En 2019 el presidente Iván Duque anunció los primeros tres días sin IVA en el país y dijo que favorecerían “a los más vulnerables y a la clase media”. Sin embargo, los más vulnerables son los que menos se han beneficiado.
Duque prometió días sin IVA desde la campaña. Los implementó para impulsar la reactivación económica tras la cuarentena estricta por el covid. Desde entonces ha decretado ocho días, en los que una serie de productos se han vendido sin el impuesto usual del 19%. Según datos de la Dian, esos días se han vendido más de 66 billones de pesos con esa gabela.
A pesar del monto alto, que equivale al doble del presupuesto anual de Bogotá, la medida ha sido cuestionada y el Ministro de Hacienda entrante, José Antonio Ocampo, ya dijo que no son positivos y los van a eliminar.
En parte, porque los ganadores no son los más necesitados.
Los consumidores beneficiados no son los más pobres
Maria Ximena Lombana, Ministra de Comercio, Industria y Turismo de Colombia dice que el día sin IVA ha impulsado la reactivación económica, beneficiando a los productores y comerciantes “porque les permite dinamizar sus ventas, rotar y liquidar sus inventarios” y que beneficia a los colombianos que “pueden adquirir un grupo importante de productos aprovechando el descuento del IVA".
Lombana no menciona a los más vulnerables en su defensa de la medida, lo que tiene una explicación: de entrada, ese día solo haría más económico comprar productos que pagan IVA, y los más pobres gastan sus pocos recursos sobre todo en bienes que no pagan IVA.
Por ejemplo, un estudio de Planeación Nacional de 2020 muestra que los hogares más pobres concentran el 31,4% de sus gastos en alimentos y bebidas no alcohólicas (que no pagan IVA), los más ricos le dedican solo el 6,7% de sus gastos.
Por eso, de entrada, los más vulnerables se beneficiarán menos.
Además, quienes más pueden aprovechar los días sin IVA son los que pueden aplazar las compras para un día determinado y a quienes pueden acceder a crédito para pagar sus compras.
Así lo explica, Juan David Oviedo, miembro del Observatorio Fiscal de la Javeriana: “Las personas que más tienen la chance de beneficiarse son las personas con más recursos, los que tienen forma de ahorrar más y los que se pueden endeudar más para comprar, son los más ricos”.
De hecho, en los tres días sin IVA de 2020 solo se podía pagar por medio electrónico, al que no suelen tener acceso o tienen acceso limitado las personas más pobres. Y en 2021 cuando ya se aceptó el pago en efectivo, Fenalco reportó que dos de cada tres compras se hicieron con tarjeta, a la que buena parte del país no tiene acceso (en 2021 habían unas 14.5 millones de tarjetas de crédito).
Además de eso, solo parte de los productos que se venden sin IVA beneficiarían a las personas más pobres. Eso porque el día solo eliminaba el impuesto de productos de tecnología, electrodomésticos, elementos deportivos, arte, ropa, útiles escolares y aseo. Y porque los productos más esenciales como carnes, huevos, arroz o leche, no pagan IVA nunca.
Además, los que más aumentaron sus ventas no son los artículos de aseo o los útiles escolares, dos de los tres ramos que más podrían ayudar a las personas más vulnerables, el tercero, los textiles, sí creció. En cambio la compra de electrodomésticos se disparó.