Influencers al Congreso: una apuesta redoblada en el uribismo y el petrismo

El movimiento de Uribe busca compensar la ausencia de su líder en las próximas elecciones a Senado y Cámara, mientras que el de Petro intenta replicar candidaturas como la del guionista Gustavo Bolívar.

La semana pasada, el actor Jorge Cárdenas aceptó la invitación del expresidente Álvaro Uribe para hacer parte de la lista del Centro Democrático al Congreso en 2022.

Cárdenas es uno de los nombres nuevos que Uribe lanzó hace un mes, cuando dijo que también le gustaría que aspiren por su partido Miguel Uribe Turbay, el excandidato a la Alcaldía de Bogotá peñalosista, y el periodista deportivo Carlos Antonio Vélez.

Esta apuesta de Uribe, en particular con Cárdenas y Vélez, implica un cambio en el perfil de los candidatos al Congreso, que desde el origen del Centro Democrático había sido similar: personas cercanas a Uribe, algunas sin muchos votos propios, pero que tomaron fuerza por quedar en la lista cerrada que el expresidente armó en 2014.

Seis fuentes del Centro Democrático le dijeron a La Silla que esta fórmula va a cambiar para 2022. La razón: Uribe no estará en la lista para arrastrar parte de la votación. Para compensarlo está buscando figuras mediáticas que sigan sus ideas pero tengan su propia base de seguidores.

Es una estrategia que ha mostrado su eficacia en la otra orilla política: la de Gustavo Petro. El senador más votado de la coalición Decentes en 2018 fue Gustavo Bolívar, un guionista de televisión de izquierda que obtuvo 117.000 votos, la quinta votación más alta al Senado en general.

Así, mientras el uribismo busca compensar la ausencia de su líder acudiendo a los influencers, la idea del movimiento liderado por Petro, la Colombia Humana, es encontrar más. El senador Gustavo Bolívar le dijo a La Silla que la idea es “buscar otros tres o cuatro ‘Gustavo Bolívar’ para seguir creciendo”.

Por eso, en un Facebook Live en diciembre, el senador puso a sonar nombres como el de la actriz Margarita Rosa de Francisco, la cantante Adriana Lucía y la periodista María Jimena Duzán. Por ahora, sin embargo, ninguna ha aceptado. En el caso de De Francisco, dijo directamente que no tenía “la preparación para un cargo de tan alta responsabilidad”.

Según nos dijeron seis fuentes de Colombia Humana, la convocatoria para incluir algunas de estas figuras mediáticas sigue abierta. También incluye nombres menos conocidos en general, pero con visibilidad en redes por defender las ideas del movimiento. 

Sin embargo, tanto en el uribismo como en Colombia Humana encontramos que la inclusión de los influencers genera resistencia en ciertos sectores. 

En el Centro Democrático, hay prevención por parte de las líneas ‘duras’ del partido, que hicieron parte de los miembros constituyentes en 2014 y consideran que abrir la lista de aspirantes sacrifica la unidad. Por el lado de la Colombia Humana hay resistencia en sectores sindicales, campesinos, que temen ser desplazados por la visibilidad de estas figuras de las redes sociales. 

Además, ambos movimientos corren el riesgo de que estas apuestas no resulten. Después de todo, se ha vuelto tradicional que al día siguiente de cada elección circulen artículos compilando la lista de famosos quemados que no pudieron traducir likes en votos.

Cambiar a Uribe por likes

Como contamos, la campaña presidencial del 2022 se inauguró con la renuncia de Uribe al Congreso el año pasado, en medio de los movimientos de su defensa en el proceso en su contra por presunto fraude procesal y soborno.

Sin embargo, la ausencia de su nombre en el primer renglón de los candidatos al Congreso (luego de haber ocupado ese lugar en 2014 y 2018) implica un problema para su partido.

“El presidente Uribe está muy preocupado por las elecciones de 2022 y por su ausencia en la lista. Está buscando nombres que tengan popularidad y que puedan convertirla en votos. Por eso ha recurrido a actores y presentadores”, le dijo a La Silla el excandidato al Senado uribista Sergio Araujo, quien fue además uno de los primeros 11 miembros de la dirección general del Centro Democrático en 2014.

