Daniel Quintero, el Alcalde de Medellín, bautizó a su movimiento político como Independientes, y con esa consigna ha promovido su sello político, insistiendo, como lo hizo cuando fue suspendido, en que “somos independientes, sin partidos ni jefes políticos”.
Sin embargo, el mapeo que hizo La Silla Vacía de su administración muestra que está integrada por más de una docena de personas que, lejos de ser independientes, tienen lazos con distintos grupos y partidos políticos. Quintero les ha entregado el control en puestos directivos de siete de las 23 secretarías y de ocho institutos y empresas municipales.
Algunos de los políticos a los que están relacionados los funcionarios de Quintero tienen cuestionamientos legales, como Luis Pérez, a quien la Fiscalía le decomisó recientemente cuatro predios que habrían sido comprados a paramilitares, y León Freddy Muñoz, investigado por narcotráfico en la Corte Suprema. También hay personas relacionadas con barones electorales de partidos tradicionales, como el hermano de Mario Castaño, capturado por corrupción, y aliados del presidente del Partido Conservador, Carlos Trujillo.
Además, detrás de varias de las entidades que manejan estos políticos han surgido ruidos de corrupción, como en Ruta N, así como en el INDER y Buen Comienzo.