La última encuesta Invamer metió a Rodolfo Hernández en el radar para 2022. El exalcalde de Bucaramanga marcó de tercero, después de Gustavo Petro y Sergio Fajardo, con una favorabilidad del 11 por ciento. No solo superó a candidatos más conocidos como Óscar Iván Zuluaga, Álex Char o Federico Gutiérrez sino que por ahora —según la misma encuesta— sólo lo conoce el 17 por ciento de los encuestados. 

En otras palabras, casi que el que lo conoce, quiere votar por él. Eso tiene una explicación: Facebook.

Desde 2018, siendo Alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández puso a sonar su aspiración presidencial en sus transmisiones semanales por Facebook. Y desde entonces, su trabajo en redes sociales no ha parado.

Así, ha mantenido a seguidores espontáneos en distintas partes del país que se saben su discurso anticorrupción de memoria, lo replican en sus redes sociales, y hoy representan 600 puntos de recolección de firmas para Hernández en todo el país. 

Hay puntos de recolección desde San Vicente del Caguán en el Caquetá hasta Riohacha. No son sedes con avanzadas pagas dedicadas a la recolección. Son comerciantes, tenderos, amas de casa, estudiantes, adultos mayores o dueños de un local que se han puesto en contacto con la campaña para que les envíen formatos de recolección. 

Por ahora, esta organización espontánea es insuficiente para recoger las 1,2 millones de firmas que Rodolfo aspira tener de aquí a noviembre para avalar su movimiento Liga de Gobernantes Anticorrupción. Van casi dos meses desde que se inscribió y lleva 180 mil firmas. Sin embargo, le sirve para compensar en algo la estructura política que no ha logrado construir y también ayuda a explicar su aparición en la encuesta.

Los espontáneos 

Jorge Trigos es uno de los que desde ya le está haciendo campaña de manera espontánea.

Tiene 70 años y vive en Aspasica, un centro poblado de 400 habitantes, en el Catatumbo. Hace quince días, viajó a Ocaña, un recorrido por trocha de dos horas en su moto. Pasando por el centro, se encontró con un señor recogiendo firmas para la candidatura presidencial de Rodolfo Hernández. 

“Yo le dije ‘cómo es, yo también quiero’ y me dijo dónde. Allá en una oficinita me dieron quince hojas y me las traje para acá para Aspasica”, nos dijo. En esa oficina venden planes de telefonía e internet. El dueño y otras dos personas en Ocaña, por separado, imprimieron formatos de la Registraduría y prestaron sus líneas de celular y sus viviendas para que los que quieran, firmen por Rodolfo; o como Jorge, ayuden a recoger firmas.

Trigos era carpintero en Venezuela y hace diez años se devolvió a Colombia. Vive con 80 mil pesos de un subsidio del Gobierno por ser adulto mayor y de vez en cuando, gana plata extra transportando gente a pueblos cercanos, como Ocaña. En las tardes, siempre está desocupado. Y su plan desde hace años es irse a la casa de su hermana, que tiene wifi y, con la ayuda de su sobrina, conectarse a las transmisiones de Facebook de Rodolfo Hernández. 

“Me paso dos horas escuchándolo. Lo conocí ahí en Facebook desde que era alcalde y ahí seguí viéndolo”, dice Jorge.  

En su mandato, Rodolfo inventó un programa en Facebook todos los lunes, llamado ‘Hable con el Alcalde’. Una hora larga en la que rendía cuentas de su administración, resolvía preguntas de la ciudadanía, insultaba a la clase política del departamento, regañaba a sus funcionarios y repetía una y otra vez su discurso contra la corrupción. 

Tiene con qué sostener ese discurso. Siendo alcalde le quitó la burocracia a los concejales, que antes tenían parcelada la administración por secretarías al servicio de sus fortines políticos. Hizo más transparente la contratación pública, a tal punto que las licitaciones pasaron de tener un solo oferente a hasta 100 propuestas. Recortó gastos innecesarios, como contratistas “corbatas”, y estableció rangos salariales acordes a las hojas de vida de los funcionarios.  