En 2018, cuando el Centro Democrático cambió por una lista abierta en las legislativas, Uribe puso, él solo, una tercera parte del total de 2,5 millones de votos del partido para Senado.

Este vacío para las próximas elecciones busca ser llenado, en parte, por los influencers que traigan sus propios votos, y por otro lado con la figura de Tomás Uribe, hijo del expresidente, en la cabeza de la lista, algo que viene promoviendo un sector del partido, con mucho ruido desde los medios, desde noviembre del año pasado. Aunque otro sector del Centro Democrático considera que Uribe hijo debería ser la opción a la candidatura presidencial.

“El nombre de Tomás Uribe encabezando la lista al Senado sería una prenda de garantía política muy importante”, le dijo a La Silla Juan Espinal, representante a la Cámara del Centro Democrático.

Por el lado de Tomás Uribe hay pocos conflictos, pero no es igual en cuanto a los influencers. Araujo le dijo a La Silla que la inclusión de nombres como Jorge Cárdenas y Carlos Antonio Vélez en las listas “desestimula la participación de quienes hemos estado activamente políticos en el partido y debilita la parte doctrinaria. Si esto se vuelve una lista de farándula, no me provoca”.

Aunque sin criticar a los influencers, el senador José Obdulio Gaviria también nos dijo que considera que el partido debe volver a su “esencia”, que a su juicio es la lista cerrada: “Se lo he propuesto al presidente Uribe, pero la mía es una voz solitaria. En el partido plantean que perderíamos competitividad con respecto a los otros partidos”.

Sin embargo, estos recelos parecen minoritarios. Las otras cuatro fuentes que consultamos del uribismo nos dijeron que les parece bien la llegada de estos influencers. 

Algunas de estas voces tienen en común que cuentan con capitales políticos consolidados, como para disputar en una lista abierta. El representante a la Cámara Edward Rodríguez, por ejemplo, nos dijo que “lo que queremos es que la lista crezca, convertirnos en la primera fuerza política del país y para eso es importante traer una ciudadanía que hoy no tenemos”.

En la misma línea opina Rafael Nieto, que suena como una de las opciones a la presidencia del uribismo junto a las senadoras Paloma Valencia y Paola Holguín: “Puedo imaginarme que algunos de los congresistas se puedan sentir incómodos y sentir que hay una competencia por el voto de opinión si Uribe no se llega a presentar, pero la verdad creo que airea al partido, trae gente con perfiles y afirmaciones distintas”.

En el Centro Democrático hay otro factor: la obediencia a Uribe. “Nosotros respetamos mucho las decisiones del presidente Uribe”, nos dijo Juan Espinal, quien agregó que las invitaciones han partido particularmente del expresidente y no se han reunido con los otros congresistas para hablar sobre el tema.

Esta unidad de cuerpo del uribismo, sin embargo, no es tan clara en el caso de Colombia Humana.

El efecto Bolívar choca con las bases

En el movimiento de Gustavo Petro hay diferencias en la forma en la que se van a armar las listas. Estas posturas quedaron claras desde octubre del año pasado, durante uno de los programas dominicales de lectura de columnas de Gustavo Petro y Gustavo Bolívar.

El moderador de ese día, el periodista Gonzalo Guillén, director del portal web la Nueva Prensa, le preguntó a los senadores si en la lista al Congreso iban a estar los abogados Augusto Ocampo y Miguel Ángel del Río, quienes lo han apoyado en las causas judiciales por sus investigaciones, la mayoría contra el uribismo.

Las respuestas de Bolívar y Petro tuvieron matices muy distintos. Petro no quiso confirmar los nombres y habló de forma general de la importancia de mayorías en el Congreso: “El año entrante deben haber unas primarias, donde la población pueda escoger las candidaturas. No es cómo hacemos nosotros las listas, sino cómo las hace la ciudadanía”.

Entonces Bolívar intervino y dijo: “La respuesta es que sí queremos que estén ellos, necesitamos gente como ellos en esas listas”. Pero Petro siguió callado.

Una fuente cercana al excandidato presidencial, que pidió no ser citada para no generar problemas en el movimiento, le dijo a La Silla que Petro no apoya la campaña de Bolívar de comenzar a lanzar nombres.

