Cuando el gobierno hizo la reforma al Código de Minas hace dos años y que la Corte tumbó, las amenazas mineras sobre el medio ambiente eran preocupantes. Se habían otorgado muchos títulos en áreas protegidas: había títulos sobre el 45 por ciento de los humedales protegidos internacionalmente por la Convención Ramsar y habías títulos sobre la mitad de las zonas de reserva forestal.
Para responder a esta situación, el nuevo Código excluye explícitamente algunas zonas de la minería: las del sistema de parques nacionales naturales, los parques regionales, las zonas de reserva forestal, los ecosistemas de páramo y humedales Ramsar.
Aunque definir zonas que se excluyen de la minería es un alivio para muchos ambientalistas, aún no logran satisfacerlos del todo porque las licencias ambientales que ya fueron concedidas sobre estas áreas seguirán siendo válidas y los proyectos podrán llevarse a cabo.
Además, la reforma deja intacto el hecho de que la exploración, por sí misma, no necesita licencia ambiental. Eso quiere decir, que actividades exploratorias, que incluyen la perforación del suelo, el movimiento de maquinaria y a entrada de gente no necesitan un permiso ambiental para comenzar.
Las exploraciones generan altas expectativas para la explotación y ponen una presión muy grande para que se aprueben estos proyectos si se encontraron yacimientos valiosos.
El Viceministro de Minas contó a La Silla que aunque la exploración por sí misma no necesita licencia ambiental, sí tiene que seguir las guías minero-ambientales que establece el Ministerio de Ambiente. Y que para que se cumplan, se ha fortalecido la institucionalidad minera: se creó la Agencia Nacional de Minería que debe controlar que se cumplan. En caso de que no, habrá multas e incluso la terminación del contrato.
La Reforma que se hizo en 2010 preveía que si se hacía una exploración en zona de reserva forestal, tenía que pasar por el visto bueno del Ministerio de Ambiente, que tenía que aceptar que esa área de reserva dejara de serlo. La reforma de este año elimina este requisito, así que se puede explorar libremente en áreas de reserva forestal. Además, la reforma le ordena al Ministerio de Ambiente volver a definir las reservas forestales y al primero que tiene que consultarle es a la autoridad minera. Esto también es polémico.
Como lo contó La Silla, el Ministro de Agricultura propuso que en el Código quedara prohibido en unos años el uso del cianuro y del mercurio con el argumento de que estas sustancias venenosas podían contaminar los productos agrícolas en Colombia y así ser rechazados en países importadores. Pero eso no quedó en la propuesta de reforma.
Dice que va a haber una política para eliminar gradualmente el uso de mercurio en la minería (no del cianuro). Pero esta política al parecer no va a prohibir a las empresas el uso del mercurio, sino a fomentar que lo dejen de manera voluntaria.
Sin embargo, Medina contó a La Silla que este asunto está incorporado en un proyecto de ley que el Representante de la U Augusto Posada ya presentó al Congreso. El Ministerio de Minas apoya completamente esta propuesta y como ya está siendo tramitado este asunto en el Congreso, considera que no es necesario incluirlo en el Código.
Para la reparación de los daños ambientales, además, contó que la reforma crea un fondo especial, que aun debe ser reglamentado, pero que contará con recursos de los ministerios de Ambiente y Minas y de cooperación internacional.