Memo para Gustavo Petro: el país que recibe en conflicto y paz

Memo para Gustavo Petro: el país que recibe en conflicto y paz
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En vísperas de la entrada del nuevo Gobierno, La Silla Vacía lanza su serie de “Memos al nuevo Presidente” elaborados con expertos de La Silla Llena y otros que trabajan en los temas para hacer unos cortes de cuentas del país que recibe Gustavo Petro. Emulan el briefing que seguramente le hará su equipo al nuevo presidente una vez llegue a la Casa de Nariño.

Fecha: Julio 11, de 2022

Memo dirigido a: Gustavo Petro, su ministro de Defensa y su Consejero de Paz

De: La Silla Vacía, con base en entrevistas con los siguientes expertos: Andrei Gómez, Cofundador de Rodeemos el Diálogo; Daniel Wiesner; Gloria Gallego, directora del grupo de investigación Justicia y Conflicto de la Universidad Eafit; y documento Ni Paz ni Guerra, escenarios híbridos de inseguridad y violencia en el gobierno de Iván Duque de la Fundación Ideas Para la Paz (FIP); y un documento que tiene una serie de propuestas de expertos y la FIP que son urgentes para el próximo gobierno.

Asunto: el país que recibe en temas de conflicto y paz

Introducción

Aunque el tema del Acuerdo de Paz figuró muy poco en campaña, usted como presidente electo ha dejado claro que cambiará el paradigma con el que el gobierno de Iván Duque viene abordando los temas de paz y seguridad. Ha dicho que buscará negociar el sometimiento de las disidencias y el Clan del Golfo y negociar con el ELN, así como cumplir de manera integral el Acuerdo de Paz para lograr una “paz grande”. Este documento, realizado con el insumo de varios expertos en el tema, le servirá para tener claro el panorama que recibe.

Antecedentes

  • En pocas palabras: Usted recibe un país con una paz fragmentada. Se ha avanzado lentamente durante 5 años en la implementación del Acuerdo de Paz con las Farc, pero el conflicto armado se ha reactivado en varias regiones. 
  • La teoría de cambio: El paradigma del Gobierno Duque fue golpear a los Grupos Armados Organizados como el Clan del Golfo, la Segunda Marquetalia y la disidencia de Gentil Duarte y sus economías para convertirlas en bandas criminales con menor capacidad de daño para consolidar la legalidad.

Esta estrategia de descabezar las organizaciones criminales que había dado éxito en el pasado, permitió la captura de cabecillas como Otoniel, líder del Clan del Golfo, así como dar golpes a la comandancia del ELN en Chocó y bajas importantes en las disidencias de las Farc como la muerte de alias Jhonier en el Cauca. Sin embargo, demostró que es insuficiente, como lo demuestra el estudio completo que hizo la Fundación Ideas para la Paz, porque no afecta estas estructuras que funcionan de una manera más horizontal y no dependen necesariamente de sus cabecillas para funcionar.

Además, Duque implementó a su manera lo pactado con las Farc que, como afirmó la Comisión de la Verdad, fue a un ritmo lento y no de manera integral. 

  • ¿En qué consiste el conflicto hoy? En los últimos cuatro años, aumentó el sufrimiento de los colombianos en todas sus formas por cuenta de un conflicto que está hoy más marcado por una confrontación de carácter local y focalizada entre grupos armados con características diferenciadas en cada territorio, más que por un conflicto entre el Estado y estos grupos. Si bien la pelea de estos grupos son por las rentas ilegales de narcotráfico y minería ilegal, eso es más el producto que la causa de la inestabilidad en los territorios.

Los indicadores del impacto humanitario del conflicto muestran que Colombia se encuentra más cerca del 2011 que del 2016, la ventana de la paz se ha ido cerrando y el crimen organizado tiene un peso cada vez más importante como se demostró en el pasado paro armado del Clan del Golfo. Como dice la FIP, estamos en un escenario sin paz, pero tampoco de guerra.

