Daniel Rojas, el presidente de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), es una de las pocas personas que habla por chat con Petro todos los días. Es el funcionario encargado de administrar los bienes incautados a la mafia: tierras, empresas y propiedades de lujo por cerca de 8,7 billones de pesos (un 40 % de lo que recaudará la reforma tributaria).
El camino de Rojas para llegar al círculo de más confianza de Petro empezó en 2010, cuando lo conoció. Fue uno de los militantes del Polo Democrático que llegó a la oficina de Petro para acompañarlo en su renuncia a ese partido. Después de eso estuvo en la Alcaldía y en la campaña presidencial de 2018. En la de 2022 tuvo más protagonismo como encargado de coordinar la redacción del programa de gobierno. Y tras la victoria fue uno de tres líderes del empalme.
Por eso Petro lo puso al frente de uno de los temas que lo obsesionan: la plata y los bienes de la mafia, que el presidente quiere que sean “la base de una nueva economía productiva administrada por organizaciones campesinas”.
Pero, cuatro meses después de asumir el cargo, Rojas dice que tiene a su cargo una entidad en caos: en la que no se tienen claros los inventarios y manejos irregulares de gobiernos anteriores. Y lo que considera más grave: con una debilidad informática que hace cualquier persona pueda acceder a sus bases de datos y desaparecer del inventario predios millonarios.