“El Pacto ya gobierna Cali”, escribió ayer en twitter el exrepresentante liberal Juan Fernando Reyes Kuri, en respuesta a una publicación del senador Gustavo Bolívar diciendo que el movimiento quería gobernar en la ciudad y el Valle. En efecto, el alcalde Jorge Iván Ospina ha profesado su cercanía con el presidente Gustavo Petro y su proyecto político y recibió el apoyo del hoy presidente cuando se lanzó. Además, políticos claves del Pacto Histórico en el Valle, han tenido participación en el Gobierno de Ospina, como Roy Barreras y Wilson Arias.
Estas declaraciones y nombramiento terminan siendo un encarte para algunos sectores del petrismo que tienen los ojos puestos en Cali para 2023 y que le sirven de munición a sus opositores políticos de centro y derecha que les sacan en cara el apoyo al impopular y cuestionado mandatario del partido Verde, hijo del legendario líder del M-19, Iván Marino Ospina.
Hoy Ospina es un alcalde con el 75 por ciento de desaprobación y con varios cuestionamientos encima. Los últimos escándalos de contratación en las Empresas Municipales de Cali (Emcali) han tenido vuelo nacional hasta el punto de que la Contraloría, la Procuraduría y la Fiscalía le pusieron la lupa a su administración.
Por eso la campaña regional que apenas empieza a perfilarse en Cali está girando más alrededor de desmarcarse de todo lo que represente la alcaldía de Ospina. En el caso del petrismo, aún no es claro que tanto peso pueda tener la relación que le endilgan con el actual alcalde con miras a las regionales, pero desde ya hay intentos para zafarse de cualquier vinculación con el mandatario mientras la derecha y el centro refuerzan la idea de que hace parte del mismo proyecto político.
El encarte con Ospina
La historia de la elección de Ospina les da argumentos. El alcalde se eligió con el aval de los partidos Alianza Verde — en el que milita — y Liberal, con el apoyo de partidos tradicionales como La U, pero también con movimientos que hoy hacen parte del petrismo o lo apoyaron: Colombia Renaciente de Jhon Arley Murillo, el senador Roy Barreras, sectores del Polo Democrático como el del senador Wilson Arias y la Colombia Humana de Gustavo Petro.
Apoyos como el de Barreras llegaron para impedir que ganara el uribismo que en ese momento estuvo del lado del candidato Roberto Ortiz, conocido como “El Chontico”, que marcaba de segundo en las encuestas. Eso, junto al apoyo que le dio Petro, al ser el candidato que respaldó con más fuerza en el Pacifico, impulsó la imagen de Ospina como la ficha alternativa que congregó a la izquierda. Más aún, la historia familiar de su asesinado padre del M-19 que lo hace cercano ideológicamente a Petro.
Ese ha sido un vaso comunicante que el mismo Ospina ha reforzado recientemente.
El pasado 28 de septiembre el alcalde se refirió a sí mismo como un “alfil” de Petro. Durante una entrevista con el periodista Yamid Amat, cuando le preguntaron por las denuncias que relacionaban a su hermano Mauricio Ospina con la contratación de Emcali en medio del escándalo por un contrato que incluía televisores a 43 millones y sillas a 17 millones de pesos.
“Existe la intencionalidad de menoscabar y estigmatizar a quienes somos parte del gran proyecto de Gustavo Petro — dijo el alcalde en ese momento —. (…) Un proyecto histórico que ha dado mil batallas, que proviene de los años 70 en el M-19 del cual hacemos parte de manera integral”.
Esas palabras fueron en contravía del mensaje que trataba de enviar el petrismo en redes sociales recién estallado el escándalo que resonó a nivel nacional:
@JorgeIvanOspina no representa ni hace parte de ningún sector petrista. Jorge Ivan Ospina es del partido verde, sector que no hace parte ni siquiera de la lista de partidos que conforma el pacto histórico. Sean serios con las narrativas que están implementando.— Ana Erazo (@AnaErazoR) September 27, 2022
Y le dio más razones a sus contradictores para relacionarlos y reclamarle a Petro por su silencio:
A @petrogustavo y al @PactoCol le solicitamos que recojan a su alfil @JorgeIvanOspina antes de que acabe con #Cali. Ahora no lo vayan a negar, a Ospina lo puso el Pacto y sus socios. pic.twitter.com/pDRlG5oMwy— Christian Garcés (@ChriGarces) September 29, 2022
Van 22 días desde que el país puso sus ojos sobre la contratación de Emcali, ¡y todavía los caleños no son merecedores ni siquiera de un trino por parte del Presidente @petrogustavo! Ojalá que mañana, desde los diálogos en Univalle, por fin se pronuncie. Amanecerá y veremos.— Reyes Kuri Juan Fernando (@ReyesKuri) October 14, 2022
“Nuestra tarea es desmentir que Jorge Iván Ospina hace parte del Pacto Histórico”, nos dijo la concejala Ana Erazo (Polo) y aseguró que aunque lo apoyaron en 2019, no representa ni sus ideales ni su forma de hacer política.
