La plata que reciba y gaste la campaña presidencial de Federico Gutiérrez pasará por los ojos y la vigilancia del contador público Carlos Álvarez Luna quien, al mismo tiempo, es el que se encarga de auditar las cuentas del Centro Democrático.

La campaña de Gutiérrez le reportó al Consejo Nacional Electoral (CNE) que Álvarez es su auditor interno y así consta en el portal Cuentas Claras. Nombrar un auditor es un requisito indispensable, según las normas electorales, para que la campaña empiece a manejar plata.

“Nuestra empresa (A&A Consultores) tiene más de 22 años de experiencia. Entiendo que la campaña de Federico Gutiérrez nos contactó a través de la firma. Llevo muchos años en el tema electoral, llevo varias campañas, no soy político”, le dijo Álvarez a La Silla.

Del auditor depende en gran parte que la campaña cumpla con las normas electorales, como el tope de financiación, o que todo movimiento contable esté ajustado y soportado ante el CNE. 

Un contador cercano al uribismo

El nombramiento del contador Álvarez es llamativo porque desde que se fundó el Centro Democrático en 2014, él se ha encargado de llevar la contabilidad del partido y de sus dos campañas presidenciales: Óscar Iván Zuluaga en 2014, e Iván Duque en 2018. Campañas que han tenido ruidos e investigaciones por el manejo de la plata.

En la de Zuluaga, al contador Álvarez le tocó declarar ante la Fiscalía por el escándalo del hacker Andrés Sepúlveda. Como contó Semana, Sepúlveda señaló que Zuluaga y su hijo David – gerente de campaña- le habrían pagado para crear una estrategia de desprestigio contra Juan Manuel Santos.

En una inspección judicial a la sede de Zuluaga encontraron registros de unos pagos a Luis Sepúlveda – hermano de Andrés- que no aparecían en los gastos de la campaña reportados al CNE. En su momento, el contador Álvarez dijo no conocer a los hermanos Sepúlveda, pero admitió que según registros contables existía un pago al hermano del ‘hacker’.

Por ese caso la Fiscalía abrió una investigación contra David Zuluaga y la campaña. “La contabilidad de ese partido político no es fidedigna y no refleja los movimientos reales frente a la relación con Andrés Fernando Sepúlveda”, dijo el entonces fiscal general Eduardo Montealegre.

Sin embargo, el año pasado un juez la archivó porque pasaron más de dos años desde la indagación y el caso no avanzó por parte de la Fiscalía. 

En las elecciones de 2014, Álvarez también llevó la contabilidad de la lista cerrada al Senado del Centro Democrático, liderada por Álvaro Uribe Vélez. Y, luego, creó el manual de auditoría del partido

Cuatro años después, en la campaña de 2018 la contabilidad del Centro Democrático y de la campaña de Iván Duque fueron blanco de cuestionamientos por varios lados. Por uno, porque como reveló La Silla Vacía, al Centro Democrático entraron dineros provenientes de una empresa en la que era socio el venezolano Oswaldo Cisneros

Y por el otro, por los señalamientos que hizo la prófuga y condenada excongresista Aida Merlano. Según le dijo a Semana, políticos costeños como Julio Gerleín y los Char pusieron 6 mil millones en la campaña de Duque para comprar votos. Plata que no aparece en los registros de la campaña. A esos hechos se sumó la denuncia de los presuntos aportes de plata que habría hecho el cuestionado empresario José Guillermo Hernández Aponte, en lo que se conoció como la ‘Ñeñepolítica’.

Las tres denuncias fueron impulsadas por los congresistas petristas David Racero y Fabián Díaz. El CNE las compiló en un solo caso, y al contador Álvarez le correspondió atender en diciembre de 2020 una visita de inspección y auditoría que pidió la entidad electoral, como consta en el expediente. 

En octubre del año pasado, el CNE decidió archivar las denuncias contra la campaña de Duque, al aprobar una ponencia de los magistrados Jaime Lacouture (excandidato al Senado por el partido Conservador), Virgilio Almanza (aliado de la Casa Char) y César Abreo (exdirectivo del partido Liberal). 

En esa resolución, el CNE dijo que no había prueba de que lo denunciado por Merlano fuera así, porque en los registros contables no aparecían aportes de Gerlein o los Char. Y porque como ella está prófuga no se pudo tomar su declaración.

También desestimó lo del ‘Ñeñe’ porque, dijo, no existe prueba que permita demostrar que consiguió dinero “por debajo de mesa para pasarlo a los departamentos”. Y que en todo caso de haber sido así, “la campaña no tuvo conocimiento de la misma en tanto que dichos dineros no ingresaron propiamente a la campaña electoral”.

Pero el CNE sí mantuvo abierta la investigación contra el Centro Democrático por haber recibido plata de socios de una empresa llamada Silk, de la que el venezolano Cisneros era socio. La auditoría contable del Centro Democrático que menciona que los ingresos reportados en 2018 fueron ajustados a las normas los hizo el contador Álvarez, como aparece en el dictamen financiero. 

Sobre esos hechos en los que ha tenido que responder, el contador Álvarez dice que “una cosa son los temas contables, que son reales sobre cifras y documentos que es lo que uno como auditor válida y garantiza”. 

Y que otros, son los que no están a su alcance ni son de su competencia. “Donde yo he estado todo está registrado, soportado, con los requisitos, es un trabajo de auditoría, no hago política, ni siquiera trabajo con el Gobierno. Lo que hacemos es una labor de verificación de que todos los hechos contables de la campaña se reconozcan en la campaña”, dice. 

Soy el periodista que cubre el Congreso. Estudié comunicación social y periodismo en la Universidad Surcolombiana. Antes hice parte de La Silla Sur. En 2020 gané el premio de periodismo Reynaldo Matiz y en 2021, 2022 y 2023 el premio Carlos Salamanca a mejor investigación. Escríbame al jortiz@lasillavacia.com