Julián Bedoya busca ser el candidato inevitable de Petro en Antioquia

Julián Bedoya busca ser el candidato inevitable de Petro en Antioquia
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Foto: Mateo Isaza, El Armadillo

El exsenador liberal Julián Bedoya lanzó su candidatura a la Gobernación de Antioquia con todos los símbolos de la política clientelista.

Lo hizo sellando su alianza con el grupo político del senador Carlos Trujillo, el poderoso barón antioqueño que preside el Partido Conservador y uno de los aliados claves de la coalición del gobierno Petro en el Congreso. “Vamos a construir la candidatura más robusta del departamento”, dijo Bedoya sobre la tarima de un salón del restaurante ‘Andrés Carne de Res’, en el barrio El Poblado de Medellín.

En paralelo al pacto con Trujillo, Bedoya mantiene su alianza con el alcalde de Medellín, Daniel Quintero. Con esto pavimenta el camino para recibir el guiño de Gustavo Petro. Esto a pesar de ser un político cuestionado y con acusaciones de cometer fraude para obtener su título de abogado. “La orden del presidente es asegurar la victoria”, dice Alejandro Toro, representante por Antioquia del Pacto Histórico y miembro del grupo político de Quintero.

Con Bedoya, el petrismo tiene una carta fuerte para triunfar en un bastión tradicional de la derecha.

Una alianza tradicional y sin complejos

Frente a cientos de periodistas locales, la candidatura de Bedoya a la gobernación fue lanzada con orquesta de vallenato y una pantalla gigante.

La ocasión era la celebración internacional del día del periodista y no escatimó en recursos y gestos para sus invitados. Bedoya los saludó uno por uno a la entrada del restaurante mientras su esposa, la comunicadora María del Pilar Rodríguez, les entregaba a los periodistas una tableta Samsung Galaxy avaluada en 700 mil pesos o bonos redimibles por 800 mil pesos en K-tronix. “Un detalle de agradecimiento por su labor”, decía el exsenador.

Los últimos en entrar al salón reservado por Bedoya fueron la plana mayor del grupo político de Trujillo. Estaba encabezada por el representante Daniel Restrepo Carmona, del Partido Conservador. Junto a Carmona iban el concejal Lucas Cañas, precandidato a la Alcaldía de Medellín, y el diputado Jaime Cano, ambos del ala de Trujillo.

Los acompañaba la representante María Eugenia Lopera, la ficha de Bedoya en la Cámara por Antioquia. Fabio Rivera, el concejal de Medellín de la cuerda de Bedoya, repartía apretones de manos entre las mesas atestadas de periodistas. “Estoy sorprendido con lo servil que puede ser el gremio”, decía un periodista en voz baja. “¿Qué término para el churrasco?”, le preguntaban a un colega.

Justo al frente de la mesa de los políticos se alzaba la tarima en la que Bedoya estaba a punto de pronunciar su discurso. Lo presentó su esposa, que ha sido contratista en múltiples municipios de Antioquia gracias a sus conexiones políticas, como lo han revelado Vorágine y El Armadillo.

Rodríguez se atribuyó la vocería de los periodistas invitados y le preguntó a su esposo, antes de darle el micrófono, si iba a lanzarse a la gobernación y de hacerlo con qué fuerzas políticas contaría.

Bedoya no evadió las preguntas y respondió como un político sin complejos. “El grupo del senador Trujillo tiene el mismo número de alcaldes, concejales y diputados que el nuestro”, dijo al justificar la alianza con el político conservador, aunque tenga su origen en el Partido Liberal. “Si las cuentas nos dan esta candidatura va a consolidarse. Yo no hago política para perder. Yo hago política para ganar y para tener espacio en el poder”, remató.

Bedoya también anunció que estaba conversando con cuatro agrupaciones políticas más, aunque se negó a entregar detalles. El concejal Cañas le confirmó a La Silla que dos de ellas eran Cambio Radical y el Partido de La U. “Los partidos tienen que demostrar que son organizaciones fuertes. No es necesario llenarnos de movimientos de garaje”, dijo. La Silla le preguntó si estaban buscando el guiño presidencial. “Vamos avanzando”, se limitó a contestar entre risas. 

“Nosotros votamos por el presidente de la República. Y no sólo vamos a buscar al Pacto Histórico sino a todos los partidos con los que podamos llegar a un consenso en Antioquia”, le dijo a La Silla la representante Lopera.

Las puertas abiertas de la izquierda antioqueña

En enero del 2022, a punto de empezar el último tramo de la campaña presidencial, Petro estuvo en eventos multitudinarios en Antioquia. El primero de ellos fue en el municipio de La Estrella, al sur de Medellín, bastión político de Bedoya.

