Rodolfo Hernández ha cimentado su campaña a la Presidencia en la lucha contra la corrupción. Sin embargo, la principal sombra que carga tiene que ver con un escándalo que estalló cuando era Alcalde de Bucaramanga por un millonario negocio para el manejo de las basuras.
El candidato presidencial ha dicho que es inocente y que lo va a probar, pero no respondió a un cuestionario que le envió La Silla Vacía para esta historia. Aseguró que debido a que todavía no se han descubierto todas las pruebas, no puede “hacer manifestación alguna”.
Pero La Silla Vacía conoció expedientes judiciales y encontró que sí hay pruebas que incriminan a Hernández en un entramado en el que su hijo Luis Carlos Hernández aspiraba a recibir una coima de una unión temporal llamada Vitalogic de alrededor de 1,5 millones de dólares. Esa empresa casi se queda con el negocio.
La Procuraduría le formuló pliego de cargos en 2019 y en estos momentos está en juicio disciplinario. La Fiscalía dividió el proceso en dos partes: una por la contratación de un consultor encargado de armar los pliegos para entregar el negocio, y otra por la solución al manejo de las basuras, que era un contrato por 570 mil millones de pesos a 30 años.
La primera es la que está más avanzada. En 2020 la Fiscalía imputó a Hernández por presunto interés indebido en el millonario negocio para favorecerse a sí mismo, a terceros y encima haber influido a otros para que cometieran delitos.
Además de Hernández, están implicados cinco funcionarios de la época de la Empresa de Aseo de Bucaramanga, Emab. Uno de ellos es el entonces gerente, José Manuel Barrera, quien firmó un principio de oportunidad por dos de los tres delitos que lo enredan y está buscando un preacuerdo para el tercero. Es decir, ha venido aceptando que es culpable de haber ayudado a elegir un consultor para que el millonario negocio se lo ganaran las empresas que apadrinaba el hijo de Rodolfo Hernández.
En ese mismo proceso, el 18 de abril todas las partes descubrirán las pruebas que tienen como preparación para el juicio al que la Fiscalía piensa llevar a varias personas, incluyendo al exalcalde.
Estas son las pruebas que enredan a Rodolfo Hernández en ese escándalo de corrupción:
1. Rodolfo Hernández fue quien mandó contratar al consultor
El 10 de agosto de 2016, Rodolfo Hernández reconoció que dio la orden de contratar a Jorge Alarcón como consultor para entregar el negocio de las basuras en una reunión de la junta directiva de la Emab.
En la reunión hubo una discusión porque la junta no participó en la decisión, que era clave para el futuro de la empresa de aseo por las dimensiones del negocio de basuras, y el entonces alcalde dijo: “si algo hay responsabilidad en la contratación de él me la tienen que echar a mí”, “...entonces yo le dije a José Manuel (Barrera, el gerente), este es el que me parece”.