Hoy un bulto de papa en una plaza de mercado puede costar hasta 140 mil pesos, cuando en diciembre una persona pagaba cerca de 98 mil. Eso es apenas una muestra de cómo la vulnerabilidad del agro se posiciona como un tema clave en el país, y empieza a resonar en la campaña presidencial, vinculado a la seguridad alimentaria. Es un tema que llegó para quedarse pues las variaciones climáticas causadas por el calentamiento global serán una amenaza permanente para el agro.
Los cultivos de café tendrán más rolla, los de arroz serán menos fértiles, por ejemplo. Para asegurar la estabilidad del agro en Colombia habrá que mejorar la infraestructura para mantener temperaturas constantes de los cultivos, fertilizar más la tierra y tener mejores pesticidas.
De qué se trata el impacto del cambio climático en el agro
Según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático, la temperatura del planeta aumentará entre 1.5 y 2 grados Centígrados en los próximos 50 años si no se reducen a la mitad los gases de efecto invernadero. Eso tendrá implicaciones en todos los aspectos de la vida en el planeta. Por ejemplo, va a aumentar el nivel del mar, se van a reducir las costas, y la variación climática será más fuerte.
Eso último es lo que se verá en Colombia, donde el aumento de la temperatura todavía no es tan palpable gracias a la variedad de climas y pisos térmicos que hay. En cambio, los fenómenos del Niño (menos lluvias) y la Niña (más lluvias), son más intensos y más frecuentes.
“Con el cambio de clima también llegan nuevas plagas, nuevos hongos y nuevas bacterias. Hay que ir investigando constantemente porque hay que adaptarse a esa variabilidad”, explica Santiago Flores, experto en competitividad agropecuaria.
El golpe ya tiene preocupados a los campesinos y las federaciones, que han tenido que crear oficinas de investigación para adelantarse a ese problema. “De lo que hagamos hoy dependen los próximos 20 o 30 años”, dice Camilo Niño, director técnico de Fedepapa.
Según los modelos climáticos del Ideam, en las costas y el sur del país habrá más sequía, mientras en el centro del país aumentarán las lluvias. Específicamente la zona cafetera tendrá hasta un 30 por ciento más de lluvias en las próximas tres décadas. Lo más vulnerable es el cultivo de café, que aporta cerca del 15 por ciento del PIB agropecuario. Las plantas serán más propensas a plagas difíciles de combatir -como la roya- y disminuirá la floración que luego da el fruto.
Cultivos como el del arroz también están en alerta. El Instituto Internacional de Investigación del Arroz de México dijo que solo con el aumento de 2 grados de temperatura en la noche, la fertilidad de las plantas disminuye hasta el 40 por ciento. El Ideam ha reportado esas mismas estimaciones para Colombia. Significa que los productores tienen que adaptar muy rápido su infraestructura para evitar temperaturas fluctuantes, y darles a los cultivos condiciones permanentes de temperatura y riego.
Pero el tema también muestra lo vulnerables que son ciertos ecosistemas que hay que proteger, como los páramos, y la seguridad alimentaria. Cultivos como el de la papa, que se da en climas más fríos, tendrán que hacerse a alturas más altas, cada vez más cerca de áreas de especial protección. Y los precios de la canasta familiar, como ya se está viendo, van a aumentar.
Por ejemplo, la papa aumentó su precio en un 140 por ciento en el transcurso del año. Esto a pesar de que es el producto más consumido por las familias colombianas —según el Dane una persona se come cerca de 36 kilos de papa al año—.