Un día después de las declaraciones de Petro, la delegación negociadora de esa guerrilla lo acusó de deslegitimar la mesa de diálogos desconociendo su carácter político.
En vez de recular, Petro fue más allá. Ese mismo sábado, retó al ELN: “Sí queremos darle ese estatus político al ELN, pero reconociendo la nueva realidad. En esa medida, les propongo que trabajemos, en serio, un cese al fuego. Que se dejen de matar, que sea un cese de hostilidades a la sociedad”, dijo desde Olaya Herrera (Nariño), ante miles de campesinos cocaleros y en una zona donde hay presencia elena.
Les tendió también un puente para acercarse: les propuso iniciar con un cese al fuego de carácter territorial que se pueda expandir a nivel nacional. Con la gran y polémica concesión de que la guerrilla —aún armada— pueda trabajar con las comunidades en el diseño de políticas para el desarrollo del territorio.
“Empecemos un cese al fuego. Un proceso que empiece a darle confianza a la sociedad colombiana que ya está descreída de tantos años de prometer paz”, dijo Petro.
La respuesta del ELN fue casi inmediata. En un comunicado ayer lunes, el Comando Central del ELN (Coce) dijo que la negociación estaba en “crisis” por las declaraciones de Petro. Luego, Pablo Beltrán, jefe negociador de esta guerrilla, dijo que los diálogos entraban en una “pausa” hasta hacer todas las claridades sobre la posición del gobierno frente al estatus político del ELN.
La “pausa” en la mesa vuelve mostrar un ELN poco flexible
Ante el comunicado del Coce y la delegación del ELN, Presidencia respondió a la guerrilla. En un documento de una página, el gobierno Petro reiteró que el estatus político de la guerrilla ya estaba reconocido en una resolución. Además, aclaró que las declaraciones de los últimos días eran “un llamado a ambas partes a ser responsables con las dinámicas del conflicto armado”.
Sin embargo, la respuesta no fue suficiente para conjurar la crisis. El negociador Beltrán anunció la noche de este lunes la suspensión de la mesa de diálogos en La Habana hasta que se resuelvan las preocupaciones de esa guerrilla.
“Ha habido unas declaraciones públicas que ayudan a solucionar el asunto, pero el fondo del asunto, lo que motivó el reclamo nuestro sigue latente para evaluarse”, dijo Beltrán ayer y llamó a la sociedad a “tener paciencia”.
Al respecto, Velandia —quien escribió el libro “El ELN desde mi ventana” sobre esta guerrilla— cuestiona que el ELN llame “crisis” el efecto de las palabras de Petro. “Crisis son los muertos, la presión militar en los territorios, crisis son los desplazamientos forzados. Esa es una crisis, no una desavenencia verbal que es connatural a la confrontación de ideas; esas desavenencias no pueden llevar a paralizar una mesa”, dice.
“Si el ELN sigue dilatando la entrega de resultados va a dejar al gobierno sin campo de maniobra y en esa medida, el gobierno en algún momento va a tener que levantarse de la mesa", dice Luis Fernando Trejos, investigador del conflicto y profesor de la Universidad del Norte. “Creo entre líneas que el presidente Petro midió el aceite y realmente no hubo mayor rechazó en la opinión pública”.
Para monseñor Héctor Fabio Henao, quien acompaña la mesa de diálogos en La Habana como representante de la Iglesia, las consecuencias no van tan lejos como para plantear una ruptura del proceso.
“Este es un momento que indudablemente presenta dificultades, pero también se presenta una oportunidad de mejora y de transformaciones”, le dijo Henao a La Silla. “Pienso y espero que en esa línea se avance, siempre bajo la perspectiva de los impactos en el proceso global que puede tener, por ejemplo, el no alcanzar definiciones sobre el cese al fuego, que es un tema tan esperado por la sociedad colombiana”.
Luis Eduardo Celis, experto en el ELN e investigador de Pares, coincide en que las declaraciones del presidente “van a paralizar la mesa, va a haber uno o tres días de discusiones en La Habana, pero finalmente es solo un impasse”.
Lo que nadie se atreve a predecir es si al final la estrategia del presidente logrará mover al ELN hacia un cese del fuego, o por el contrario fortalecerá la iniciativa que ha demostrado la guerrilla desde que se volvieron a sentar a negociar.