Viva Air y Avianca hacen parte del mismo holding financiero, pero afirman que han creado una estructura para mantener su independencia y seguir siendo competidoras. Sin embargo, dos de los ejecutivos que hasta hace poco controlaban Viva Air tomaron posesión en esa empresa solo unos meses después de dejar de ejercer altos cargos en Avianca.

Ese es uno de los argumentos principales de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) para argumentar que, en realidad, las dos compañías están secretamente fusionadas de manera ilícita hace meses. Una fusión que violaría, según la SIC, las reglas de la libre competencia y perjudicaría a los viajeros.

La Silla Vacía tuvo acceso a la versión reservada del pliego de cargos de la SIC, y revela que los dos ejecutivos son Enrique Antonio Luna y Julio Luis Caballero, ambos exdirectores alternos de Avianca Holdings S.A.

“Esto permite concluir que son personas vinculadas al grupo empresarial al que pertenece Avianca son quienes estarían ejerciendo los derechos políticos sobre Viva Air”, según el pliego de cargos de la Delegatura de Competencia de la SIC firmado por Juan Pablo Herrera. Ahí la SIC, autoridad en temas de competencia, formuló cargos contra Avianca y Viva Air debe fallar quien llegue a encabezar la SIC, un cargo que el presidente Gustavo Petro tiene aún vacante. Si falla en contra de las aerolíneas, la multa podría bordear el billón de pesos.

Los dos ejecutivos, Luna y Caballero, renunciaron al control de Viva luego de que se publicó el pliego de la SIC, en diciembre del año pasado. Sin embargo, el movimiento deja profundas dudas sobre la independencia entre ambas compañías, que han solicitado formalmente fusionarse ante la Aeronáutica Civil, en un proceso que avanza con varios cuestionamientos.

Sobre todo ahora que otras empresas, como Jet Smart y Latam, han expresado su interés de comprar a Viva, estas revelaciones refuerzan el escepticismo de que Viva tiene autonomía política para decidirse por la mejor oferta, y no lo que más le conviene a Avianca.

Al momento de publicar esta nota el equipo jurídico de Avianca seguía trabajando en una respuesta. Cuando se publicó el pliego de la SIC la aerolínea afirmó que “Avianca y Viva siguen siendo aerolíneas plenamente independientes, que compiten vigorosamente en el mercado en beneficio de los usuarios”. 

Una fusión a escondidas

En abril de 2022, sin pedir permiso a la Aeronáutica Civil (Aerocivil), Avianca compró las acciones de Viva Latinoamerica y Viva Air. Es decir, adquirió los derechos económicos. Sin embargo, argumentaron que seguían siendo competidores, y no se estaban fusionando en una misma empresa y por eso no habían pedido autorización al regulador. Es decir, que Avianca no tenía derechos políticos sobre Viva.

Este arreglo de supuesta independencia se estructuró de la siguiente manera: Viva Latinoamerica y Viva Air cedieron sus derechos políticos a dos sociedades el día de la integración, West Castle Limited y Southcastle Limited. De esta manera, en el papel, había una separación de las decisiones de estrategia comercial y ambas empresas seguían siendo competidoras en el mercado colombiano y latinoamericano. 

Sin embargo, la SIC dice que no existía tal independencia, pues las sociedades eran dirigidas por dos agentes, Luna y Caballero, que tenían relación con Avianca.

Otro de los miembros de la junta directiva de esa sociedad era Howard Millar, un conocido en el mundo de las asesorías a aerolíneas. Millar renunció a la dirección de Viva Latinoamérica un día antes de la integración, pero desde diciembre de 2021 ya hacía parte de Castlesouth, la sociedad que controlaría los derechos políticos de Viva Colombia.

El día antes de la integración, Viva Latinoamerica cedió sus derechos políticos sobre Viva Colombia a la sociedad Castlesouth, para que cuando se hiciera la compra, Avianca no pudiera ejercer los derechos políticos de Avianca de manera directa.

Para la SIC, eso sería una materialización de una integración pues “los derechos económicos y políticos sobre Viva Air confluirían en un grupo de personas naturales que representarían los intereses coordinados del grupo empresarial de Avianca y de los anteriores controlantes de Viva Air”, es decir, Viva Latinoamerica y su dueño, Declan Ryan, quien hoy está en la junta de la sociedad controlante de Avianca.

