Juan Manuel Santos es un hombre al que le gusta sorprender. Lo hizo en campaña cuando iba perdiendo y decidió darle un vuelco de 180 grados a su estrategia. Y lo volvió a hacer hoy cuando, sin finalizar el paro agrario y cuando existe una sensación en el país de que las cosas no están totalmente bajo control, todo el gabinete quedó en interinidad.

Juan Manuel Santos es un hombre al que le gusta sorprender. Lo hizo en campaña cuando iba perdiendo y decidió darle un vuelco de 180 grados a su estrategia. Y lo volvió a hacer hoy cuando, sin finalizar el paro agrario y cuando existe una sensación en el país de que las cosas no están totalmente bajo control, todo el gabinete quedó en interinidad.

La idea de la renuncia protocolaria de todos los ministros se comenzó a cocinar la semana pasada, pero se concretó hoy en el Consejo de Ministros cuando el Ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas la planteó a sus colegas para darle oxígeno al Presidente en este momento crucial. Lo hizo después de intercambiar un comentario con Santos, que no oyeron los demás, y después de que el Presidente se retirara del recinto durante un rato.

Como la propuesta venía sonando desde el jueves pasado, y Cárdenas ya la había presentado en el Consejo Extraordinario del viernes pasado, la mayoría de los ministros no se sorprendieron. Consideraron que era una buena idea y una forma de mostrar su solidaridad con el Presidente. “Era claro que no habíamos podido conjurar la situación la semana pasada”, explicó uno de los ministros a La Silla. “Es una forma de dejarlo en libertad para hacer los cambios que considere pertinentes”.

“Es una cosa natural en una situación de este nivel presentar el respaldo al Presidente y que él pueda hacer lo que considere pertinente”, dijo otro ministro a La Silla. Ambos consideraron que esta crisis ministerial no solo era natural sino conveniente.

Otros miembros del gabinete, sin embargo, plantearon que de pronto el momento no era el más propicio para hacerlo. Sobre todo porque varios de ellos siguen negociando paros y temen que en la condición de “renunciados” tengan menor legitimidad para hacerlo.

Antes de que hubieran llegado a un consenso, volvió el presidente Santos al recinto y preguntó de qué se reían. Cárdenas le dijo que habían discutido que deberían renunciar todos. “¿Sí será este el momento?”,  preguntó Santos, según le contó una fuente a La Silla que lo supo de primera mano de parte de uno de los asistentes.

Evidentemente fue toda una escena previamente coreografiada pues La Silla confirmó que desde el jueves el presidente Santos comenzó a hacer consultas en algunas regiones con líderes empresariales y de opinión pidiendo nombres de posibles candidatos para entrar al gabinete. O sea que, aunque pareció una iniciativa de los ministros de último momento, era una idea que ya tenía varios días.

Una renuncia coreografiada
La propuesta de la renuncia protocolaria fue hecha por el ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas el viernes y de nuevo ayer. Pero desde el jueves el Presidente Santos ya estaba haciendo consultas para recibir sugerencias de personas para entrar al gabinete. Foto: Cortesía El Espectador.
El Ministro de Agricultura Francisco Estupiñán llegó al cargo hace tres meses, avalado por su antecesor Juan Camilo Restrepo y por los conservadores, a quienes el presidente Santos les había prometido la cartera. Su salida está cantada pero los conservadores están muñequeando para que no les quiten ese bastión Foto: Juan Pablo Pino.

Según fuentes del gobierno consultadas, la idea del presidente es integrar un gabinete más político y con mayores vínculos con la región. Al parecer el chiste –que estuvo circulando en las redes y retomó Daniel Samper Ospina en su más reciente columna- de que el único campo que conocen los ministros es el de golf, habría calado en el gobierno.

“El presidente tiene que recomponer el equipo de la Presidencia porque desmanteló el soporte político. Cómo estará de solo que el Secretario General –que nunca debería dar declaraciones- fue quien tuvo que salir a hablar con los paros”, dijo un funcionario del gobierno a La Silla.

La salida de Juan Mesa, de Germán Vargas Lleras y de Juan Carlos Pinzón de Presidencia han dejado a Santos sin suficientes apoyos políticos en Palacio.

Varios miembros del gabinete dicen que Cristina Plazas, su secretaria privada, cada vez tiene más poder y toma más decisiones en nombre del Presidente, lo que no cae bien entre algunos ministros. Aunque también es cierto que la persona que maneja la agenda del Presidente termina siendo el pararrayos de la frustración aquellos que no tienen suficiente acceso al mandatario.

