo sobre regulación. Aquí, el candidato habla de trabajar con la comunidad internacional en busca de un cambio del paradigma prohibicionista. La regulación es la punta de lanza de Petro para diferenciar entre los actores criminales y los sociales ligados a las drogas, propone “un cambio de paradigma en la política de drogas, donde proponemos transitar del Prohibicionismo”.
Persecución a los eslabones grandes de la cadena del narcotráfico
Las propuestas de “Fico” sobre narcotráfico son las mismas que Duque hizo hace cuatro años. Duque propuso “fortalecer las capacidades de interdicción aérea, marítima y terrestre, desarticular por completo las redes de suministro de precursores e insumos químicos” y una fuerte ofensiva militar contra las disidencias y otras bandas criminales. “Fico” dice que “a estructuras criminales hay que darles duro” enfocando los “esfuerzos de nuestras fuerzas militares en la especialización y combate tanto de Grupos Armados Organizados, como de delitos complejos como el narcotráfico”.
Petro y Fajardo proponen un cambio de enfoque para no perseguir a los eslabones más débiles de la cadena del narcotráfico y concentrarse en capturar a los que Petro llama “los capitalistas de la cocaína”. Los dos candidatos coinciden en reducir las oportunidades de negocio de organizaciones criminales mediante la regulación de sustancias.
Fajardo pone el énfasis en capturar a las cabezas a través de inteligencia militar y el rastro de flujos financieros. Sobre el sometimiento, Petro dice que “serán llevados a una negociación judicial, eliminando la cooptación mutua entre las instituciones estatales y los capitales de la cocaína”.
La propuesta de Rodolfo sólo habla de la incautación de bienes de narcotraficantes como una fuente de ingresos para el Estado, pero no es muy clara sobre qué hará para perseguirlos.