La Corte Constitucional tumbó la reforma al Código Electoral, el proyecto bandera del registrador Alexander Vega. La posición mayoritaria, que alcanzó seis votos, es que esa reforma tiene vicios de trámite porque al ser una Ley Estatutaria no podía aprobarse en el Congreso durante unas sesiones extraordinarias y de manera virtual.

A favor de aprobar la reforma al Código electoral votaron las magistradas Gloria Stella Ortiz, Paola Meneses y Jorge Enrique Ibañez. En contra votaron Alejandro Linares, Antonio José Lizarazo, Jose Fernando Reyes, Cristina Pardo, Diana Fajardo, Natalia Ángel. 

“Tiene demasiadas irregularidades de procedimiento”, le dijo a La Silla una alta fuente de la Corte Constitucional que pide omitir su nombre para revelar las posiciones de los magistrados. “Se va a caer el Código Electoral por vicios de forma”, confirmó otra.

La revisión de la reforma al Código empezó a discutirse ayer en la Sala Plena de la Corte Constitucional. Los nueve magistrados tuvieron que definir primero tres impedimentos que habían presentado los magistrados Antonio José Lizarazo, Alejandro Linares y Diana Fajardo. No aceptaron ninguno.

A pesar de que en su ponencia el magistrado conservador Jorge Enrique Ibáñez les pidió a sus compañeros aprobar el Código, la tesis que prevalece en las mayorías de la Corte es que en las sesiones extraordinarias el Congreso no puede aprobar una Ley Estatutaria. Ese proyecto en específico contempla cambios al derecho fundamental a la participación política.

El nuevo Código es el proyecto bandera del registrador Alexander Vega. Tuvo el respaldo del Consejo de Estado, el Consejo Nacional Electoral y el Gobierno de Iván Duque. Con esa reforma, Vega quería dejar un legado al actualizar las leyes electorales, que no han cambiado desde 1985.

Los argumentos que tuvieron en cuenta los magistrados que tumbaron ese proyecto coinciden con varias intervenciones de sectores políticos, económicos, gremiales, y académicos que pedían tumbar la reforma.

Los vicios de forma

La representante a la Cámara María José Pizarro le dijo a la Corte que el trámite de esa reforma era ilegal porque se hizo en sesiones virtuales. Basó su argumento en la Sentencia C-242 de 2020 de la Corte que exhorta al Congreso a sesionar de manera presencial cuando se trata de reformas de ese calibre.

“Podría afirmarse que la votación de proyectos de Acto Legislativo y Leyes Estatutarias deben debatirse y aprobarse de manera presencial, siendo la virtualidad la excepción”, dijo Pizarro. 

En esa misma línea se expresó la senadora Angélica Lozano quien planteó que “la falta de medidas especiales para que esta ley estatutaria contara con el máximo nivel de discusión pública que, según la Corte, depende en gran medida sobre la presencialidad de los legisladores, hace que se ponga en entredicho el trámite formal del Código Electoral”.

El registrador Vega se defendió sobre esos dos vicios. Dijo que sí se podía aprobar leyes en virtualidad y que era viable darle aprobación a una reforma constitucional en sesiones extras señalando que “la pretensión de excluir la posibilidad de que el trámite de una ley estatutaria se adelante en sesiones extraordinarias, no solamente excede las exigencias especiales que de manera expresa consagra la Constitución”.

El debate en el Congreso fue a las carreras

En el Congreso, el trámite de la reforma al Código Electoral fue contrarreloj. De hecho, terminó de aprobarse el último día de sesiones extras de diciembre de 2020. Fue gracias a la aplanadora de la coalición de Gobierno y el lobby del poderoso registrador Vega.

El trámite contrarreloj desconoció advertencias sobre la legalidad de aprobar el proyecto en extras y de manera virtual que habían planteado algunos senadores y representantes en otras fases de la discusión.

Al final el proyecto de aprobó con 118 votos a favor en la Cámara de Representantes y mayorías en el Senado gracias a la coalición de gobierno.

Lo que se cayó

  • La paridad de género. Planteaba que las listas a corporaciones públicas donde se eligen más de cinco personas fueran paritarias: 50 por ciento mujeres y 50 por ciento hombres. 
  • Más burocracia para el Registrador. La reforma del Código creaba más de mil cargos nuevos, entre registradores municipales, delegados y especiales en los 32 departamentos.
  • El control a las encuestas. Establece que, para ser publicada, una encuesta debía pasar por un control previo del Consejo Nacional Electoral, y no posterior como lo hace ahora.
  • Sancionados que podían seguir siendo candidatos. Con la reforma, el Consejo Nacional Electoral ya no podía rechazar la inscripción de candidatos que en el pasado hayan sido sancionados con fallos de la Procuraduría o la Contraloría. Eso, cumpliendo el fallo Petro en la CIDH
  • El monopolio de la biometría. La reforma le abría las puertas al registrador Vega para tener el control total, y no solo electoral como es hasta ahora, de la identificación y autenticación de todos los datos biométricos de los colombianos. 

Soy el periodista que cubre el Congreso. Estudié comunicación social y periodismo en la Universidad Surcolombiana. Antes hice parte de La Silla Sur. En 2020 gané el premio de periodismo Reynaldo Matiz y en 2021, 2022 y 2023 el premio Carlos Salamanca a mejor investigación. Escríbame al jortiz@lasillavacia.com

Soy periodista de género en La Silla Vacía y coordino el área de La Silla Cursos. Estudié periodismo en la Universidad de Antioquia en Medellín. Trabajé como investigadora en Hacemos Memoria y en el equipo que está construyendo la política de equidad de género de la Universidad de Antioquia....