La jueza 41 de conocimiento de Bogotá, Laura Barrera, negó la segunda solicitud que hizo la Fiscalía para archivar definitivamente el caso contra Álvaro Uribe Vélez por presuntamente manipular testigos. Según el proceso, los testigos abordados por Uribe debían acusar al senador Iván Cepeda de sobornarlos a cambio de declarar que el expresidente y su familia promovían paramilitares.  La jueza consideró que había indicios suficientes para llevar al expresidente Uribe a juicio. La Fiscalía apeló, y tres magistrados del Tribunal Superior de Bogotá tendrán la palabra definitiva.

Estos son los cuatro efectos de la decisión que mantiene en vilo el futuro judicial de Uribe.

1 El caso queda ahora en manos del Tribunal Superior de Bogotá

Anoche el fiscal Javier Cárdenas anunció que apelará la decisión de la jueza Barrera por lo que la determinación final sobre si se archiva definitivamente el proceso o debe ir a juicio quedará en manos del Tribunal Superior de Bogotá.

En la ley no se establece un término para definir la apelación, pero es probable que la Sala Penal del Tribunal tome varias semanas, e incluso meses debido a la congestión de la rama.

El fiscal Cárdenas deberá argumentar por qué considera que la jueza Barrera cometió un error al negar la preclusión. Esa apelación podría acompañarla la defensa del expresidente Uribe. Por su parte, las víctimas también podrán argumentar por qué consideran que la jueza acertó al no conceder la preclusión, pero todos deberán referirse solo a los argumentos que use el fiscal. 

Para tomar una decisión en Sala Penal se necesitan dos de los tres votos.

Si los magistrados consideran que la Fiscalía tiene razón y que se cometió un error al negar la preclusión, revocarán la decisión de primera instancia y se entenderá que no hay razón para investigar al expresidente y en esa medida que es inocente. Y con eso se cerrará el caso.

Si por el contrario, la Sala Penal confirma la primera instancia, Cárdenas debería citar a una audiencia para acusar y llevar a juicio a Uribe, o presentar un nuevo escrito de preclusión ante otro juez con nuevos argumentos. 

2 Se refuerza la percepción de que la Fiscalía de Barbosa quiere ayudarle al ex presidente

Al igual que en el primer intento de preclusión, la jueza cuestionó la débil labor investigativa de la Fiscalía y el haber ignorado deliberadamente pruebas que contradecían sus argumentos.

La intervención del fiscal Javier Cárdenas sólo se diferenció a la de su antecesor, el fiscal Gabriel Jaimes, en que practicó las pruebas que la primera jueza de la preclusión dijo que faltaban.

Aunque Cárdenas llegó a la audiencia con 14 testimonios nuevos y 7 inspecciones probatorias adicionales, la jueza Barrera le cuestionó que no las usó para llenar los vacíos que había dejado la intervención de su antecesor, sino para sostener la tesis que ya tenía falencias.

“No se formularon los interrogantes planteados por la anterior juez”, dijo la jueza Barrera, quien también afirmó que hubo casos en los que pruebas nuevas “suman indicios contra Álvaro Uribe”.

“No puede aceptarse que la Fiscalía interprete esas pruebas, como argumenta, en que sustentan la solicitud de preclusión”, sentenció la jueza.

En contraposición con la Fiscalía, la jueza Barrera determinó que en los siete episodios del proceso (vea aquí el minuto a minuto) sí existen indicios de la participación del expresidente en los delitos de fraude procesal y soborno, ya sea porque hay pruebas que lo indican o porque la Fiscalía no realizó una investigación profunda que desvirtuara su responsabilidad.

Por ejemplo, citó como indicio de que Uribe sabía de los sobornos una interceptación de una conversación entre el expresidente y el abogado Diego Cadena, en la que Cadena le cuenta de ofrecimientos jurídicos al testigo estrella, Juan Guillermo Monsalve.

Monsalve desde hace varios años declara que los Uribe sí tenían relaciones con paramilitares en Antioquia y en este proceso se convirtió en pieza clave porque grabó ofrecimientos que le hicieron a cambio de modificar esa versión.

#AudienciaCasoUribe

Sobre el conocimiento de @AlvaroUribeVel de ofrecimientos jurídicos a Monsalve por parte de @DiegoCadenaLaw la jueza considera que el expresidente sí sabía.

De hecho, cita conversación en la que Uribe autoriza a Cadena a ofrecer beneficios. pic.twitter.com/idWxNOmNrC

— La Silla Vacía (@lasillavacia) May 23, 2023

Respecto a ese mismo episodio, la jueza Barrera determinó que contrario a lo que afirmó el fiscal Cárdenas, la grabación que hizo Monsalve de la visita de Diego Cadena a La Picota con un reloj espía sí sustentaba la versión del testigo Monsalve sobre que le pidieron cambiar su versión a cambio de beneficios.

Eso fue clave porque el fiscal Cárdenas dijo que esa prueba estaba editada y no respaldaba afirmaciones de Monsalve; sin embargo, La Silla reveló que la transcripción había sido tergiversada y con esa información, las víctimas hicieron sus propios peritazgos y encontraron lo mismo.

En varios momentos, la jueza cuestionó el análisis probatorio del fiscal Cárdenas al ignorar las propias conversaciones de Uribe y Cadena que probaban que el expresidente sí estaba pendiente de lo que pasaba con los testimonios y que le urgía conseguirlos.

En el episodio de la fiscal Hilda Niño, la jueza resaltó una conversación en la que Cadena le cuenta que Uribe está pendiente.

