Como Secretario General hace la parte difícil del ensamblaje del gabinete: desde la negociación política hasta garantizar que los postulados sean los más idóneos para los cargos.
Casi 15 días después de anunciados, cuatro de los 11 cambios del gabinete recién nombrado por el presidente Juan Manuel Santos (3 ministerios y 8 entidades) fueron cuestionados, a tal punto que dos ya se cayeron. Es la primera falla pública del secretario General de la Presidencia, Alfonso Prada.
Y lo es porque como Secretario General, Prada hace la parte difícil del ensamblaje del gabinete: desde la negociación política con los congresistas para mantener las cuotas dentro del Gobierno para evitar que éstas generen molestias dentro de los partidos y afecten la agenda en el Congreso, hasta garantizar que los postulados sean los más idóneos para los cargos. Sin mencionar que se puedan posesionar y no pongan al Presidente en el ridículo de que no le acepten el nombramiento públicamente como sucedió con el que iba para el Icbf.
Estos fueron los fiascos de este nuevo gabinete:
El primer nombramiento que se cayó fue el de Juan Carlos López, gerente de Colombia Mayor (entidad adscrita al Ministerio de Trabajo), como director del Bienestar Familiar.
Como contamos, López llegaba a una entidad de más de 2 billones de presupuesto, como cuota del Partido Liberal: es cercano al consejero para el Posconflicto, Rafael Pardo, y según dos senadores del Partido, la hoja de vida del funcionario también tuvo el apoyo de los codirectores y caciques liberales, los senadores Horacio Serpa y Rodrigo Villalba.
Prada llamó a López para ofrecerle el cargo tal y como este último dijo en La W y ya conocía de su hoja de vida porque estuvo en el proceso de selección de la dirección de Colpensiones, que se hizo bajo una firma caza talentos llamada Aristos y López quedó entre los preseleccionados.
A López tanto comentaristas deportivos como Iván Mejía, y sectores políticos como la candidata Verde, Claudia López, lo criticaron por su cuestionable manejo del club Los Millonarios entre 2004 y 2010, por lo que un día después del anuncio decidió no aceptar el cargo y Santos, en reacción al escándalo, dijo que quizás López tomó la decisión “por las críticas de los medios de comunicación”.
Desde ayer está cuestionado el nombramiento de la Superintendente de Notariado y Registro, Juana Bazán, quien mantiene la cuota de Cambio Radical en la entidad.
Según nos dijo un senador y un directivo de ese partido, por aparte, Prada solicitó varias hojas de vida a los senadores para cubrir esa vacante.
La de Bazán fue llevada a Palacio por parte del senador Bernabé Celis y también llegó otra hoja de vida diferente bajo la recomendación del senador Antonio Guerra.
Aunque hoy estaba prevista la posesión de Bazán por parte del ministro de Justicia, Enrique Gil, (de quien depende la Superintendencia) el acto fue removido de la agenda.
Como contó El Espectador ayer, Bazán habría adquirido en 1981 un predio que la Nación le entregó a un supuesto campesino y que ella habría vendido el mismo día a otra persona.
Aunque eso no constituye una inhabilidad, sí es paradójico que aparezca este negocio (que ella dice no recordar) cuando la Superintendencia tiene como labor el rastreo y posible recuperación de las tierras baldías a manos de terceros en todo el país.
Ya desde varios sectores, como La U, en cabeza de su codirector Mauricio Lizcano, le pidieron al Gobierno revertir ese nombramiento y tener más control sobre los antecedentes de los nombrados. Un control que en principio correspondería a Prada.
En Cambio Radical desconocen qué pueda suceder si se cae el nombramiento en la Superintendencia de Notariado. Aunque aún la Casa de Nariño no se ha pronunciado sobre el escándalo que la rodea, ya Cambio había formado pataleta en una votación clave del Fast Track en el Congreso ante rumores de que esa entidad quedaría a cargo del conservatismo.
Si el nombramiento se reversa y se da a otro partido, una situación similar podría ocurrir.
Otro que se cayó la semana pasada fue el de Jairo Lara Palacios, quien había llegado como director del Icfes y cuota de Opción Ciudadana.
Su hoja de vida, como contamos hoy en La Silla Pacífico llegó a Prada por medio de viejos amigos de Lara en el antiguo PIN y previamente se conoció con el hoy Secretario General durante la campaña del plebiscito.
Su nombramiento se cayó porque la pareja de la actual directora del Icfes, Ximena Dueñas está embarazada, lo cual se filtró a medios el 8 de agosto, 7 días después del nombramiento.
Haber sabido este dato era fundamental puesto que por ley no puede quedar desempleada la cabeza de familia cuando hay un embarazo.
Ahora, Opción Ciudadana está dispuesto a armar pataleta y mostrarle los dientes al Gobierno, a tal punto que mañana su bancada (5 senadores y 6 representantes) para definir si continúan en la Unidad Nacional, luego de que la Casa de Nariño detuviera y el nombramiento de Jorge Lara en el Icfes.
Aunque su apoyo en votaciones en el Congreso es bajo comparado con La U (19 senadores), los liberales (17) o Cambio Radical (9), en momentos en que los proyectos son aprobados con el mínimo de votos necesarios, para el Gobierno es clave tener a todos los congresistas de su lado. Garantizar ese quórum también es una función de Prada.
Entre los nombramientos que tambalean está el de la dirección de Findeter, a cargo del conservador Carlos Correa.
La junta directiva de la entidad determinó en reunión del 9 de agosto aplazar su posesión debido a que el funcionario está imputado en un proceso penal por corrupción en Córdoba.
Pese a ser del conservatismo cordobés, el nombramiento de Correa fue visto dentro del partido como uno de los funcionarios más cercanos al presidente Santos, debido a que antes era su consejero para las Regiones. Santos sabía de la imputación y defendió su nombramiento con el argumento de que “ha sido un funcionario de lujo, todos lo quieren y siempre da resultados”.
Sin embargo, quizás le faltó sondear a la junta antes.
