Los rodolfistas van por un partido. Falta que Rodolfo les ayude

Los rodolfistas van por un partido. Falta que Rodolfo les ayude
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Tras marcar un hito con 10,6 millones de votos a punta de un discurso anticorrupción viralizado en redes sociales y con poca inversión en la campaña, el derrotado Rodolfo Hernández anunció oficialmente que asumirá la curul al Senado. 

Eso le da un espaldarazo a la aspiración que varios colaboradores y rodolfistas en el país están abrazando: que se construya un partido político de Liga de Gobernantes Anticorrupción que sea protagonista en las elecciones locales de 2023 y eventualmente en 2026. Pero ante lo salido del molde político de su líder, la experiencia agridulce que tuvo en Santander con los espacios ganados en las regionales de 2019 y el desgane de Hernández por la labor legislativa, no es tan claro que Rodolfo les colabore.

Las expectativas del rodolfismo

Tanto la esposa de Rodolfo Hernández, Socorro Oliveros, como su hijo mayor, Mauricio Hernández, dieron declaraciones públicas la semana pasada respaldando la idea de crear un partido político.

“Ser la segunda fuerza política del país, con una campaña limpia de gente buena y de luz, nos obliga a construirnos como partido político”, publicó Oliveros en Instagram. “En 2026 seremos el gobierno más votado. El rodolfismo llegó para quedarse”, dijo Mauricio frente a la sede política de su papá.

Pero ese optimismo contrasta con el silencio que ha mantenido Rodolfo al respecto. En el comunicado con el que hizo oficial que asumirá la curul al Senado, no hace ninguna mención a un eventual partido político.

Y como su proyecto siempre ha sido unipersonal y todas las decisiones comienzan y terminan en él, si Rodolfo no cree en un partido, el partido no verá la luz.

La emoción rodolfista

Los rodolfistas se están moviendo desde ya para que Hernández haga el trámite ante el Consejo Nacional Electoral para obtener la personería jurídica a su movimiento Liga, con base en el precedente jurisprudencial que le dio vida política a la Colombia Humana del presidente electo Gustavo Petro.

“Tenemos que mantener el imperativo categórico kantiano prendido — dijo Andrés Cabrera, el coordinador de los voluntarios rodolfistas en todo el país, en una transmisión en vivo tras la derrota— Seguir construyendo una fuerza desde la Liga de Gobernantes Anticorrupción para todas las regiones”.

También le explicó a La Silla que ya habló con Socorro Oliveros para empezar el trabajo en ese sentido. Explicó que la idea es que haya una convocatoria de hojas de vida y que se cruce con el trabajo de campaña que cada quien haya hecho tanto en redes sociales como en el liderazgo tradicional de calle, para empezar a identificar los liderazgos del eventual partido.

Por lo pronto, los grupos de Whatsapp que él administra ya tienen como foto de presentación el logo de la Liga y pasaron de llamarse “Arauca rodolfista” o “ Barranca Rodolfista” a “Arauca Liga” o “Barranca Liga”.

Arley Sánchez, excandidato al Senado y político verde del Meta que respaldó a Rodolfo desde el año pasado en ese departamento, también habló con la esposa de Hernández, que tras su trabajo tras bambalinas en la campaña ha asumido una vocería. Para él la militancia debe conformarse por el trabajo en campaña: “Hacer una especie de congreso y revisar quiénes, en cada lugar, trabajaron. Que sean ellos quienes vayan a sus departamentos a organizar a la gente”, dijo.

Lo mismo dijo el excandidato al senado Verde Hernán Echeverri, también voluntario de la campaña de Rodolfo desde marzo: “los voluntarios que trasnochamos, al sol y al agua (...) Somos los merecedores de hacer parte del cambio positivo de la historia de Colombia a través del nuevo partido”, dijo en sus redes sociales.

También están los que aunque no hicieron parte de la base de voluntarios sí llegaron a respaldar la campaña desde sus posiciones de representación propia. Por ejemplo, la exrepresentante verde Catalina Ortiz, quien se sumó a Hernández para la segunda vuelta, está pendiente del proceso aunque no ha tomado la decisión de continuar o no trabajando con la Liga.

“Este movimiento es muy poco jerárquico, muy autoorganizado. Pero sí existe la intención de organizarse. Creo que en julio y agosto van a convocar y hay muchos que se están organizando. Por ejemplo, los exfajardistas. Habrá que ver cómo se decanta”, le dijo a La Silla.