Contratistas de la alcaldía del municipio, controlada por su grupo político, fueron los encargados de organizar la logística del evento. Incluso uno de ellos presentó en tarima al entonces candidato del Pacto Histórico.

Tras la primera vuelta, Bedoya se atribuyó el triunfo de Petro en 10 de los 11 municipios del Urabá antioqueño, donde opera con fuerza su maquinaria. Y pronto, con la izquierda ya instalada en Casa de Nariño, empezó a cobrar su eficacia electoral.

Bedoya buscó tener acceso al gabinete e impulsó la hoja de vida de dos candidatas al Ministerio de Vivienda como cuotas liberales. La primera, Karen Delgado, exsecretaria de la alcaldía de Quintero, fue rechazada. Con la segunda, la actual ministra Catalina Velasco, aliada de Petro desde hace años, tuvo éxito. Con la ayuda de Bedoya la hoja de vida de Velasco fue presentada y aceptada como una de las cuotas del Partido Liberal.

Y además de estas deudas cobradas en el alto gobierno, Bedoya empieza a ganar tracción en la izquierda local.

El 21 de enero, el Polo Democrático en Antioquia renovó su mesa directiva. Manuel García, un dirigente que tiene su base en política el Urabá, logró la presidencia del partido. García tiene una relación cercana con Independientes, el movimiento de Quintero, y representa la línea del Polo que apoya abiertamente a su administración. “Hoy la mayoría de la militancia está con Daniel Quintero”, dice García.

La victoria de García golpeó a la línea de Luz María Múnera, representante del Pacto por Antioquia. Múnera es una política de izquierda opositora a Quintero.

La cercanía del Polo y de otros partidos de izquierda con Quintero, como la Colombia Humana, son uno de los puentes que comunican al Pacto con la candidatura de Bedoya, aliado del alcalde.

También lo son las directrices nacionales del petrismo: armar candidaturas de coalición con los partidos de gobierno en aquellos lugares donde no tengan la fuerza suficiente, como Antioquia. “Para nadie es un secreto que la estructura de Julián Bedoya apoyó al presidente Petro en el departamento. Existe la posibilidad de que pida pista en el Pacto Histórico”, dice García.

“Para mí es difícil apoyar a un candidato con las prácticas políticas de Julián Bedoya. No sé si lo es para otros”, dice la representante Múnera. Sin embargo, no le cierra la puerta a la alianza con el exsenador liberal. “Yo no niego la posibilidad de pactar con quienes hoy están en la coalición de gobierno. Debemos revisar el programa que Julián Bedoya le va a presentar al departamento”, afirma.

Y la militancia del Pacto Histórico en Antioquia está dispuesta a secundar la política de alianzas ordenada desde Bogotá.

“La izquierda y el sector alternativo en Antioquia difícilmente pueden ganar si están solos”, dice Andrés Peña, secretario político de la Unión Patriótica. Peña asegura que si Julián Bedoya surge como el candidato del Pacto Histórico, bajo la estrategia del Frente Amplio con los partidos de gobierno, deben ser pragmáticos y tener disciplina de partido. “El objetivo es consolidar el proyecto político. Reafirmar lo que se ganó en la presidencia en lo territorial”, dice.

Los sólidos puentes con Quintero

Bedoya, además de sumar una estructura política potente y aprovechar el renovado pragmatismo de la izquierda local, mantiene cuotas dentro de la alcaldía de Quintero. Por ejemplo, el concejal liberal Fabio Rivera, del grupo político de Bedoya, hace parte de la coalición quinterista.

Esteban Restrepo, quien está en el sonajero para ser el candidato de Quintero para la Gobernación, dice que es muy pronto para analizar alianzas. “Sin embargo, no descartamos buscar alianzas con sectores liberales, como pretende el Pacto Histórico a nivel nacional”, asegura.

La candidatura de Bedoya debilita las opciones de Restrepo, quien ganó protagonismo cuando fue nombrado como líder del enlace con Antioquia durante el empalme. Por un lado, el grupo político de Trujillo, aliado de Independientes, está jugado con Bedoya y, por otro, la probada fuerza electoral de Bedoya está más alineada con las ambiciones del Pacto.

“Julián Bedoya defendió, estando en el Partido Liberal, las banderas del Pacto Histórico. Seguramente será tenido en cuenta”, le dijo el representante Toro a La Silla.

Toro sostiene que Bedoya primero deberá someterse a los mecanismos escogidos por el Pacto para escoger candidatos a gobernaciones y alcaldías, como las consultas interpartidistas.“Pero es un nombre que está sobre la mesa por el trabajo que hizo durante la campaña. Y ha demostrado que tiene una estructura sólida en el departamento”, dice.

En esa doble condición de cacique electoral, convertido al petrismo, Julián Bedoya empieza el camino a la Gobernación de Antioquia con el objetivo de encender su maquinaria a punta de gasolina progresista.

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