Tomada del Twitter de Enrique Peñalosa.

Eso encontramos al revisar los 102 contratos más grandes que firmó ese instituto en este gobierno. También, que la empresa que más ganó contratos la gerencia una exfuncionaria del Alcalde.

Si hay un contraste grande entre la primera y la segunda alcaldía de Enrique Peñalosa es que mientras a finales de los 90, en tres años, logró construir las primeras troncales y poner a rodar los buses de Transmilenio, en este segundo mandato que está a punta de terminar no podrá dejar ni un solo metro nuevo de ese sistema, a pesar de que tuvo cuatro años y de que lo volvió a priorizar en su plan de gobierno.

Y para esos planes era fundamental el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), que en su primer periodo fue una entidad clave, precisamente, porque se encargó de contratar todas las obras de este sistema.

Su idea era repetirlo, pero los contratos más grandes dejan claro que no solo no pudo entregar la mayor parte del paquete de vías que prometió, sino que terminó contratando muchos más diseños que obras.

Eso encontró La Silla Cachaca al revisar los contratos más grandes que adjudicó el IDU entre el 1 de enero de 2016 y el 14 de noviembre de 2019.

Para explicar el contraste con el gran nivel de ejecución de su primera administración, el Secretario General de Peñalosa, Raúl Buitrago, dice que en ese entonces recibieron del gobierno de Antanas Mockus un IDU reestructurado, “repotenciado para hacer proyectos. Y cuando llegamos a la actual administración, encontramos un IDU paralizado porque venía de un problema de corrupción gravísimo (no de Petro, sino de la administración de Samuel Moreno) y la mejor manera de no meterse en líos por problemas de corrupción es no hacer”.

Esto es importante porque dejar muchos diseños le puede ayudar a planear obras a Claudia López, pero al tiempo, como son diseños que no necesariamente dejan amarrada la construcción y ella puede cambiar prioridades, particularmente en lo que a Transmilenio se refiere porque ha prometido invertir menos en ese sistema, las obras de Peñalosa no necesariamente se concretarían.

Revisamos 102 contratos de 3 mil millones de pesos en adelante y sacamos las siguientes conclusiones:

Los megacontratos fueron sobre todo para mantenimiento de calles y diseños, no para grandes obras

De los 102 contratos por encima de 3 mil millones de pesos, la mayoría fueron para mantenimiento de vías, y para hacer los estudios y diseños de las grandes obras que quería ejecutar Peñalosa. Raúl Buitrago, su Secretario General, dice que “la presupuestación y la contratación de los diseños tardaron entre dos y tres años, y por eso la construcción quedó para el último”.

Sólo 10 contratos fueron estrictamente para construir grandes obras, y de esos, sólo uno fue para la principal apuesta de Peñalosa, que es Transmilenio: la extensión de la troncal de la Caracas al sur, el contrato más grande que firmó el IDU en estos cuatro años, por 256 mil millones de pesos.

Cinco más son para construir la Avenida Guayacanes, también conocida como Tintal-Alsacia, en el sur de Bogotá; otro para hacer la Avenida La Sirena (Calle 153 entre carreras 9 y 19), uno para la renovación del centro de Usaquén, y dos para arreglar la Avenida Los Cerros en la localidad de San Cristóbal, que presentaba hundimientos constantes.

Hubo un paquete más grande, de 16 contratos, que fueron para diseños y construcción. De esos, cuatro están relacionados con Transmilenio (ampliación de estaciones y construcción y ampliación de patios), y en los demás están las avenidas San Antonio (ya terminada), Laureano Gómez (Carrera 9 entre calles 170 y 192) y Luis Carlos Galán (Carrera 66), así como las calles que fueron intervenidas para convertirlas en paseos comerciales, y puentes..

 

La empresa que más ganó contratos la gerencia una exfuncionaria de Peñalosa

La más ganadora fue la canadiense WSP Proyectos, que hace parte de consorcios con los que se quedó con seis contratos, directamente o por medio de la empresa Consultoría Colombiana (Concol), de la que es dueña desde 2017.

Ambas tienen como particularidad que su representante legal es Alexandra Rojas Lopera, que fue la Gerente de Transmilenio de Peñalosa entre enero de 2016 y enero de 2018, después de lo cual pasó a ser su asesora hasta mayo de este año.

Concol, además, se ganó en 2016 un contrato de consultoría con la Empresa Metro de Bogotá para determinar cuál era la mejor ubicación de los patios del metro.

Eso fue algo que cuestionó en octubre pasado el concejal Hollman Morris, en plena campaña por la Alcaldía, cuando él era candidato de la Colombia Humana de Gustavo Petro. Morris dijo que el caso de Rojas era una puerta giratoria entre el Distrito y contratistas del metro.

La Silla Cachaca la contactó y respondió por escrito a través de la oficina de comunicaciones de WSP que sí pasó del Distrito a la empresa, pero que en ningún momento trabajó en ambas partes al tiempo, lo que sí generaría problemas.