“Petro quiere mirar que quien se vaya a postular tenga un respaldo real en términos de votación. Él ha tratado de posicionar la idea de que las candidaturas a dedo no van a funcionar. Por eso nadie más ha dado nombres”, dijo la fuente.

Bolívar le dijo a La Silla que “realmente no fue buena idea lanzar nombres, pero al final se empezó a mover el asunto. Lo negativo es que cuando uno nombra se queda gente afuera”.

La Silla habló con los representantes David Racero y María José Pizarro, quienes desde diciembre comenzaron la campaña ‘Renovemos el Congreso’. Nos dijeron que han estado evaluando candidaturas nuevas, tanto de líderes sociales reconocidos como de influencers, así como una alianza que incluya a partidos como el Polo Democrático, el MAIS y la Unión Patriótica. Agregaron que a mediados de este mes darán más detalles.

Este cuidado con los nombres también tiene que ver con que algunos de estos influencers generan tensión con las bases sindicales de la Colombia Humana. Racero nos dijo que “hemos sentido esa tensión y esa es justamente la grandeza que tenemos que tener quienes estamos configurando estas listas: tener la capacidad de conciliar”.

Bolívar le dijo a La Silla que “ha habido un reclamo de las organizaciones sociales que sienten que se parten el lomo, trabajan y luego llega un paracaidista a la lista y cae parado, pero Petro les ha explicado que tenemos que abrir el espectro, traer gente nueva. Hoy todos lo entienden”.

Sin embargo, una fuente de las bases sindicales de la Colombia Humana, y otra de los agricultores, que pidieron no ser citadas para evitar controversia, confirmaron su prevención: “Es bastante discutible. Mientras la derecha está poniendo actores, de este lado están poniendo youtubers. Que son famosos por estar insultando en redes. ¿Realmente eso queremos?”, dijo la fuente de los sindicatos.

Los que sí están confirmados

Por ahora, mientras las figuras más conocidas que invitó Bolívar declinaron la oferta, solo dos personas de las mencionadas por Bolívar han aceptado públicamente. 

Son el activista Beto Coral, quien ha promovido manifestaciones contra el uribismo en el extranjero y buscaría la curul a la Cámara de los colombianos fuera del país; y la abogada Cielo Rusinque, quien como contamos en esta historia ha sido crítica del sector de Colombia Humana que se fue con Ángela María Robledo, y aceptó aspirar al Senado.

También suenan, aunque aún no han confirmado su intención, Isabel Cristina Zuleta, líder del movimiento Ríos Vivos que se ha opuesto al proyecto Hidroituango en Antioquia; y Luis Ernesto Olave, vocero del Movimiento por la vida que ha sido el puente entre Petro y las comunidades afro.

Otro de los mencionados por Bolívar, el periodista Ariel Ávila, está indeciso entre Colombia Humana y el Partido Verde, según nos dijeron el senador Bolívar y el representante Racero.

El ‘frente amplio’ que busca Gustavo Petro tiene entre sus incertidumbres cómo serán las listas. 

Petro ha dicho que quiere que sean cerradas, pero tanto Racero como Bolívar nos dijeron que esto puede cambiar con la llegada del Polo y los otros movimientos. Sobre todo, porque la idea es que la lista intercale hombres y mujeres y eso implicaría que algunos que ya tienen curul o una voz fuerte en Colombia Humana, como el excandidato a la Alcaldía de Bogotá Hollman Morris, queden en puestos muy altos.

Por el lado del uribismo, el otro influencer mencionado, el presentador Carlos Antonio Vélez, aún no ha respondido. La Silla trató de hablar con él y nos hizo saber, a través de un contacto cercano, que por el momento no hablará del tema.

Aunque con varios nombres por confirmar, la intención del uribismo y el petrismo de apostar a los influencers es clara y marcará parte del debate en el 2022. En especial en una época en la que las conversaciones de los poderosos, y sus peleas, están a la vista de todos en las redes sociales y, con ellas, el escenario de confrontación que definirá las elecciones legislativas y presidenciales.

Periodista en La Silla Vacía hasta 2023. Estudié periodismo en la Universidad de Antioquia y allí hice un diplomado en periodismo literario. Trabajé en El Colombiano y fui subeditor del impreso de El Tiempo. En 2022 participé en el libro 'Los presidenciables' de La Silla Vacía y en 2020 hice parte...