La entrevista que le dio Enrique Peñalosa a RCN Radio ayer desde Alemania agarró por sorpresa a casi todos dentro del Partido Verde. En principio, el tiro parecería haberle salido por la culata al ex alcalde porque los verdes desconfían de él, una decisión verde de lanzar candidato presidencial iría en contravía de su presencia en la Unidad Nacional y su apoyo al proceso de paz le cierra las puertas del uribismo. Pero, hablando con personas que lo conocen bien, está la hipótesis de que Peñalosa podría estar jugando a tres bandas.

En una sorpresiva entrevista desde Berlín ayer, Enrique Peñalosa propuso su nombre como candidato presidencial verde, se mostró abierto a participar en una consulta -posiblemente para una tercería- y fue muy vocal en su apoyo al proceso de paz con las Farc. 

La entrevista que le dio Enrique Peñalosa a RCN Radio ayer desde Alemania agarró por sorpresa a casi todos dentro del Partido Verde.

Primero, porque los verdes están pensando en cómo sobrevivir al umbral y no han comenzando a planear una estrategia para las presidenciales. Segundo, porque pensaban que el ex alcalde estaba más cerca de Álvaro Uribe y ninguno esperaba sus palabras favorables a Juan Manuel Santos, con quien ha sido en general crítico. Y finalmente porque todos estaban pensando en tender puentes con Sergio Fajardo para reconstruir el partido antes que con él.

El apoyo de Peñalosa al proceso de paz podría haber cerrado las puertas de manera definitiva a cualquier alianza política del ex alcalde con el ex presidente Álvaro Uribe.
Al hablar de “consulta” hacia las presidenciales, Peñalosa podría estar abriéndole la puerta a participar en una eventual tercería como la que han venido planteando Antonio Navarro Wolff y algunos verdes. 

Foto: Juan Pablo Pino

En principio, el tiro parecería haberle salido por la culata a Peñalosa. Su apoyo decidido a los diálogos con las Farc parece haberle cerrado definitivamente las puertas del uribismo, donde varias personas que lo conocen lo veían cómodo y le anticipaban opciones realistas de competirle a los otros precandidatos.

Por otro lado, su idea de ser el candidato presidencial verde los pone a ellos en una situación incómoda, porque están en la Unidad Nacional y cualquier partido en ella tendría que apoyar la reelección de Santos. Y, por último, porque muchos dirigentes verdes aún no le perdonan la alianza con Uribe en las elecciones de Bogotá hace dos años.

Pero, hablando con personas que lo conocen bien, está la hipótesis de que Peñalosa podría estar jugando a tres bandas. Al proponerse como candidato presidencial de los verdes, estaría tirándoles un anzuelo que podría jalonarlos en las elecciones al Congreso, ayudarlos a superar el umbral de 450 mil votos y darles un nombre de peso en una eventual tercería.

Peñalosa -quien no tendría tantas opciones de ser presidente esta vez si Santos se lanza- ha demostrado no ser un buen candidato pero podría posicionar ideas importantes en el debate y moverlo, sobre todo en un escenario de Santos Calderón vs. Santos Calderón.

Y el hecho de que esté tan jugado por el proceso de paz, posiblemente a raíz del acuerdo agrario dado que su padre fue uno de los mayores promotores de la reforma agraria y él es un convencido del tema de igualdad, le puede abrir un espacio en el santismo para convertirse en una ficha interesante en Bogotá. Es decir, si revocan a Gustavo Petro él podría convertirse en el candidato del santismo, aunque le tocaría enfrentarse primero con Carlos Fernando Galán y posiblemente Gina Parody. Y si no, en 2015 estaría posicionado para suceder a Petro.

En todo caso, Peñalosa tendrá que primero ganarse la confianza de los verdes, que todavía desconfían de su lealtad con el partido y que dudan de con quién se posicionaría en una segunda ronda.

Los dilemas de Peñalosa y de los verdes
La estrategia más importante de los verdes de cara al 2014 es atraer de vuelta al partido al sector cercano al gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo.
Las negociaciones para que los fajardistas de Compromiso Ciudadano, liderados el ex alcalde de Medellín Alonso Salazar, habían avanzando bastante pero se estancaron en las últimas semanas.

Foto: La Silla Vacía

El aparente cambio de opinión de Peñalosa sobre el proceso de paz -un tema sobre el que no se había pronunciado tan favorablemente antes- podría tener que ver con el acuerdo agrario y el impulso que le dio su padre a la reforma agraria.

El mayor temor que han tenido muchas de las figuras verdes es que Peñalosa quiera buscar de nuevo el apoyo del ex presidente Álvaro Uribe, como hizo durante las elecciones de Bogotá en 2011 y que sellaron su ruptura con buena parte del partido. Al final, él perdió con Petro, Antanas Mockus se alejó y Sergio Fajardo salió elegido gobernador de Antioquia gracias al trabajo de su equipo más que al de los verdes.

Por eso las declaraciones de Peñalosa ayer buscaban reparar, en parte, ese daño. Hasta cierto punto lo pueden haber conseguido.

“El deslinde de Peñalosa de Uribe a mí me sorprende gratamente porque nos quita un gran temor de encima. Si uno coge -literalmente y al pie de la letra- lo que dijo, nos está dando a entender que está dispuesto a poner su nombre en consideración para ser candidato propio y para una eventual tercería con otros sectores distintos al uribismo y el santismo”, le dijo a La Silla un reconocido verde que no pertenece al ala peñalosista. “Se pronunció sobre el tema que más polariza”, dijo otra persona cercana a los verdes.

