Después de ocho años en la Alcaldía de Bogotá, el Polo logró construir una de las estructuras políticas más sólidas en la capital. Y ahora, una buena parte de esta estructura se está moviendo a favor de Gustavo Petro.
La maquinaria de Gustavo Petro
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Después de ocho años en la Alcaldía de Bogotá, el Polo logró construir una de las estructuras políticas más sólidas en la capital. Y ahora, una buena parte de esta estructura se está moviendo a favor de Gustavo Petro.
Como Aurelio Suárez, el candidato oficial del Polo, no despegó en las encuestas, el voto útil comienza a imponerse entre los segmentos tradicionales de opinión del Polo y por el lado de la maquinaria, los sindicatos, el magisterio y varios ediles del Polo también ya están con Petro. Ninguno quiere correr el riesgo de que Enrique Peñalosa llegue a la Alcaldía porque lo recuerdan como el alcalde que quiere privatizar la ETB y que promovió los colegios por concesión.
La cercanía del ex Secretario de Educación Abel Rodríguez a la campaña de Petro también ha logrado jalonar a los maestros públicos que recuerdan con agradecimiento a este funcionario de las alcaldías de Lucho Garzón y Samuel Moreno.
Sindicatos y profesores tienen completa libertad de apoyar al candidato que quieran, pero para los ediles implicaría doble militancia. Y aunque el Comité de Ética del Polo y el presidente del Partido Jaime Dussán han recibido múltiples denuncias sobre esto, no tienen la capacidad para investigar las denuncias.
Para algunos ediles que están con Suárez se ha vuelto evidente que otros compañeros del Polo no apoyan a su candidato cuando no van a las caravanas en su favor, o cuando no ayudan a difundir la publicidad a favor de Suárez. Pero no cuentan con una foto o una grabación como prueba de su doble militancia.
En el caso del concejal del Polo Guillermo Asprilla, que fue suspendido por el Polo hace una semana por doble militancia, las pruebas sí eran flagrantes (el concejal había firmado un acta ante la Registraduría como ‘coordinador del movimiento Progresistas’).
Pero, más allá de las sanciones, lo que dicen muchos líderes de base del Polo es que esto ya no es un problema jurídico sino político en el partido, porque la militancia se siente muy desligada de las directivas centrales del Polo que apoyan a Suárez, a quien todos los entrevistados por La Silla le reconocen que ha querido ligar lo mejor del discurso del Polo con las bases.
“Yo entregaré un informe detallado sobre la campaña al Comité Ejecutivo del Polo cuando pase el 30 de octubre”, dijo Suárez, quien prefirió no referirse en concreto a este tema.
Por lo pronto, así se mueve la estructura de la izquierda en Bogotá, entre Aurelio Suárez y Gustavo Petro.











Aunque la Comisión de ética del Polo y su presidente Jaime Dussán han recibido múltiples quejas sobre doble militancia entre esos 47 ediles, no han podido investigar si son ciertas, porque solo tienen un equipo investigativo de cuatro personas. Uno de los militantes del Polo, que apoya a Aurelio, dijo a La Silla Vacía que 80 por ciento de estos líderes apoyan a Gustavo Petro. Y un candidato del Concejo de La U lo ratificó. Pero en Ciudad Bolívar y Usme dicen que ese apoyo puede no ser más del 20 por ciento de los ediles que se quedaron en el partido.