Los retos

El proyecto político de Hernández más que un movimiento estructurado y programático con una vocación de poder independiente, tiene un ánimo revanchista contra los políticos tradicionales centrado en su persona que dificulta su estabilidad en el tiempo.

Muestra de ello es el proceso que vivió el movimiento de la Liga de Gobernantes Anticorrupción en Santander tras las elecciones locales de 2019, cuando nació vía firmas. La consigna era renovar la clase política y aunque logró cuatro curules en el Concejo de Bucaramanga (la bancada más grande) y dos en la Asamblea, su liderazgo como colectividad no ha sido notorio y sí algo problemático.

Una de los dos diputados electos se sumó a las mayorías gobiernistas del clan Aguilar en la Asamblea de Santander, contrariando el lineamiento de La Liga y fue expulsada. Rodolfo también se peleó con los cuatro concejales apenas arrancó su periodo (aunque ya se reconciliaron). Y otros candidatos apadrinados por Rodolfo que resultaron electos, como su sucesor Juan Carlos Cárdenas, resultaron distanciados rápidamente e incluso acusados por él mismo de politiqueros.

Lo complejiza el estándar alto que Rodolfo pone para hacer parte de su grupo: apolítico, con perfil técnico o empresarial, con algún liderazgo y con plata propia para financiarse. Ese era su criterio para armar listas al Senado y a la Cámara el año pasado y solo logró armar la de Santander. La dificultad de conseguir coequiperos también quedó evidenciada con todos los candidatos a fórmula vicepresidencial que antes que Marelen le dijeron que no.

Y si bien en los escenarios regionales puede haber muchas más opciones, el principal reto es que los potenciales militantes o candidatos resulten coherentes con su discurso anticorrupción.

“Hay que montar unos filtros muy fuertes. Primero que nada, llegar a conocer la gente para ver quién se va a responsabilizar del proceso (de selección de candidatos) en cada región. Es muy complejo porque el poder marea”, dijo el concejal Antonio Sanabria, de la Liga, sobre lo que se viene en lo nacional.

A eso se suma lo difícil que pueda ser para Rodolfo destacarse en el Congreso. Primero, porque ha demostrado ser una persona de un solo tema (“acabar la robadera”) y principalmente, un hombre de acción. Pero, sobre todo, porque el Congreso es un escenario deliberativo en el que no cree.

“Yo tengo una mentalidad de ingeniero que no me permite aguantar esos debates de días y días, pura baba, puras mentiras, pura farsa, pura manipulación, pura simulación y a lo último no terminan haciendo nada”, dijo Rodolfo en febrero de 2021, cuando La Silla Vacía le preguntó si consideraría lanzarse mejor a Senado o Cámara si su campaña no despegaba. 

Ya en el pasado dejó botada la actividad legislativa: cuando fue concejal de su pueblo natal Piedecuesta en los noventa, ni siquiera fue a posesionarse y resultó destituido por la Procuraduría.

Pero quizás lo que más debilitará la posibilidad de ser un partido es la decisión de Rodolfo de no asumir la vocería de la oposición a Petro.

El costo de no ser el opositor

Buena parte de los 10,6 millones de votos que obtuvo no fueron por Rodolfo sino contra Petro. Él mismo lo reconoció en su comunicado el jueves, cuando partió de que la votación espontánea a su favor fueron los casi 6 millones de votos que sacó en primera vuelta.

Por eso, desde que se conocieron los resultados el pasado domingo hubo una ola de rodolfistas antipetristas alentando la idea de fraude electoral, tanto en Facebook como en los grupos de Whatsapp que fueron la base de la estrategia multinivel de su campaña.

Y la posición de independencia que ya cantó frente al gobierno de Gustavo Petro, no solo le resta de entrada protagonismo a su paso por el Congreso, como sí lo tuvo el hoy presidente electo los últimos cuatro años haciéndole oposición a Duque. También ha generado descontento entre los que lo apoyaron y esperaban verlo liderando la oposición.

En todo caso, antes de esa construcción de partido, el gran pendiente de Rodolfo Hernández una vez posesionado serán sus líos judiciales como el caso Vitalogic y la denuncia de sindicatos de Bucaramanga en su contra, por los que está citado a juicio el 21 y 27 de julio, respectivamente. Una vez asuma la curul en el Senado, pasarán a ser competencia de la Corte Suprema de Justicia. 

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