En el gobierno, la jefa del gabinete, Laura Sarabia, está con todos, en todas partes y al mismo tiempo. Con el Congreso, con los ministros, con todo aquel que necesite acercarse al presidente, pero sobre todo con Petro. La politóloga es la segunda al mando en la Casa de Nariño desde que le ganó la puja de poder a Mauricio Lizcano, exdirector del Dapre, quien falló llenando esos zapatos.

Sarabia se ha convertido en la voz, la sombra y la mano derecha del presidente. En su trabajo diario y en las dos únicas entrevistas públicas que ha dado, dejó ver los cuatro roles que cumple en el gobierno de Petro.  

1. La encargada del “computador de Palacio”

El llamado “computador de Palacio” es la cuenta de la mermelada que lleva el gobierno de turno de lo que entrega a los partidos políticos o a congresistas en particular. En ese listado suele estar la entidad, el cargo, la persona que asumirá la cuota, el congresista al cual está asociado y el monto de las obras y contratos repartidos.

Quienes han administrado esos listados han sido los directores del Departamento Administrativo de Presidencia, el Dapre, que en el gobierno de Juan Manuel Santos estuvieron señalados cuando el uribismo denunció una repartición burocrática para asegurar la reelección de 2014. Cuando Iván Duque llegó a la Casa de Nariño su manejo lo tuvo la jefa de gabinete, María Paula Correa.

En la era Petro el encargo quedó en quien fue su secretaria durante la campaña, Laura Sarabia, quien terminó siendo la sucesora de Correa. Esa función de Sarabia no estaba tan clara para los congresistas, que empezaron a percibir un teléfono roto cuando las promesas se quedaban en lo conversado con el exministro del Interior, Alfonso Prada y con Mauricio Lizcano del Dapre.

La última palabra la tiene el presidente y esa palabra la dice a través de Sarabia, de ahí que concentre tanto poder porque es ella quien finalmente da luz verde o detiene los nombramientos.

Sarabia intenta matizar ese poder que se le adjudica y dice en su entrevista con El Tiempo: “Nadie puede decir que recomendé a alguien o que puse tal viceministro. No hay una sola cuota de Laura Sarabia en este país”, señala.  

Pero ese poder en la Casa de Nariño también se evidencia en otro de los encargos del presidente a Sarabia para ser el canal directo de comunicación con el Congreso. Lo asumió cuando antes del segundo remezón del gabinete se reunió con congresistas liberales en el salón Bolívar del Palacio Presidencial. Esa es una función que seguirá ejerciendo apesar de la llegada del nuevo ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, que debería ser el interlocutor natural con el Capitolio. 

2. El puente con los ministros

Petro conversa rara vez con sus ministros fuera de los consejos semanales del gabinete. El presidente no se comunica directamente con ellos sino a través de su jefa de despacho. Incluso, la exministra de Cultura, Patricia Ariza, dijo que en los siete meses que duró en el cargo nunca pudo reunirse con Petro.

Quien se comunica a diario con los ministros es Sarabia. Así lo contó en otra entrevista, cuando dijo que desde las 5:30 de la mañana habla con los funcionarios, los primeros de ellos el ministro de Comercio, Germán Umaña y el ministro de Defensa, Iván Velásquez.

En sus conversaciones con los ministros, Sarabia les tira línea de lo que quiere el presidente. Por esa vía, el exministro de Educación, Alejandro Gaviria, ya había recibido de su parte una advertencia cuando se filtró la carta en la que cuestionaba la reforma a la salud del Gobierno. 

La jefa de gabinete fue la que les anunció a muchos ministros que Petro quería ofrecerles el cargo y fue la que les notificó de su salida del gobierno. Así lo hizo con Patricia Ariza, María Isabel Urrutia y Alejandro Gaviria. La exministra de Agricultura, Cecilia Lopéz, lo confirmó en una entrevista con El Espectador: “Ella me comunicó mi salida”.

Este puente entre presidente y ministros generalmente lo suele tener el secretario general, pero Mauricio Lizcano había perdido la contienda hasta en la disputa por la oficina más deseada de la Casa de Nariño: la de la puerta lateral que conecta directo con el despacho presidencial sin ninguna intermediación, que se la quedó Sarabia. 

3. La sombra de Petro

Laura Sarabia sigue al presidente Petro a todos lados. Si hay alguien que pueda ubicarlo es ella. La misma jefa del gabinete lo describió en su entrevista: “Literalmente, me convierto en su sombra y en lo que él necesita. Si él está aquí hasta las 12 de la noche, hasta las 12 de la noche estoy”.

