Fabián Ramírez ratifica lo reventada que está la Farc

Con su plan de crear dos puntos de agrupamiento nuevos para los que están descontentos con la dirección nacional, el exjefe del Bloque Sur del ahora partido muestra otra cara de la división en la Farc.

Reunión de Fabián Ramírez con representantes de la Misión de la ONU en Neiva, Huila, la semana pasada.

Los desaparecidos jefes farianos Iván Márquez y ‘El Paisa’ reaparecieron con una carta que se conoció ayer en la que dicen que “el Acuerdo de Paz ha sido traicionado” y que se equivocaron en firmar la dejación de las armas sin antes acordar los términos de su reincorporación. Al final del día, ese partido les respondió diciendo que el proceso de implementación sí ha tenido retrasos e incumplimientos, pero también “avances indiscutibles”, ratificando lo divididos que están.

Una movida del excomandante del otrora Bloque Sur, Fabián Ramírez, evidencia que la división también tiene otros protagonistas.

La movida de Ramírez

Ramírez dijo que no iba al ‘Consejo Nacional de los Comunes’ de hace tres semanas por razones de seguridad y luego publicó una carta dirigida a la Comisión de Paz del Senado en la que decía que estaba jugado con el proceso y que andaba recorriendo los municipios caqueteños de Florencia, Paujil, Cartagena del Chairá y San Vicente del Caguán para “hablar con la población”.

 

“Estamos reagrupando a cerca de un centenar de exguerrilleros, que estaban rezagados por el incumplimiento gubernamental de reincorporación en la conformación de un nuevo Punto de Reagrupamiento llamado ‘Caquetá Reconciliándonos Todos’ el cual cuenta con el visto bueno del partido Farc”, dice la carta que publicamos en esta historia. 

Para concretar su idea de crear ese y otro ‘punto de reagrupamiento’ en el Huila, la semana pasada Ramírez se sentó con representantes de la Misión de la ONU en una reunión privada en Neiva.

Llegó al encuentro acompañado de los exjefes guerrilleros Arbey Pérez , Bladimir Ballen, Carlos Alberto Castro, Óscar Aristizábal y Hernán Gutiérrez. Todos hicieron parte del otrora Bloque Sur, pero ninguno está dentro de la dirección nacional del partido, que tiene 111 miembros con representantes de todas las regiones.

En la reunión confirmaron que seguían comprometidos con el Acuerdo y, según nos detalló una fuente que lo sabe de primera mano, Ramirez les contó a los representantes de la ONU que ya tienen censadas unas 70 familias de excombatientes que se irían a vivir a ese nuevo punto que va a quedar en Puerto Rico, Caquetá, y a otras 150 familias en el Huila para el otro punto, que sería en Pitalito.

Según confirmamos con el secretario de Gobierno de Puerto Rico, Mauricio Tafur, Ramírez aún no se ha sentado con la Alcaldía para contarles de esta idea.

Sin embargo, La Silla Sur supo por tres fuentes (dos de la Farc y otra cercana al partido) que Ramírez organizó esa reunión con la Misión sin contarles a los directivos de Farc en el Huila y que ésta es una movida que está haciendo por su cuenta, lo cual evidencia las rupturas dentro del partido.

“Él no ha coordinado con Farc Huila nada. Es más bien una iniciativa individual”, nos dijo una alta fuente del partido en ese departamento que nos habló a cambio de no citarlo. “La verdad es que esos compañeros (refiriéndose a Ramírez y los otros seis ex jefes) actúan como ruedas sueltas”, agregó.

“Fue una reunión extra oficial, el partido no tuvo nada que ver. No fue orientado ni coordinado por nosotros. Nos enteramos fue por la prensa”, nos dijo por su lado otro miembro del partido en la región.

Sin embargo, una tercera fuente cercana al partido y que ha estado acompañando a Ramírez en la iniciativa, nos dijo que “él todo se lo ha notificado a las directivas nacionales, pero hasta ahora no se han ofrecido a ayudarle”.