#AudienciaCasoUribe

Jueza dice que interceptación entre @DiegoCadenaLaw e Hilda Niño muestra que @AlvaroUribeVel también estaba pendiente de lo que dijera esa testigo. pic.twitter.com/CpPRt9DJbG

— La Silla Vacía (@lasillavacia) May 23, 2023

En el episodio del ‘Tuso’ Sierra, cuestionó que la Fiscalía ignorara que Uribe le mandó a decir que declarara quitando o poniendo lo que quisiera.

#AudienciaCasoUribe

Jueza retoma conversación en la que @AlvaroUribeVel dice a @DiegoCadenaLaw , que el Tuso Sierra agregara o quitara lo que quisiera.

Dice que eso no concuerda con versión de Uribe sobre él no puso atención a lo que decían cartas de exparas que presentó. pic.twitter.com/yKUzwVmnkj

— La Silla Vacía (@lasillavacia) May 23, 2023

Al igual que la jueza que negó la primera preclusión, la jueza Barrera coincidió en la argumentación de la Corte Suprema de Justicia sobre las circunstancias en que se dieron los hechos y consideró que por esa razón, la preclusión no procedía y el caso debería ir a juicio. Con esta segunda decisión, se refuerza la percepción de que la Fiscalía de Barbosa ha intentado ayudarle al expresidente, que es el padrino político de Iván Duque, el mejor amigo de Barbosa y quien lo puso ahí precisamente por esa cercanía.

3. La Fiscalía de Barbosa queda sin tiempo para adelantar una tercera preclusión

La jueza Laura Barrera en varios momentos señaló que le siguieron faltando pruebas a la Fiscalía para sostener la preclusión. Así que si quisiera, el fiscal Cárdenas podría practicarlas para buscar por tercera vez que se archive definitivamente el caso.

Sin embargo, solo le restan 10 meses a Barbosa como Fiscal General y lo más probable es que los tiempos no le alcancen, porque cada fiscal nombra sus fiscales delegados ante la Corte Suprema de Justicia, que son los que suelen llevar los casos más notorios.

Suponiendo que la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá solo se tarde dos meses en decidir y mantenga la negativa a precluir, en la Fiscalía deberían empezar a correr los tiempos del nuevo recaudo de pruebas y luego de la solicitud de la nueva preclusión (esto tardó 4 meses la última vez).

Luego tendrían que programar las audiencias (se tardaron dos meses) y posteriormente todas las partes tendrían que intervenir (al menos 5 meses).

Así, si el Tribunal no concede la preclusión, lo más probable es que el caso termine en manos del fiscal general que ternará el presidente, Gustavo Petro, y que deberá asumir en febrero de 2024.

Que eso suceda podría cambiar el panorama para el caso Uribe, porque aunque el ex presidente ha optado por hacerle al gobierno “oposición constructiva” y no confrontacional, el nuevo Fiscal General seguramente vendrá de las toldas antiuribistas.

En todo caso, las demoras acercan el proceso a la prescripción. Es decir, que de darse el escenario de que el expdiente llegue a juicio, se acabe el tiempo que la justicia tiene para encontrar a Uribe inocente o culpable de estos hechos. En este proceso, el tiempo acabaría en 2026, como explicó el periodista Daniel Coronell.

4. Uribe entra a la campaña local con el caso activo

Desde que la Corte Suprema de Justicia ordenó su detención por este proceso, Uribe se metió al congelador electoral para no hacerle daño a sus candidatos.

El año pasado tuvo bajo perfil en la campaña legislativa y no apareció formalmente en la presidencial, pero en los últimos meses había vuelto a salir a plaza pública en las regiones en los foros con los que el Centro Democrático está definiendo sus fichas para la campaña de las elecciones locales de octubre.

De hecho, está recogiendo firmas para promover una consulta popular contra las reformas de salud, laboral y pensional, y este fin de semana pidió el apoyo del uribismo al excandidato presidencial Federico Gutiérrez si se lanza a la Alcaldía de Medellín.

Uribe no se ha referido aún a las consideraciones de la decisión pero en su cuenta de Twitter cuestionó que el periodista Daniel Coronell y el director de La W, Julio Sanchez, dieran por hecho que la jueza iba a negar la preclusión en el primer episodio cuando apenas estaba iniciando la lectura de sus consideraciones. 

Daniel Coronell y Julio Sánchez ya habían anticipado el fallo. Las filtraciones niegan la imparcialidad. Las relaciones de Daniel Coronell con Perafán siguen en impunidad

— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) May 23, 2023

Coronell explicó a La Silla que hizo el anuncio con base en que la jueza ya había expuesto argumentos que permitían concluir el sentido en el que decidiría. “Con base en esas afirmaciones que había hecho la jueza en la parte motiva y mi conocimiento del caso, ya era claro que no iba a precluir ese episodio y lo triné”.

En todo caso, es probable que Uribe, aprovechando la confrontación con Coronell, use ese argumento para tratar de atacar el fallo, que debilita la posibilidad de cerrar acuerdos con otros partidos en alcaldías capitales y gobernaciones justo cuando el Centro Democrático necesita mantener o recuperar su fuerza política en las regiones tras la baja en las legislativas y su mal desempeño en las presidenciales.

Soy coordinadora de la Unidad Investigativa. Comunicadora Social y Periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana de Bucaramanga. Antes fui editora de La Silla Santandereana, donde cubrí poder en los dos santanderes y Arauca. Previo a La Silla, fue periodista de política y de la Unidad Investigativa...