La reforma pensional reconcilia a liberales y petristas del gobierno

A diferencia de las reformas a la salud y laboral, la pensional es una victoria compartida entre el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, y la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez.

Para Mauricio Olivera, vicerrector de la Universidad de los Andes y expresidente de Colpensiones en el gobierno de Juan Manuel Santos, “de las tres reformas a la seguridad social, la que mejor estructura tiene es la pensional. Se nota que se sentaron a hablar el ministerio de Trabajo y el de Hacienda”.

El articulado se presentó ayer en la mesa de políticas salariales, con la presencia de sindicatos, gremios, miembros del Minhacienda, Mintrabajo y de Colpensiones. El proyecto, como se había anunciado, apunta a crear un sistema de pilares. Tiene varias disposiciones que fortalecen el régimen público de pensiones y protegen a los trabajadores que no logran pensionarse, en línea con las ideas de Ramírez y Petro. Pero también logra proteger el ahorro del régimen privado, una preocupación que viene de Ocampo.

Estas son seis claves políticas que se desprenden de los detalles del borrador que entra al Congreso el próximo 22 de marzo:

1. Es una victoria compartida de la minTrabajo y el minHacienda

A diferencia de la reforma de salud, que dividió la izquierda y los liberales del gabinete, esta reforma unió a dos sabios de la tribu de cada vertiente.

Como se vio con la discusión del salario mínimo, Ramírez es buena negociadora. Logró dejar contentos a los empresarios y a los sindicatos, que casi nunca llegan a un acuerdo con el mínimo. Y eso se ha visto con la pensional. Además, Ocampo ha querido meter más mano a una reforma que es clave para la sostenibilidad fiscal del país y que hace parte de su legado. Eso es porque al Estado le toca sacar hoy al menos 1,2 por ciento del PIB al año -18 billones de pesos- para sostener el sistema pensional. Y esa carga puede aumentar si no se hace nada.

Las discusiones de la minTrabajo y el minHacienda fueron sobre todo por dos puntos clave de la reforma: qué se va a hacer con la plata extra que le entraría a Colpensiones y cuántos recursos dejarían de entrarles a las Administradoras de Fondos de Pensiones, las Afp.

A diferencia de lo que ha pasado con la reforma de salud, en cabeza de la ministra de Salud que viene del activismo, Carolina Corcho, Ramírez le abrió espacio a las ideas de Minhacienda, que llevaron sus propuestas al Mintrabajo. 

En ese escenario, Ocampo abrió una puja para bajar el umbral a partir del cual las personas cotizarían obligatoriamente a Colpensiones. La ministra de Trabajo propuso inicialmente en noviembre que sería de cuatro, pero en el borrador quedó de tres.

En cuanto a la plata que les dejaría de entrar a los fondos privados y que a su vez se invierte hoy en bonos de deuda pública (TES) y en acciones de empresas, Ocampo logró que se creara un fondo de ahorro para que eso se siga invirtiendo, pero vía el Estado. 

2. Ocampo logra proteger el ahorro pensional en el mercado de capitales y la deuda pública

En el tire y afloje de la pensional, el ministro de Hacienda logró que el ministerio de Trabajo acogiera su idea, que anticipó La Silla, para que la plata extra que entraría al régimen público (Colpensiones) se ahorre y se invierta.

Eso se hará de manera gradual. Entre el 2025, que es cuando empieza a regir la reforma, y el 2030 el 20 por ciento total de la plata que le llegue a Colpensiones entrará en ese fondo. Eso subirá hasta el 50 por ciento en 2051.

Para José Ignacio López, director de investigaciones económicas de Corficolombiana, del grupo Aval, aunque la creación de ese fondo es positivo, habría que revisar bien las cuentas. “Cálculos de servilleta dicen que el ahorro sería 4,9 billones de pesos el primer año. Eso es menor a los 8 billones de pesos promedios de compras de AFP en años recientes, pero superior a los 3 y algo del año pasado”. 

3. La puja por si la reforma debilita a los fondos privados entra viva al Congreso

La reforma también lleva el mensaje claro de Petro de que los privados no deberían tener el control del ahorro pensional. Por eso, inicialmente plantearon que los que ganaran hasta 4 salarios mínimos coticen obligatoriamente a Colpensiones, eso es casi el 96 por ciento de todos los trabajadores. Eso fortalecería al régimen público y les sacaría unos 15 billones de pesos al año a las AFP.

Eso marchitaba a los fondos de pensiones, pues el 80 por ciento de todas las personas ganan menos de dos salarios mínimos. Es decir que la mayoría de la gente se iría a Colpensiones.

Aunque Ocampo abogó por que eso bajara a 2,5 para proteger a los fondos privados, la ministra negoció bajarlo a 3 salarios mínimos en el borrador de la propuesta.

Ricardo Bonilla, presidente de Findeter y quien también asesora al gobierno en la reforma pensional, le dijo a La Silla que “ese umbral va a ser sujeto de negociación y podría bajar un poco más”.

Es decir que aunque puede bajar aún más, le da más músculo a Colpensiones y además crea un sistema de pilares en el que el régimen privado y público dejan de competir.

