El reto de llevar el debate más allá
Las declaraciones de Boreal y Carvalho no son aisladas. Ambos las dieron en momentos distintos de la discusión en el Congreso del proyecto que pretende regular el uso adulto del cannabis, una reforma constitucional para que mayores de edad puedan, por ejemplo, comprar marihuana en sitios autorizados y portarla sin que las autoridades tomen medidas en contra.
Julián Quintero, investigador de Acción Técnica Social, la organización que maneja el proyecto Échele Cabeza, dice: "el contexto de la declaración (de Boreal) fue en la audiencia de regulación del cannabis para uso adulto. Fue totalmente pertinente y lo hizo ante un público mayoritariamente cannábico y joven, que a la final es su público. Su público no son personas mayores, de derecha, conservadoras, ella no les hablaba a ellos".
Uno de los autores del proyecto es el representante liberal Juan Carlos Losada, que aunque a diferencia de Boreal y Carvalho no es primíparo y hace parte de un partido tradicional, viene del activismo en defensa de los animales y es un maestro de yoga que ha promovido una agenda progresista en el Congreso.
La reacción de la derecha y de sectores conservadores del Congreso ha sido dura. La senadora uribista María Fernanda Cabal calificó a Boreal como adicta; en Twitter es tendencia la palabra drogadicta, y mientras un periodista influyente en redes como Luis Carlos Vélez, director de La FM, calificó la confesión como un mal ejemplo, Vicky Dávila, la directora de Semana, dudó de que ella pueda tener capacidad para desempeñar sus funciones (a pesar de que Boreal no dijo que asista drogada a trabajar).
Por eso, dice el experto Quintero, el reto de ella y de quienes están echándose al hombro el debate sobre la normalización del consumo de marihuana es más grande de aquí para adelante.