El lunes en la noche el portal estadounidense Político filtró una ponencia mayoritaria que elaboraron los magistrados de la Corte Suprema de Estados Unidos y que tumbaría la sentencia de 1973 que legalizó el aborto hasta que el feto sea viable. Como se trata de un derecho que lleva vigente 50 años, su posible caída alimenta la reflexión sobre los retos a nivel político y social de los movimientos proaborto y antiaborto en Colombia, y lo que deberíamos hacer para asegurar la implementación y permanencia de ese derecho.
Estados Unidos fue uno de los primeros países de América (solo antecedido por Cuba) en permitir el aborto a nivel nacional. En América Latina, en cambio, ese derecho se ha empezado a reconocer sobre todo en la última década. En Argentina lo aprobaron hasta la semana 14 en 2020, en México lo despenalizaron en algunos estados el año pasado, y en Colombia se permitió con causales en 2006 y en febrero de este año se despenalizó totalmente hasta el tercer trimestre. Mientras el país que estaba a la vanguardia retrocede en el acceso legal al aborto, los países en donde el movimiento feminista llevaba años reclamándolo, avanzan.
Lo que pasó en Estados Unidos con el aborto
Lo que filtró Político es una ponencia de 98 páginas del juez conservador Samuel Alito que están estudiando los otros ocho jueces de la Corte Suprema para votarlo a mitad de año. Ese documento retoma la sentencia Roe vs Wade que permitió el aborto a nivel nacional hasta la semana 15, y le tiró la pelota a los Estados para que lo permitiera con restricciones hasta la semana 23.
La filtración de la decisión, un hecho con pocos precedentes en la hermética corte gringa, generó una reacción social y política. Aunque no es del todo sorpresiva, el hecho de que se haya filtrado sembró desconfianza entre los magistrados y resaltó la politización de la Corte.
Los jueces ya reconocieron que el documento es verídico, el movimiento de mujeres hizo manifestaciones frente al edificio de la Corte en Washington y congresistas de todos los sectores políticos y el mismo presidente Joe Biden se pronunciaron.
“Mi administración argumentó fuertemente ante la Corte en defensa de Roe Vs Wide. Dijimos que Roe se basó en una larga línea de precedentes constitucionales que reconocen la libertad individual”, dijo Biden.
Si se cae la sentencia, será el triunfo de años de esfuerzos del movimiento antiaborto que ha presionado legal, social y políticamente desde 1973 para retroceder en ese derecho. Esfuerzo que se concretó con la entrada de tres jueces republicanos que alcanzó a poner Donald Trump durante su presidencia y que dan una mayoría de seis jueces conservadores contra tres liberales.
“Antes teníamos una Corte un poco más conciliadora. Era una Corte que necesitaba negociar entre ella, pero ahora no lo necesita porque tienen la mayoría”, dice Daniela Martins, directora de Estrategia y Comunicaciones de Women’s Equality Center, una organización feminista con presencia en Estados Unidos.