La fusión política de Avianca y Viva tendría un impacto grande en el mercado colombiano. En tamaño son la primera y la tercera empresa aérea más grande del país, respectivamente. Juntas abarcarían el 60 por ciento del mercado doméstico, un 69 por ciento de los slots en el aeropuerto El Dorado y el 100 por ciento de 22 de 72 rutas nacionales, como San Andrés-Bogotá, Armenia- Cartagena, Medellín-Pasto, Leticia-Cali, entre otras.

Así se configuró la operación 

Castlesouth es un vehículo de inversión creado el 15 de septiembre de 2021 bajo las leyes del Reino Unido. Esta sociedad adquirió el control político sobre Viva Air en abril de 2022, cuando Avianca compró los derechos económicos. Es decir, se constituyó como el vehículo supuestamente independiente que ejercería los derechos políticos de la aerolínea sin injerencia de Avianca.

Sin embargo, en diciembre de 2021, cuatro meses antes de la operación, llegaron a la dirección de Castlesouth dos ejecutivos claves en la integración: Jose Luis Caballero, por parte de Avianca y Howard Millar, un directivo de de Viva Latinoamérica, según pudo confirmar La Silla en documentos públicos del Reino Unido sobre Castlesouth.

José Luis Caballero, un residente de Nicaragua con nacionalidad de Estados Unidos, había sido director alterno de Avianca Holdings hasta hacía apenas un mes, cargo que dejó en noviembre de 2021.

Howard Millar fue director de Viva Latinoamérica hasta un día antes de la integración entre Avianca y Viva, pero ya hacía parte de Castlesouth desde el 15 de diciembre de 2021. Además, ha sido ejecutivo de Ryanair, una aerolínea europea creada por Declan Ryan, quien fue el principal inversionista y director de Viva Air y Viva Latinoamerica. Después de la operación de abril, Declan Ryan pasó a ser miembro de la junta directiva de Investment Vehicle 1 Limited (IV1L), el controlante de Avianca.

Enrique Antonio Luna, el tercer miembro de la sociedad, también había sido director alterno de Avianca Holding hasta noviembre de 2021. Cuatro meses después llegó a Castlesouth como uno de tres directores, en marzo de 2022.

Una operación similar se hizo con la sociedad que pasó a controlar Viva Air Latinamerica. West Castle Limited fue creada el 2 de agosto de 2022 bajo las leyes de las Islas Caimán. A partir del 8 de agosto de 2022, por medio de un acuerdo celebrado entre los accionistas de Avianca, el Grupo Avianca y Westcastle, esta última empresa comenzó a controlar los derechos políticos sobre Viva Latinoamérica, según argumenta la SIC.

Caballero, Luna y Millar fueron directores de West Castle desde el 8 de agosto de 2022, el día en el que Avianca y Viva Air presentaron la solicitud de integración a la Aerocivil.

Todo esto implica una puerta giratoria en donde realmente no existe una separación de los derechos políticos y económicos de Viva Air y Avianca, ya que son las mismas personas las que ejercen esos derechos solo que a través de diferentes compañías. Tanto así que Avianca se encargó de protegerlas.

Según otro aparte reservado del pliego de la SIC, que revela La Silla, el 8 de agosto de 2022 IV1L, la sociedad controlante de Avianca, firmó unos contratos para blindar de perjuicios económicos a Luna, Caballero y Millar, directores de Castlesouth y Westcastle.

Estos contratos son un blindaje financiero y legal, por medio de medidas como reembolsos de gastos a los tres ejecutivos que ejercían control político de Viva, llegado el caso de presentarse algún perjuicio. “Este contrato de indemnidad evidencia que los intereses de los directivos de Castlesouth no son independientes a los intereses del grupo empresarial de Avianca”, se lee en un aparte reservado del pliego de la de la SIC.

Soy practicante de la Unidad Investigativa. Estudié periodismo en la Universidad de Antioquia. Allí fui parte los medios Alma Máter y De la Urbe. Participé como coautor del libro “Medellín Clandestina”, del periódico De la Urbe y en la línea de tiempo 50 años de violencia y resistencia en...