El panorama de la izquierda de cara a las presidenciales sigue enredado. Hoy se vence el plazo para que Clara López y Aída Avella inscriban su fórmula vicepresidencial y ninguna de las dos ha escogido todavía el nombre de quién será su escudero. Y las conversaciones entre los dos partidos para aliase, que se han rumorado desde hace una semana, siguen aún crudas.

El panorama de la izquierda de cara a las presidenciales sigue enredado. Mañana se vence el plazo para que Clara López y Aída Avella inscriban su fórmula vicepresidencial y ninguna de las dos ha escogido todavía el nombre de quién será su escudero. Y las conversaciones entre los dos partidos para aliase, que se han rumorado desde hace una semana, siguen aún crudas.

La demora se debe en parte a que esa alianza sigue siendo una posibilidad, pero muy probablemente no se concretará esta semana. La Silla supo que integrantes de los partidos y movimientos de la izquierda, además de algunos independientes, han venido reuniéndose, tanto todos juntos como por separado, para explorar posibles acuerdos. Pero hasta el momento no hay ningún resultado concreto y es muy difícil que se dé antes de las elecciones al Congreso el domingo.

Eso significa que tanto la candidata del Polo como la de la Unión Patriótica tendrán que escoger una fórmula temporal para su acto de inscripción y que la próxima semana podrán retomar el tema, antes de que el plazo definitivo para inscribir la candidatura presidencial venza el próximo viernes.

El Polo se reunirá hoy a las 5 de la tarde para llegar a una decisión, que se ha retrasado en parte por la crisis cardíaca que sufrió esta semana Carlos Romero, directivo del partido y esposo de Clara López. La UP lo hará hoy también, a la 1 de la tarde.

La incógnita es si, cuando reanuden las reuniones la próxima semana, lo harán solo entre los sectores de la izquierda -el Polo y la UP- o si la convergencia será más amplia e incluirá al centro -los verdes, los integrantes de Pedimos la Palabra o independientes como Eduardo Verano– y a sectores sociales como el Congreso de los Pueblos o el grupo indígena de Feliciano Valencia.