Fue tan efectiva su lucha anticorrupción que puso un sucesor que derrotó a los clanes políticos del departamento con puro voto de opinión y la votación más alta de la historia. Esa misma fuerza apalancó a candidatos alternativos al Concejo y así desterró a 8 de los 19 concejales tradicionales.

Tras renunciar a la Alcaldía, luego de que la Procuraduría lo suspendiera por pegarle a un concejal, siguió haciendo el programa de Facebook todos los lunes. Ahora se llama ‘Hable con el ingeniero’ y lleva 90 emisiones. Los miércoles se inventó otro, llamado ‘Cinco minutos con el ingeniero’. Ahí se entrevista en vivo con seguidores de todo el país que le cuentan problemas de sus regiones. 

Una tras otra, en cada transmisión, Hernández aplica la misma fórmula: opina sobre temas de actualidad del país mientras repite varias cosas. Dice que quienes lo atacan son politiqueros que se robaron a Bucaramanga; se echa flores con las obras que dejó; reitera que él —solo— logró derrotar las maquinarias políticas, e insiste en que así mismo lo hará en el país de llegar a ser presidente. 

Tanto lo repite que su fiel seguidor, el carpintero Jorge, recita sus mismas palabras para explicar por qué decidió recoger firmas: “Él sacó a todos esos concejales que eran una ladronería. No pudieron contra él. En Bucaramanga dejaron 350 mil millones de pesos de deudas y él las pagó, hizo obras y encima dejó plata en la Alcaldía…Le regalaba el sueldo a los pobres ¿no habrá sido bueno?”. 

Jorge dice que hace dos días volvió a Ocaña y entregó 13 hojas diligenciadas con 195 firmas. Se llevó otros veinte formularios. Asegura que no espera nada a cambio, más que una gorra que diga ‘no robar, no mentir, no traicionar’, el lema de Hernández desde que fue alcalde. 

Los Santanderes son los departamentos donde Hernández y su equipo de trabajo son más fuertes: en 2019, Hernández puso cuatro concejales en Bucaramanga (la bancada mayoritaria), dos diputados en Santander, apadrinó a su sucesor, Juan Carlos Cárdenas, y fue clave para impulsar al hoy alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez. 

Pero en Facebook hay grupos alusivos a la campaña de Rodolfo repartidos por todo el país, que quizás no sean suficientes para conseguir las 560 mil firmas que necesita presentar (aspira recoger 1,2 millones para tener un colchón por las que resulten inválidas) pero que le sirven para multiplicar su mensaje. 

Los grupos de facebook 

En esta red social hay alrededor de 25 grupos alusivos a la campaña de Hernández. Unos de 100, 300 o 400 miembros, como el llamado ‘Rodolfo Hernández – Colombianos en el exterior’. Otros de 5 mil, 10 mil o 13 mil miembros, como ‘La Costa apoya al Ing, Rodolfo Hernández Presidente’.

Incluso, hay de 30 mil, 46 mil y 110 mil miembros. El más grande que encontramos es de 173 mil seguidores, fue creado en noviembre de 2019 y tiene de imagen un montaje de la cara de Rodolfo con la banda presidencial.

Uno de los grupos de 10 mil miembros lo creó Andrés Ruiz, un estudiante de 21 años, de Soledad, Atlántico, que cursa sexto semestre de licenciatura en ciencias sociales en la Universidad del Atlántico. 

“Yo lo vi un día en redes sociales, vi que era crítico, denunciando los casos de corrupción de Bucaramanga. Y luego en elecciones, cuando sacó a todas las ratas del Concejo, ahí sí dije ‘a alguien así hay que hacerle campaña’”, dice Ruiz. 

Según él, la primera y única vez que participó en política, fue en 2018, cuando le hizo campaña al presidente Iván Duque. Fue parte de las juventudes del Centro Democrático en Barranquilla y ayudó pegando publicidad en carros. Hoy dice que se arrepiente de haberle hecho campaña, porque entonces “no tenía conciencia política”. 

