Para todos los candidatos a la Presidencia enfrentar la deforestación es uno de los puntos clave de su agenda medioambiental. También coinciden en el diagnóstico. Sin embargo, las soluciones que proponen reflejan como pocas las diferencias de fondo que hay entre los cuatro punteros.
En sus diagnósticos, Gustavo Petro, Sergio Fajardo, Federico Gutiérrez y Rodolfo Hernández coinciden en que la deforestación está íntimamente ligada al problema de la tenencia de la tierra, a que las comunidades son claves en la conservación y en que la pérdida de bosque está asociada también a la presencia de los grupos armados.
“Los candidatos están viendo que la deforestación es un problema estructural de la tenencia de la tierra. Y me llama la atención que por lo menos tres candidatos tengan ese como un tema central y prioritario de la agenda ambiental”, dice Rodrigo Botero, director de la Fundación Para la Conservación y el Desarrollo (FCDS), que trabaja en investigación sobre deforestación en la Amazonía.
El año pasado, Botero invitó a todos los candidatos a sobrevolar la Amazonía para que vieran de cerca los focos más graves de deforestación, que se concentran en esa región. Para ese momento, según cifras del Ideam, solo en Caquetá, Putumayo y Meta se habían perdido 46.600 hectáreas de bosque. Los árboles se talaron en su mayoría para convertir los terrenos en potreros para la ganadería o para la construcción de vías legales e ilegales.
Quizás por el impacto que tuvo ese viaje, todos los candidatos se han centrado exclusivamente en la deforestación Amazónica. “Los tres (Petro, Fajardo y Gutiérrez) tienen muy bien diagnosticado el tema de la deforestación, aunque omiten la deforestación en zonas distintas a la Amazonía. La manera en la que cada uno aborda el problema es ideológico”, dice Vilardy.
Qué dice de sus gobiernos lo que proponen
La propuesta de Gustavo Petro para enfrentar la deforestación está enmarcada en su gran propósito de gobierno que pasa por una redistribución del poder y la riqueza en Colombia a través de un cambio en el modelo económico que garantice unos recursos mínimos para las personas más pobres.
De ahí que una de sus principales propuestas para enfrentar la deforestación es gravar la tierra improductiva, mucha de la que se usa para la ganadería (esa actividad usa 38 millones de hectáreas, cuando debería ocupar unas ocho millones). Y obligar a los dueños de la tierra a ponerla a producir o a vendérsela al Estado para que la redistribuya entre las personas más pobres. Por eso varias personas han dicho que Petro va a expropiar durante su gobierno.
De unas siete propuestas de su plan de gobierno que se refieren directamente a la deforestación, cinco tocan el tema de la redistribución de la tierra para favorecer a los más pobres y las comunidades rurales, indígenas y campesinas.
“Las autoridades indígenas y comunidades afrodescendientes actuarán como autoridad ambiental en sus territorios respectivos”, dice su plan de gobierno, y hace énfasis en que
priorizará a las mujeres en la titulación de tierras y que con ambas cosas evitará la expansión de la frontera agrícola.
Mientras el énfasis de Petro está en cambiar las relaciones de poder, el de Federico Gutiérrez está en fortalecer la institucionalidad, el rol de la empresa privada y de la Fuerza Pública en la protección de los bosques.