Sobre todo parece haber calado su declaración de apoyo a los diálogos de La Habana, uno de los pocos puntos que consigue reunir a todos los verdes y el más espinoso para los uribistas.

“Ese apoyo amplio e irrestricto al proceso de paz es fundamental, sobre todo en alguien a quien hace unos meses no se le veía tan convencido”, dijo otro congresista verde que tampoco es cercano al ex alcalde.

Pero hasta ahí parece llegar el optimismo por un “regreso” de Peñalosa a los verdes. La Silla consultó a ocho conocidas figuras verdes, pertenecientes a cinco corrientes diferentes dentro del partido, sobre la propuesta que lanzó al agua Peñalosa desde Berlín.

Todos coinciden en que primero viene el debate sobre cómo salvar al partido y luego cualquier discusión electoral. Y a todos les pareció extraño que la propuesta de Peñalosa no llegase a la Dirección Nacional verde sino vía radio desde Alemania, donde es uno de los invitados al foro sobre bienestar y desarrollo que organiza la canciller Angela Merkel.

“Primero lo primero y segundo lo segundo. La discusión fundamental ahora es salvar el umbral, que es de lo que depende la vida del partido. Si no lo superamos, ¿cómo vamos a poder poner un candidato presidencial?”, dice un dirigente verde. “Si el partido se desconcentra con ese tema en vez de pensar en recomponerse y armar listas fuertes al Congreso, podría cometer un grave error e incluso desaparecer”, dice otro.

Y es que, pese a que algunas figuras verdes como la representante Ángela Robledo o el secretario general Néstor Daniel García han participado en muchas de las conversaciones preliminares sobre la tercería, el tema de cómo afrontar las presidenciales todavía no se ha tocado en la dirección.

Por ahora la gran apuesta de los verdes para sobrevivir al 2014 es, como contó La Silla, buscar un acercamiento con los fajardistas, en cabeza de Alonso Salazar y Compromiso Ciudadano. Estos diálogos -inicialmente impulsados por las juventudes verdes- venían avanzando rápidamente, pero tres fuentes le confirmaron a La Silla que en las últimas semanas el proceso se ha frenado.

El fondo de esas diferencias no está en lo ideológico ni en la estrategia electoral de cara a las elecciones legislativas, sino en el manejo administrativo del partido. Esta área, en cabeza hoy de Carlos Ramón González y de Néstor Daniel García, es precisamente aquella donde tanto los fajardistas como algunos sectores del partido creen que debe haber cambios profundos.

La mayoría de los verdes se opone a pensar en un aval presidencial a estas alturas, pero es una realidad que ésta podría ser una de las maneras de recuperar los votos desencantados de la ola verde en 2010.

“Todos los partidos aprendieron la lección de la consulta verde en marzo. Sirvió para jalar sus listas al Congreso, fortaleció a su candidato a muy poco tiempo de las elecciones presidenciales y entraron en una dinámica de crecimiento que les permitió competir”, dice una persona que fue cercana a la ola verde. “Le está poniendo un incentivo al partido, un mecanismo que podría ayudarlos a superar el umbral”. Como dice otra fuente verde, “nos vuelve atractivos para gente que no nos veía atractivos ya”.

En ese caso los votantes estaban decidiendo entre tres candidatos verdes -Mockus, Lucho Garzón y el propio Peñalosa-, pero la estrategia podría traducirse también en votos en caso de que fuese una consulta entre nombres de varios partidos en busca de una tercería.

La jugada bogotana

Aunque Enrique Peñalosa admitió que ser candidato presidencial es su sueño, varias fuentes verdes y otras cercanas a él creen que sus ojos siguen puestos en Bogotá.

Peñalosa también podría estar apuntando a fortalecer su posición política, en caso de que la revocatoria de Gustavo Petro prospere.

La razón es que dentro de los círculos políticos la revocatoria del mandato de Gustavo Petro, antes vista como un escenario poco probable, comienza a ser vista como uno posible.

Eso hace que posicionarse políticamente en la capital cobre un nuevo significado. Y si Peñalosa quisiera lanzarse necesitaría un partido con personería jurídica, ya que unas elecciones atípicas dan poco tiempo para recoger firmas.

“Si las firmas [de la revocatoria de Miguel Gómez] se aprueban esta semana, cambia la agenda política de Bogotá. Peñalosa puede jalonar el partido por la situación de Bogotá. Y si hay revocatoria diez veces más, porque nos pone vigentes en el discurso y en la campaña”, dice una fuente verde cercana a él.

Los temas urbanos podrían convertirse también en un punto de diálogo con el presidente Juan Manuel Santos, con quien el ex alcalde ha sido generalmente crítico pero quien salió bien parado en su entrevista desde Alemania.

Si Peñalosa quisiera volver a la Alcaldía y los verdes tomaran la decisión de permanecer en la Unidad Nacional, ese punto de contacto podría jugar a su favor en unas eventuales elecciones atípicas. Como Santos no hará ningún anuncio puntual sobre la reelección hasta noviembre y los verdes tampoco tomarán una decisión antes de su Congreso nacional en septiembre, meterse en el ruedo no lo perjudica.

Sólo una certeza queda después de su entrevista berlinesa: Peñalosa le habría cerrado ya las puertas a llegar al uribismo. Y ese podría ser el mensaje que quería mandar.

Fui periodista de La Silla Vacía especializado en temas ligados al Acuerdo de paz (desarrollo rural, política de drogas, justicia transicional y cómo las víctimas reconstruyen sus vidas) y al ambiente. Soy pata de perro y tengo más puestos que una buseta: soy editor del Centro Latinoamericano de...