El grupo pro Rodolfo lo creó hace un año. Empezó publicando apartes de los videos de su página, que él mismo descargaba y editaba. También se colgaba de publicaciones de otros grupos y los reposteaba. 

“Cuando empecé a ver cómo crecía ese grupo de Rodolfo fue mucha la sorpresa”, dice. “Sobre todo porque en la campaña de Duque yo también creé un grupo y ese no llegó sino a los 300 miembros”. 

Hace tres meses, el equipo de comunicaciones de Rodolfo contactó a Ruiz y lo agregó a un grupo en Whatsapp. Allí hay otros 16 administradores de grupos de Facebook pro Rodolfo. Cada quince días hacen videollamada y en algunas hablan directamente con el candidato. 

Según Ruiz, ellos aportan sugerencias para crecer en redes y los de comunicaciones de la campaña les envían imágenes y videos para que difundan en sus grupos. Por ejemplo, la publicidad de los puntos de recolección de firmas.

En el Atlántico hay cuatro puntos y uno es la casa de Ruiz. Él y un grupo de amigos que coordina por Whatsapp, han recogido poco más de 100 firmas. Según él, donde vive no es muy transitado y apenas han salido una vez a la calle. 

“Uno a veces se demora explicando el trabajo del ingeniero porque de pronto acá no lo conocen tanto”, dice Ruiz. “La gente de pronto se acuerda ‘ah sí, el que le pegó al concejal’ pero hay que explicar que lo que él quiere es acabar la corrupción”. 

Al igual que Germán Vargas Lleras se hizo célebre por el coscorrón que le pegó a su escolta, uno de los episodios más recordados de Hernández fue el día en que en un ataque de ira le pegó una cachetada a un concejal. Pero a diferencia de Vargas Lleras, esa polémica no le pasó factura a Hernández.

Incluso, cada vez que puede, el mismo Hernández lo recuerda, reitera que fue un error y que se arrepiente. Pero a su vez se justifica, acusando a la clase politiquera de provocarlo. 

Esa es una estrategia vieja de Hernández. Tal y como contamos en esta historia, su discurso anticorrupción no solo le sirve para atacar a la clase política tradicional. También lo usa para evadir cualquier crítica. 

Insiste en que es perseguido por los entes de control que responden a intereses “politiqueros”. Y su otro argumento —que Ruiz y Jorge también nos dieron— es que “es como ilógico que digan que robó cuando lo que hizo fue donar el sueldo”. 

En noviembre de este año Rodolfo tiene la audiencia preparatoria por el escándalo de las basuras en Bucaramanga, la sombra más grande de su administración. La Fiscalía lo acusa de interés indebido en la celebración de contratos porque siendo alcalde habría direccionado la contratación de un consultor específico –Jorge Alarcón– para que formulara condiciones técnicas que, a su vez, favorecían a la empresa Vitalogic. 

Vitalogic tenía un proyecto de aprovechamiento de basuras que en su momento Hernández defendió a capa y espada pero que era tan riesgoso para las finanzas del municipio, que la Procuraduría se atravesó y Hernández tuvo que echarlo para atrás. Meses después, salió a la luz que uno de sus hijos había firmado y notariado un contrato de corretaje en el que se comprometía a hacer lobby para que Vitalogic se quedara con el contrato. 

De modo que más allá de sus firmas, que su candidatura sea una realidad depende de ese caso, pues si la justicia lo encuentra culpable, quedaría inhabilitado. Pero por ahora su candidatura va cuajando a punta de Facebook

Soy periodista de la Unidad Investigativa de La Silla Vacía desde 2023. Antes cubría política menuda en los santanderes y conflicto armado en la frontera colombovenezolana. En 2015 gané el premio de periodismo regional Luis Enrique Figueroa Rey. En 2017 codirigí el documental Espejos de Vida, selección...