Los contratos que ganaron WSP y Concol son de 2017 y 2018, cuando ella trabajaba en la Alcaldía, donde estuvo hasta mayo de 2019. A WSP se vinculó al mes siguiente, el 3 de junio, como Vicepresidenta de Operaciones, y el 8 de agosto la nombraron representante legal.

WSP y Concol se ganaron, entre otros, el contrato para realizar los estudios y diseños de la troncal de Transmilenio de la 68, cuya obra está en proceso de contratación. (Esa fue la troncal que la alcaldesa electa, Claudia López, le pidió a Peñalosa que no contratara porque considera que esa plata se debe destinar a la segunda línea del metro).

El contrato de los diseños de la 68 se lo ganaron WSP y Concol con HMV Consultoría, que fue la segunda firma que más megacontratos se ganó: 5.

En total, los 10 contratistas que más ganaron contratos por encima de 3 mil millones de pesos se quedaron con 42 de 95. Es decir, casi la mitad.

 

Los que más plata ganaron son grandes jugadores nacionales

De los 2 billones de pesos en contratación que revisamos en 102 contratos, 15 firmas se quedaron con 1,3 billones. Es decir: el 65 por ciento de la plata contratada.

Los contratistas que más ganaron fueron Pavimentos Colombia y Mario Huertas, dos firmas que además de tener recorrido en la contratación de Bogotá, son de las grandes jugadoras en las concesiones viales del resto del país.

El caso de Mario Huertas es particular porque al ganarse la construcción de la extensión de la troncal de la Caracas al sur, junto con la firma Indugravas, regresó a la construcción de Transmilenio.

Huertas es recordado en Transmilenio por la medida de aseguramiento que le dictó la Fiscalía en 2008 por supuestas irregularidades en la construcción de la Troncal de la Calle 80.

Esa obra estuvo inicialmente a cargo de la constructora mexicana ICA entre 1998 (primer gobierno de Peñalosa, que le adjudicó el contrato) y el 2001 (gobierno de Mockus), año en que el Distrito canceló el contrato por incumplimientos. La construcción del 30 por ciento restante le fue adjudicada a Huertas tras licitación del IDU, y luego el pavimento se agrietó con el paso de los buses.

Las reparaciones costaron más de 4 mil millones de pesos y la investigación resultó en medidas de aseguramiento para Huertas y Andrés Camargo, director del IDU que había dirigido la licitación en el gobierno de Peñalosa. 

Huertas se entregó a la Fiscalía el 25 de febrero del 2008. A los cinco meses Mario Iguarán, Fiscal General en ese entonces, tumbó las medidas de aseguramiento que se les habían dictado a ambos, y años más tarde la investigación fue precluida sin condena para el ingeniero, pero sí para Camargo.

Además de Huertas, estas son las firmas que más ganaron plata en contratos con el IDU en estos cuatro años::

 

Primó la competencia

91 de los 102 megacontratos fueron adjudicados en procesos en los que hubo competencia entre varios proponentes, sea porque los adjudicaron mediante licitación o concurso de méritos.

Los ocho procesos que adjudicó el IDU por contratación directa, conocida como contratación a dedo porque no hay competencia, fueron a entidades del distrito mediante convenios para hacer estudios y diseños y obras, por ejemplo con alcaldías locales; para contratar publicidad con la ETB, limpieza con Aguas de Bogotá y avalúos con la Unidad de Catastro.

Nota del editor: A las 8:50 de la noche del 19 de diciembre de 2019 actualizamos esta historia. Incluimos los cinco contratos que adjudicó el IDU para construir la Avenida Guayacanes, también conocida como Tintal-Alsacia, así como los dos para su interventoría, que en la primera versión no tuvimos en cuenta por un error involuntario. Eso hizo que el número de contratos analizados pasara de 95 a 102. También cambiaron los escalafones de quienes más ganaron contratos y de quienes más ganaron plata. En este último, en particular, modificamos el intertítulo en el que decíamos que había sido Mario Huertas, pues después de incluir la información nueva quedó en primer lugar Pavimentos Colombia y de segundo, Huertas. La tesis de la historia, sin embargo, se mantuvo, ya que los nuevos contratos, aunque fueron de construcción, no modifican el hecho de que una minoría hubiera sido con este objetivo y la mayoría, para mantenimiento vial y diseños de obras.

Periodista. Pasé por La Patria, Congreso Visible y El Espectador. Cubrí para La Silla las movidas de poder en Bogotá y Cundinamarca mientras existió La Silla Cachaca entre 2017 y 2019. Ahora ando pendiente de las conversaciones que podamos dar y generar desde La Silla en redes sociales. De vez en...

Historiadora y Diseñadora. Trabajé del 2018 al 2021 en La Silla Vacía como Coordinadora Gráfica. Ahora vivo en Helsinki (Finlandia) y estudio una maestría en Comunicación Visual.

Estudiante de Ciencia Política con énfasis en Participación y Comunicación Política de la Universidad Javeriana.