  • Los Pdets: Si bien el Gobierno Duque logró avanzar de manera significativa en la materialización de las iniciativas formuladas por las comunidades para los Planes de Desarrollo Territorial en los territorios (Pdets), tanto los métodos utilizados que fueron más “de arriba hacia abajo” y no con las comunidades, como las contradicciones de la política pública y la falta de recursos disponibles a nivel territorial han venido erosionando la confianza de las comunidades en el proceso. Con el ingrediente adicional de las denuncias de un presunto desvío de plata de las regalías del OCAD Paz a ‘peajes’ a funcionarios encargados de aprobarlas
  • La tierra: El gobierno Duque avanzó de manera muy lenta en la formalización de la tierra (solo el 7 por ciento de las hectáreas formalizadas) y el catastro multipropósito es una tarea muy compleja y que toma mucho tiempo. Hay pocos recursos y muchos intereses para no hacerlo.
  • La deforestación: La salida de las Farc ha facilitado nuevas explotaciones en zonas que eran conservadas por presencia de grupos armados. La mala presencia del Estado ha provocado mayor deforestación y la estrategia represiva de la Operación Artemisa ha generado conflictividad social en los territorios donde se deforesta.
  • Coca: el Gobierno Duque invirtió en sustitución de cultivos pero los incentivos monetarios se hicieron sin saber cuántas hectáreas sembradas había. La erradicación forzada tampoco funcionó. Y el resultado es que la tendencia a la baja en los cultivos ilícitos, se frenó en el último año y va en aumento hasta el punto que el gobierno entregará una disminución menor al 5 por ciento. A la vez, empeoró la seguridad en zonas cocaleras y los municipios con cultivos de coca son los que más líderes muertos tienen en los últimos cuatro años.
  • Muertes de líderes y firmantes de paz: Durante el gobierno de Iván Duque hasta el 30 de abril de este año fueron asesinados por lo menos 545 líderes campesinos, indígenas, ambientales, sociales y comunales. En lo que va de 2022 el promedio de asesinatos por mes ha sido aproximadamente de 17. Mientras, la situación de seguridad para los excombatientes de las Farc está en un estado de cosas inconstitucional según la Corte Constitucional y han asesinado a 334 desde la firma del Acuerdo de Paz.
  • Justicia transicional: El Sistema Integral para la Paz empezó a mostrar grandes resultados en este semestre. La JEP ha realizado audiencias históricas donde los victimarios en el conflicto han reconocido sus crímenes dentro de los casos de falsos positivos y de secuestro. Además, la Comisión de la Verdad acaba de presentar su informe final y las recomendaciones para prevenir que el conflicto armado se siga reciclando.
  • Respaldo a la negociación de paz: En la última encuesta Invamer Poll, de marzo, dice que el 71 por ciento de los colombianos creen que la mejor opción para solucionar el problema de las guerrillas y los grupos armados es insistir en los diálogos de paz. Lo respalda la encuesta Colombia Opina, también de Invamer, que dice que el 66 por ciento de los ciudadanos creen que hay que retomar los diálogos con el ELN. Esto contrasta con la medición de percepción sobre la implementación del Acuerdo con las Farc, que el 70 por ciento de los colombianos dice que va por mal camino, según la Invamer Poll de marzo.

Las principales amenazas

  • El ELN: Para el 2021 tenía a 2.470 hombres y se había consolidado como una guerrilla binacional, con control territorial en la frontera venezolana. También, tiene capacidad para realizar acciones terroristas, como el atentado a la escuela de Cadetes en 2019 o paros armados en sus zonas de influencia. 
  • Las disidencias de las Farc: Tienen unos 2.876 hombres armas en total, a nivel nacional Están agrupadas en la estructura de “Gentil Duarte” y la de la Segunda Marquetalia, pero funcionan como grupos armados con mucha autonomía local, que no se ven tan afectadas con la pérdida de sus grandes cabecillas como la muerte del mismo “Gentil Duarte” o el atentado que sufrió “Iván Marquez”. 
  • El Clan del Golfo: Aunque en 2021 sus hombres en armas disminuyeron a 1.284 con respecto a los 1.770 que tenían en 2020, su capacidad bélica sigue siendo importante, como se vio en el paro armado este año que afectó principalmente su zona de influencia en el norte del país.
  • Grupos delincuenciales organizados: Sin un número claro de integrantes, el crimen organizado en las grandes ciudades es responsable de delitos como el hurto, la extorsión y el microtráfico.