Otra forma de entender que el presidente quiera conformar un equipo menos técnico y con mayor juego político es que quiere integrar el gabinete para la reelección. Es decir, que quiere traer gente que le ayude a garantizar los votos necesarios para seguir en el poder otros cuatro años.

Por cualquiera de estas razones, o por todas ellas, a Santos le gusta tomar decisiones que patean el tablero y que simbolizan nuevos ‘comienzos’. Cuando lo hizo en campaña, cuando iba perdiendo frente a Antanas Mockus, le resultó bien y quizás cree que este es el momento de repetir la jugada.

En todo caso, provocar una crisis ministerial es una práctica que usaban los presidentes antes de Uribe para darle mayor gobernabilidad a sus gobiernos. Pero eso era antes de las redes sociales y de que la interlocución con el Gobierno se diera en las calles en vez de en los gremios o en el Congreso.

La pregunta de millón es si este es el momento para hacerlo.

Los paros que no terminan
Se ha especulado que Sergio Díaz Granados saldrá del gabinete para dirigir la U y apoyar desde allí la campaña de reelección de Santos. Foto: Cortesía El Espectador.
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Mientras el gobierno entra en situación de interinidad, el paro continúa en varios sectores del sur del país. 
Foto: Laura López.

Florencia está bloqueada. Hoy volvieron a recoger basuras después de varios días pero las tres entradas a la ciudad están bloqueadas y no hay cómo llevar los desechos al relleno sanitario. La salida al aeropuerto también está taponada, por lo que el Ejército estaba sacando gente en helicóptero de la ciudad al aeropuerto y las mercancías y los medicamentos que se han enviado vía aérea han tenido que llegar en chalupas, según contó a La Silla una fuente de la zona.

En el sur del Huila los cafeteros están en paro. Es la zona que pintaba más caliente al principio y que Estupiñán logró desmontar inicialmente pero que en realidad no se ha desactivado.

Los camioneros afiliados a la ACC están en paroY hay mesas avanzando en Putumayo, Arauca, Casanare y Huila, donde también hay paro.

En conclusión, el paro en el sur del país continúa.

Entonces los ministros, viceministros y altos consejeros respectivos tendrán que viajar mañana a volverse a sentar con sus contrapartes del paro. Solo que ahora lo harán en situación de interinidad, lo que de entrada debilita su posición.

Esto sin contar que varios funcionarios seguramente comenzarán a pensar más en la vulnerabilidad de su propia situación personal y menos en la crisis que tienen que lidiar.

La Silla confirmó que, por ejemplo, funcionarios clave del Ministerio de Agricultura, a quienes les pidieron la renuncia protocolaria desde la semana pasada, ya están circulando sus hojas de vida. Es decir, ya tienen un pie afuera del gobierno porque lo que puede ser “protocolario” para el presidente es una posibilidad bien real para cada uno de los funcionarios renunciados.

Por otra parte, este mensaje, unido al de la orden que dio Santos de “militarizar” Bogotá la semana pasada, refuerzan hacia afuera una sensación de inestabilidad grande que seguramente los inversionistas extranjeros asimilarán con su propia calculadora.

Es posible que el Presidente considere que a pesar de estos riesgos esta movida envía un mensaje que puede ser más contundente (sobre todo en las encuestas) y es que él sí manda.

Después de que inicialmente Santos optó por desestimar el paro, para luego sentarse a dialogar, para luego optar por la “militarización”, ahora decidió ir incluso más lejos y hacer un recambio un su equipo. Lo hace, además, pocas semanas después de haber cambiado toda la cúpula militar.

“Busca enviar ante la opinión pública el mensaje de que si alguien falla responde,” dijo un analista consultado por La Silla. “Jugar a la simbología de los echados”.

Con esta actitud “fuerte”, el presidente buscaría mostrar liderazgo después de que ha sido criticado por no saber que el gobierno había incumplido algunos acuerdos con los campesinos y por no haber tenido los reflejos para impedir a tiempo que medio país se prendiera.

Pero en realidad la verdadera intención de esta crisis ministerial sólo se sabrá cuando se sepa que ministros salen y quiénes los reemplazan. Hasta que se conozcan esos nombres (ninguno de los funcionarios de Palacio consultados por La Silla los sabían) todo esto es especulación.

Soy la directora, fundadora y dueña mayoritaria de La Silla Vacía. Estudié derecho en la Universidad de los Andes y realicé una maestría en periodismo en la Universidad de Columbia en Nueva York. Trabajé como periodista en The Wall Street Journal Americas, El Tiempo y Semana y lideré la creación...