Sarabia confesó que la cercanía de su oficina a la del presidente es para poder ver cuando Petro llega, cuando se va o si necesita algo. Está pendiente de cada movimiento. En las fotos de las visitas y reuniones del presidente con su equipo, Sarabia siempre está a su lado o unos pasos atrás. Pero siempre está con él. 

Laura Sarabia con el presidente Gustavo Petro en reunón con el empresariado antioqueño. Foto tomada de @laurisarabia
Laura Sarabia junto al presidente Gustavo Petro en la gira en Estados Unidos. Foto de Presidencia.

Si el presidente va a un evento o rechaza otro, si decide viajar de emergencia a una región o se devuelve antes de una gira internacional (como ya ha ocurrido en Chile, Estados Unidos y Francia) depende de Laura Sarabia.

Desde la campaña era ella la que definía las citas, los hoteles, la seguridad y los datos claves de los discursos de Petro en tarima.

“Le escribo al presidente todos los días a las 6 de la mañana. Le hago un resumen de lo que ha pasado y le paso su agenda. Igual, el día anterior hacemos un repaso de lo que viene al día siguiente”, le contó Sarabia a La Silla.

Y ella misma explicó las razones de la constante impuntualidad de Petro: “Para el presidente el tema protocolario no existe. Él no dice que solo tiene 2 horas para estar con la gente. Prefiere que la gente se sienta escuchada”, dijo en entrevista con el programa de radio de la Presidencia.

El presidente no oculta el papel que la jefa de despacho juega en su gobierno. Durante el saludo protocolario de su discurso ante la Asamblea General de la OEA, aprovechó para exaltarla: “Laura Camila Sarabia es una de las personas más jóvenes y que más liderazgo tiene en mi país y en el gabinete”.

La imagen que proyecta Sarabia también es visible fuera de la Casa de Nariño. En la gira por Estados Unidos, el destituido presidente del Senado, Roy Barreras, destacó que la agenda de Petro había sido ordenada por el papel de Sarabia. 

No soy pródigo en halagos pero en esta visita oficial es notable la capacidad de trabajo y orientación en la toma de decisiones de @laurisarabia . Las jóvenes profesionales colombianas sólo necesitan una oportunidad y suelen demostrar q son mejores. El liderazgo de las mujeres en…

— Roy Barreras (@RoyBarreras) April 19, 2023

4. Una relación cercana con el presidente

Dos hechos describen la buena relación que hay entre el presidente Petro y su jefa de gabinete, que llegó a su campaña por Armando Benedetti, pero se quedó porque lo convenció. “Benedetti nunca le tuvo que decir: contrate a Laura. Y yo estoy tranquila porque llegué aquí por mi trabajo y sigo aquí por mi trabajo”, le dijo Sarabia a El Tiempo.

Uno de esos hechos fue cuando Laura escogió el nombre de su hijo. Ella lo tuvo el 27 de junio de 2022, una semana después de que Petro ganara la presidencia. Cuando aún estaba embarazada, durante la campaña, el presidente le aconsejó llamarlo Alejandro y no Federico que era el otro nombre que tenía en lista con su esposo. La razón: no iba llamarlo como el principal contendor de su jefe.

El hecho más reciente ocurrió el 19 de abril pasado, cuando Gustavo Petro celebró su cumpleaños. En ese momento estaban en Washington y el presidente recibió como regalo de Laura Sarabia una chaqueta de piloto Ralph Lauren de 1.098 dólares, casi unos 5 millones de pesos. Petro no se quitó la prenda durante su último día de visita a Estados Unidos y publicó videos en sus redes utilizándola. 

La relación entre Petro y Sarabia es diciente en un presidente conocido por no escuchar a sus colaboradores y que ha tenido cambios constantes en su equipo, como ocurrió en la Alcaldía de Bogotá y con los 10 ministros que ha sacado hasta ahora.

Pero con Sarabia parece ser diferente: “Él me escucha y yo lo escucho. Cuando no estoy de acuerdo con determinadas cosas, no trato de convencerlo sino de exponerle mis argumentos. Eso fue lo que hizo clic en nosotros”, dijo la jefa de gabinete.

Practicante de Redacción en 2023. Estudié Comunicación Social y Periodismo en la Universidad del Norte. En el 2021 me gané el premio a la Excelencia Periodística de la SIP y en el 2022 un premio CPB en la categoría periodismo universitario por el reportaje "Ciudadela de Paz: La historia detrás...

Nací en Armenia. Estudié periodismo en la Universidad de Manizales. Y tengo una maestría en estudios políticos y relaciones internacionales de la Universidad del Rosario de Bogotá, donde vivo desde 2011. Fui jefe de emisión de Blu Radio, director del programa de debates El Andén, editor general...