“El hombre ha logrado recoger un número importante de excombatientes, gente que lleva años en las Farc, que se sienten abandonados no solo por el Gobierno, sino por la dirección nacional del partido porque no se sienten representados en ellos. Es gente que le dice (a Ramírez) que están tirados, que no tienen qué hacer en esos espacios porque no hay proyectos productivos y en general sienten que el proceso pudo haber sido mejor pactado frente al tema de la reincorporación”, agregó esa fuente.

Ese discurso, que va en línea con lo que manifestaron Márquez y ‘El Paisa’ en su carta, sería la explicación detrás de esta iniciativa de crear esos nuevos ‘puntos de agrupamiento’ en el sur que estén bajo el liderazgo de Ramírez y los seis ex jefes que lo acompañaron.

De hecho, ya hay más de treinta nuevos puntos en otras regiones del país, como lo muestra este especial de Rutas del Conflicto y El Espectador publicado en febrero de este año.

Las razones por las que se han ido creando esos puntos son varias. “Por discrepancias con un líder del ETCR, porque no encontraron soluciones sostenibles a sus necesidades, porque sus familias, conocidos o amigos, les tendieron una mano en otro lugar o porque consiguieron tierra o posibilidades de un empleo”, dice el especial.

Por ejemplo, uno de los puntos más conocidos fue el que creó Romaña en Uribe, Meta, y que bautizó ‘El Diamante’. Solo ahí hay 300 excombatientes.

Otra fuente conocedora que no nos dejó citarla por su cargo, nos contó que dentro de la Farc sabe que hay “rencillas entre quienes han creado estos nuevos puntos y la dirección del partido porque lo que dicen es que la reincorporación se enfocó mucho en los Espacios de Capacitación y muy poco en estos nuevos puntos.”

Ninguna de las fuentes consultadas nos supo decir cuántos de los más de 7 mil excombatientes que dejaron las armas pueden llegar a estar en estos puntos y una alta fuente del Gobierno nos dijo que “no le vemos ningún problema a que tengan estos lugares porque tienen libertad de movimiento, siempre y cuando se mantengan dentro de la legalidad”.

Si Ramírez logra esa suerte de ‘reincorporación paralela’, como la que logró Romaña en el Meta, puede mostrar que bajo su liderazgo los excombatientes desencantados siguieron apostándole a la paz, algo que le sería muy útil si llegara a confirmarse la otra versión que explica por qué ha estado de gira en el sur.

La campaña

Hay otra versión según la cual Ramírez tiene su mirada puesta en las elecciones locales del año entrante.

Dos fuentes del departamento dateadas nos dijeron por aparte que le interesa la Gobernación de Caquetá y otras tres, dos de ellas porque lo saben de primera mano, nos dijeron que lo que quiere es lanzarse a la Alcaldía de Cartagena del Chairá.

Sin embargo, Federico Montes, dirigente político de Farc del Espacio de Capacitación de La Montañita, nos dijo que “ni de la gobernación ni de ninguna candidatura se ha hablado por ahora”.

En todo caso, de llegar a ser ciertas esas aspiraciones, ninguna le quedaría fácil teniendo en cuenta la baja votación de la Farc en las elecciones a Congreso este año, la primera en la que se midieron electoralmente sacando apenas 52 mil votos a Senado.

De esos votos, apenas 156 los sacaron en Cartagena del Chairá de las 19.134 personas habilitadas para votar en ese municipio. 

Más difícil sería si le apunta a la Gobernación, pues la Farc sacaron 1.684 votos en todo el departamento de los más de 288 mil votos habilitados.

Eso sin contar que las divisiones internas y los inconvenientes en la reincorporación no hacen fácil pensar que la colectividad la va a tener suave para conseguir más apoyos ciudadanos.

Tratamos de comunicarnos con Ramírez a un número que tenemos de él pero no fue posible.

Queda un año aún para que logren crecer esa votación y si él logra concretar su plan con estos nuevos puntos, podría ser la punta de lanza para consolidar su liderazgo con miras al 2019.

Periodista y politóloga. Soy cofundadora e investigadora de la Fundación Conflict Responses, CORE, que busca investigar, entender mejor e incidir en lo que ocurre en el campo colombiano en cuanto a la violencia, la paz, movimientos sociales y el medio ambiente. En La Silla Vacía cubrí por cuatro...