Cuando el último grupo paramilitar en desmovilizarse entregó las armas, Luis Carlos Restrepo, el entonces Comisionado de Paz anunció con bombos y platillos el fin del paramilitarismo en Colombia. Sin embargo, cuatro años después, no hay forma de ocultar una realidad: si bien los paramilitares desaparecieron como fenómeno político, su versión puramente criminal y mafiosa nunca se desmovilizó o retoñó en grupos emergentes que operan en prácticamente las mismas zonas pero bajo nombres diferentes. Su accionar más que contrainsurgente está completamente enfocado al negocio del narcotráfico.
Lo OEA lo repite: la seguridad democrática no pudo contra los paramilitares
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Cuando el último grupo paramilitar en desmovilizarse entregó las armas, Luis Carlos Restrepo, el entonces Comisionado de Paz anunció con bombos y platillos el fin del paramilitarismo en Colombia. Sin embargo, cuatro años después, no hay forma de ocultar una realidad: si bien los paramilitares desaparecieron como fenómeno político, su versión puramente criminal y mafiosa nunca se desmovilizó o retoñó en grupos emergentes que operan en prácticamente las mismas zonas pero bajo nombres diferentes. Su accionar más que contrainsurgente está completamente enfocado al negocio del narcotráfico.
El Gobierno de Uribe refutó y ridiculizó el informe de la Corporación Arco Iris cuando alertó sobre el resurgimiento de este fenómeno a finales del año pasado. Pero el informe reciente de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA divulgado ayer ratifica nuevamente lo que ya había dicho también Human Rights Watch en febrero. La Seguridad Democrática no pudo contra los nuevos paramilitares.
Frenta a este último informe, el Presidente Uribe defendió hoy la desmovilización, y reconoció que algunos ex miembros de las AUC han retomado las armas. "Reinciden ahora en estas bandas del narcotráfico, bandas que están aliadas con la guerrilla, bandas que comparten con la guerrilla el negocio de la droga, y a las que estamos combatiendo intensamente" , explicó el mandatario.
![]() XIV Informe trimestral del secretario general de la OEA al Consejo Permanente sobre la misión de apoyo al proceso de paz en Colombia (MAPP/OEA) - 28 de Abril, 2010En su informe de seguimiento al proceso de implementación de la ley de Justicia y Paz, la OEA dedicó todo un aparte del informe a los nuevos grupos armados. "Las acciones de las estructuras emergentes o bandas criminales en contra de la población no han cesado y continúan presentándose masacres, secuestros, desapariciones, homicidios, amenazas y extorsiones", anota el informe. "Así mismo se ha encontrado que estas estructuras afectan directamente a líderes comunitarios y sociales, funcionarios públicos, poblaciones indígenas y afrocolombianas cuando representan un obstáculo para el desarrollo de sus actividades ilegales, situación que genera incertidumbre y temor dentro de las comunidades" La Misión dice que si bien las AUC desaparecieron como una realidad política parte de ellas han reaparecido, no como paramilitares, sino como bandas criminales ligadas de manera explícita al narcotráfico y a otras actividades ilegales. Según la MAPP/OEA estas bandas emergentes obstaculizan el proceso de verdad, justicia y reparación para las victimas, así como el proceso de reintegración para los desmovilizados de las AUC. Tambien han impedido el acceso de la Fiscalía a las fosas comunes para recuperar los cuerpos de las víctimas del paramilitarismo. Masacran, secuestran, desaparecen, asesinan, amenazan y extorsionan, al igual que lo hacían los antiguos paras. Según la entidad, de enero a octubre del 2009 se han presentado 24 masacres. También los reclutan cuando acuden a talleres sicosociales o actividades de reinserción propiciadas por el Gobierno en municipios de la costa pacífica en Nariño, Cauca y Bajo Cacua antioqueño así como Cesar, Guajira, Magdalena Medio. Un estudio de la Gobernación de Antioquia realizado en el departamento mostró que el 79% de los desmovilizados encuestados habían recibido ofertas de reclutamiento por grupos armados durante el último año. Les ofrecen actividades como transporte de drogas, armas, patrullaje en los barrios de las ciudades y actividades de inteligencia, en donde los desmovilizados sean menos visibles. Aunque el informe reconoce que en los últimos meses el gobierno ha tomado medidas importantes frente a las estructuras emergentes, las comunidades aún perciben pocos resultados y desconfían de la presunta connivencia con las autoridades. |
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![]() Nuevo Arcoiris: 'Hay un crecimiento desmesurado de neoparamilitares"
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