Sin embargo, fue más que un apoyo electoral. Lo que es el Pacto Histórico hoy ha gobernado en Cali con Ospina. Por ejemplo, el hijo del senador Roy Barreras, Roy Alejandro Barreras, fue hasta hace unos meses el director de Planeación de la Alcaldía y la hermana del senador Wilson Arias (Polo), Nancy Faride Arias, fue subsecretaria de Equidad de Género.
Aún así, para Alfredo Mondragón, representante del Pacto Histórico por el Valle, la declaración de Ospina es una forma de sopesar su impopularidad. “Ospina, pretende, hábilmente, mostrarse como petrista histórico para aliviar la mala imagen que acumula en la ciudadanía caleña”.
Frente a esto, el alcalde de Cali dijo que hay una izquierda ortodoxa que, según él, intenta desconocer la historia. Argumenta que además de la historia del M-19, lo unen a Petro también la participación activa en la constituyente del 91, el apoyo que Petro le dio a sus dos alcaldías.
“Yo no estoy cerca de Petro por una colaboración, por un apoyo, por un espacio burocrático. (…) Quienes piensen que yo me junto para pegarme de su imagen están equivocados. Me pego por principios soberanos, independientes, fundamentales”, aseguró el alcalde.
Pero el quiebre entre ambos tiene historia. Carlos Saavedra, dirigente nacional de la Colombia Humana, cuenta que la distancia entre el presidente y el alcalde empezó en 2019, una semana antes de las elecciones cuando Ospina hizo una huelga de hambre en medio de la campaña. “Me llamaron de Bogotá a ver si el doctor Petro podía venir a Cali a respaldar a Jorge Iván. Mauricio (hermano del alcalde) dijo que no, que si Petro iba espantaba los votos de Dilian. Prefirió a Dilian y no a Petro”, asegura.
Esa grieta se profundizó en enero de 2020 cuando, según Saavedra, el entonces senador viajó al sepelio de dos dirigentes de la Colombia Humana asesinados en Candelaria y quedó de verse con el recién posesionado alcalde. “Estábamos almorzando y llaman del despacho del alcalde a decir que no podían atender a Petro. Por eso es que después de posesionado el presidente, escasamente hay un saludo”, dice.
“Es una distancia que él mismo se busco”, afirma Saavedra y asegura que aunque Petro le guarda un cariño a Ospina por la historia de su padre, no se va a referir a los escándalos que rodean al alcalde porque prefiere esperar las investigaciones de los entes de control.
En Cali hay grandes ambiciones, pocos candidatos
Cali es clave para el proyecto político petrista en las regionales del próximo año. Si quiere consolidarse en alcaldías grandes, la de Cali es obligada. Es donde lograron capitalizar el paro del 2021 y lo tradujeron en apoyo electoral: el Pacto Histórico obtuvo el mayor número de representantes en el Valle con cinco de 13 curules disponibles. Y en la segunda vuelta presidencial obtuvo el 64 por ciento de los votantes en Cali respaldó la campaña presidencial de Petro. Lo que la convierte en una ciudad en la que la izquierda puede tener un respaldo amplio.
Sin embargo, por ahora no hay una figura fuerte para llegar a la Alcaldía que recoja las bases del petrismo. Por eso harán una consulta interna en la que suenan nombres como el de la representante a la Cámara, Gloria Airzabaleta, ex esposa de Roy Barreras, y el abogado y veedor ciudadano Elmer Montaña, aunque negó estar interesado en lanzarse.
Por el Concejo hay nombres como el de Erazo que quiere repetir y liderar la lista, así como el de María del Carmen Londoño, periodista y asesora del senador Alexander López por más de 20 años. En sus apuestas a la Gobernación, el nombre que suena con fuerza como el único candidato del Pacto es el de López que tiene hasta diciembre para renunciar y oficializar su candidatura.
El representante Mondragón cree que con esto no habrá efecto negativo: “Creo que la campaña presidencial fue una prueba de fuego para evidenciar que tanto nos podía afectar la mala imagen de Ospina. Pero el resultado es contundente, la ciudadanía logró diferenciar: una cosa es Ospina, la desconfianza que le genera a la población no se traslada a la apuesta política de Petro y el Pacto”.
Aseguró que los resultados de este año les permite pensar que pueden ganar la Alcaldía de Cali, la Gobernación del Valle, la mitad de las alcaldías en el departamento y tener bancadas robustas en asamblea y concejos.
Pero, según el representante del Centro Democrático, Christian Garcés “El tema es que, en una urgente coherencia política, en el 2023 nadie debería votar por los que ayudaron a subir a Ospina a la Alcaldía y los que hicieron parte de su gobierno”.
El sociólogo y profesor de la Universidad Icesi, Enrique Rodríguez, dice que el votante de izquierda caleño no ve como representante de esta al alcalde de la ciudad por las alianzas y las estructuras políticas con las que se hizo elegir (La U, liberales, y el apoyo del destituido ex gobernador Juan Carlos Abadía). Pero la asociación de Ospina con Petro y la izquierda sí puede calar en otros sectores: “Afecta sobre todo a un electorado menos informado que no conoce la minucia política. Ahí puede estar el hueco”.