Las victorias tempranas en el primer año 

  • Activar los mecanismos del Acuerdo de Paz: la Comisión de Garantías de Seguridad y la Instancia de Alto Nivel del Sistema Integral de Garantías de Seguridad para el Ejercicio de la Política, reactivar la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación del Acuerdo de Paz, reconocer los protocolos de diálogos de paz con el ELN firmados con Cuba y Noruega, y reconocer acuerdos humanitarios propuestas por las Mesas Humanitarias de Catatumbo y Nariño para explorar diálogos regionales de paz.
  • Pdets: Relanzar o rediseñar, en el marco de los 5 años de la implementación, una estrategia de Pdet que recupere el espíritu participativo planteado en el Acuerdo de Paz. Esto seguramente lo hará en el marco de los diálogos regionales.
  • Catastro multipropósito: Repotenciar esta estrategia del Acuerdo de Paz con un énfasis en la ruralidad, también anunciando un fortalecimiento de las entidades que formalizan o restituyen involucrando a actores internacionales.
  • Rediseñar la sustitución voluntaria: tratar la erradicación como un tema colectivo, no individual. Y garantizar los recursos necesarios para la restitución.
  • Lanzar una estrategia de protección de líderes y excombatientes: Acoger e implementar las órdenes emitidas por la Corte Constitucional y la JEP frente a la seguridad de los firmantes de paz. Así como fortalecer las capacidades de la Unidad Nacional de Protección (UNP). 

Los aliados claves para la paz

  • La comunidad internacional: dadas las inversiones políticas y económicas que ha hecho la comunidad en el Acuerdo de Paz, las Naciones Unidas, países garantes y las ONG defensoras de Derechos Humanos serán aliados claves.
  • Las organizaciones comunitarias, étnicas y de género que están en los territorios, particularmente en los Pdet, y que están ávidos de tener ahora sí una participación en la implementación del Acuerdo. Y, particularmente, organizaciones y familias campesinas beneficiarias del Pnis que no han hecho re-siembra de coca. Estas organizaciones serán importantes en el marco de los diálogos regionales, que será el primer paso para reactivar las negociaciones de paz con el ELN.
  • La Comisión de la Verdad: prácticamente todas las recomendaciones del informe de la Comisión le dan legitimidad a las reformas que usted quiere hacer en el sector de seguridad. Así como el Comité de Seguimiento que quedará después de que la Comisión deje de funcionar oficialmente desde el 28 de agosto.
  • Grupos empresariales sensibles a la paz: como lo demuestra el informe de la FIP ¿Obras por Impuestos, estratégico para la paz? Evolución y futuro, que está próximo a publicarse, el sector empresarial se ha interesado por la estrategia de obras por impuestos, la cual ha funcionado pero requiere ajustes para consolidar la paz. 
  • Autoridades locales de los municipios de frontera con Venezuela y con Ecuador: estos alcaldes son claves en los diálogos regionales.
  • La organización Veteranos por Colombia y el sector de la reserva de la Fuerza Pública disidente de las grandes asociaciones de veteranos como Acore o Acosipar. Los uniformados retirados son claves para medir las tensiones alrededor de las reformas del sector seguridad.

Los desafíos que encontrará:

  • La resistencia del Centro Democrático, que será la oposición en el Congreso, y que tiene una influencia importante en la Fuerza Pública y el Ministerio de Defensa.
  • La desconfianza en un sector de los militares, representado principalmente en Acore, que es resistente al cambio de doctrina militar y a sacar a la Policía del Mindefensa, entre otras reformas que propone Petro a la Fuerza Pública.
  • Algunos caciques políticos nacionales y regionales, que tienen intereses en el tema de tierras, como lo ha demostrado su manifestación de conflictos de interés en el agro y la ganadería.
  • Algunos sectores empresariales que se sienten amenazados por las reformas del nuevo presidente, como ha mostrado el sector ganadero con declaraciones del presidente de Fedegan o la carta del gerente de Colanta.
  • Grupos narcotraficantes que operan en las zonas de interés del ELN, y sectores del ELN asociados con ellos.
  • Sumar al Gobierno de Venezuela es clave en cualquier negociación que se quiera hacer con el ELN, una estructura armada binacional que hace operaciones en conjunto con las Fuerzas Armadas venezolanas (Fanb). El desafío empieza por restablecer las relaciones diplomáticas. 

Nuevos indicadores de éxito:

  • Reducción de homicidios en regiones como Arauca, Cauca, Catatumbo y Chocó.
  • Aumento del número de familias en territorios cocaleros que transiten a la legalidad.
  • Apertura de procesos de diálogos de paz y desmantelamiento de grupos armados.
  • Un debate amplio y constructivo sobre las recomendaciones del informe de la Comisión de la Verdad, que deriva en propuestas de reforma por consenso.
  • Nuevas fuentes de recursos para la implementación del Acuerdo de Paz.

Conceptos claves en los que debe hacer énfasis:

  • Reconciliación.
  • Garantías de seguridad para excombatientes y líderes sociales.
  • Diálogo social.
  • Nueva doctrina de Seguridad.
  • Paz Grande.

 

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