Según los privados, el umbral mínimo para que las AFP tengan un futuro sólido está en al menos 1,5 o 2 salarios mínimos.

En el Congreso esta puja enfrentará a los miembros de la coalición de gobierno. Mientras congresistas del Pacto, como Wilson Arias, han hecho carrera en contra de intereses de privados en las pensiones, los partidos Liberal y La U han recibido miles de millones en donaciones del protagonista de este negocio, Luis Carlos Sarmiento.  

4. La reforma es digerible para tecnócratas y activistas sociales

El borrador de reforma también soluciona los problemas urgentes de cobertura y de sostenibilidad del sistema pensional. Es decir, que más personas se puedan pensionar y que el sistema no se convierta en un problema fiscal grave en el mediano plazo. Además, le pone la lupa a preocupaciones que son más viables en lo político y en lo social.

Incluso, desde campaña Petro dijo que el subsidio a la vejez y aumentar la cobertura sería una de sus banderas. Por eso, la reforma propone un pilar solidario en el que se le girarán 223.000 pesos a 2,5 millones de personas de más de 65 años que no se lograron pensionar, y están en situación de vulnerabilidad.

“En el solidario, me parece que el gobierno responde a algo que es muy difícil de financiar. Por eso, logran una transferencia que aumenta en monto y en frecuencia. Con eso, ayuda a que esas personas salgan al menos de la pobreza extrema”, opinó Olivera.

De hecho, el centro de estudios económicos Anif propuso un pilar solidario que estuviera cercano a la línea de pobreza extrema. Y Fedesarrollo propuso algo parecido, pero con un monto mayor. Ambas propuestas se parecen a la del gobierno Petro.

El otro problema que soluciona es el de la plata del régimen público. Como más gente entraría a Colpensiones, se solucionan los problemas de sostenibilidad. Además, el sistema se vuelve más progresivo al sacar a los de mayores ingresos que hoy gozan de más subsidios. En el futuro se acaban las pensiones altas que hoy son la mitad de los 18 billones de pesos al año que salen del Presupuesto General de la Nación para el sistema pensional.

Eso quiere decir, en otras palabras, que el Estado sacaría menos plata del bolsillo para el sistema pensional y para subsidios. Eso le daría caja para otros rubros del presupuesto, incluyendo el subsidio a los ancianos más pobres.

5. La reforma no desactiva la bomba pensional de largo plazo 

La reforma no toca los requisitos con los que una persona puede acceder o no a la pensión, como la edad o las semanas cotizadas. Se trata de los presupuestos más básicos que hoy ponen en tensión los derechos que otorga el sistema pensional con los cambios demográficos, como el aumento de la expectativa de vida y la disminución de la natalidad. Estos cambios son profundamente impopulares y, por ejemplo, en Francia son motivo de protestas.

Esas fueron las líneas rojas que Petro trazó desde campaña y que esta reforma no menciona. “Primero renuncio antes de subir la edad pensional”, tuiteó en enero el presidente Petro luego de que Ocampo sugiriera en una entrevista que esa podría ser una buena idea. 

Primero renuncio antes de subir la edad pensional.

— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 16, 2023

“En este momento, lo más importante es la cobertura. Pero claro que es clave mirar subir más adelante la edad de pensión porque la mayoría de países tiene la edad de pensión en 65 o 67 años. Nosotros estamos en 62 para hombres y 57 para mujeres. En otros países las personas cotizan durante 35 años y acá son 25 años. Esos son temas que quedan pendientes”, agregó Olivera. 

6. La mirada de género del sistema pensional se queda corta

La ministra de Trabajo salió a anunciar unos días antes de que se conociera el borrador de la reforma que todas las madres recibirán un bono pensional por cada hijo. Según el artículo, podrán disminuir en 50 las semanas que requieren para pensionarse por cada hijo. Y podrían llegar hasta un máximo de 1.150 semanas por un máximo de tres hijos.

Según Ramírez, eso hace un reconocimiento por la carga de cuidado que tienen las mujeres cuando tienen hijos. Sin embargo, el grueso del problema que tienen las mujeres está en el mercado laboral, no en el sistema pensional.

Solo entre noviembre de 2022 y enero de 2023, la tasa de desempleo para las mujeres es de 14,1 por ciento, mientras que para los hombres es de 9 por ciento. Eso sumado a la alta informalidad que tienen las mujeres.

Según Paula Herrera, economista experta en temas de género y profesora de economía de la Universidad Javeriana, la reforma se queda corta para equilibrar la cancha para las mujeres en el mercado laboral.

“Este tipo de medidas sí podrían reforzar los estereotipos de género bajo los cuales las mujeres son las responsables del cuidado. En mi opinión los esfuerzos deben encaminarse hacía el sistema nacional de cuidados que reduzca las cargas de cuidado para que las mujeres no tengan que ausentarse del mercado laboral y compatibilizar los horarios de los centros de cuidado infantiles y colegios con los horarios laborales, es decir extender las jornadas”, agregó. 

Periodista de economía de La Silla Vacía hasta 2023. También soy cofundadora de Economía para la pipol. Antes trabajé en la revista Forbes Colombia, El Tiempo y Portafolio. Estudié comunicación social y periodismo en la Universidad Externado, y una especialización en periodismo digital de la...