Juan Manuel Santos acababa de llegar a la casa de huéspedes ilustres de la Cancillería, en Cartagena, cuando le avisaron que el presidente Gustavo Petro no iba a asistir. Petro había citado a la cumbre de ayer entre las figuras clave de la política de paz en el país. Alrededor de las 3:00 pm, el canciller Álvaro Leyva, que presidía el encuentro, anunció que el presidente se había bajado del avión presidencial para atender la crisis de las aerolíneas. “Lamentable que el presidente Petro deba cancelar”, dijo Santos, según pudo confirmar La Silla con tres fuentes que asistieron al encuentro.
Con esa tensión sobre la mesa empezó el grueso de la reunión entre miembros del último secretariado de las Farc, los negociadores de paz del gobierno Santos, representantes del gobierno Petro y sus negociadores. Se trataba de una escena similar a las mesas de negociación con las guerrillas a las que están acostumbrados: una mesa cuadrada en un terreno neutral, con acompañamiento de la comunidad internacional y de la Iglesia, para un diálogo alrededor de las visiones y los consensos necesarios para la paz del país.
En este caso, la principal conclusión a la que se llegó —que ya había sido anticipado un día antes por Petro, desde Mesetas (Meta)— fue separar las tareas de la implementación del acuerdo con las Farc del alto comisionado para la paz, Danilo Rueda. Este se enfocará en los diálogos para la paz total, mientras la implementación pasará de nuevo a una alta consejería presidencial.
Esto es clave, porque el grueso de las críticas y observaciones de los santistas y exfarc al gobierno fue sobre el estado de la implementación del acuerdo del Teatro Colón.
Sin anfitrión en la casa de huéspedes
La cumbre entre santistas, exFarc y gobierno fue en la casa del Marqués de Valdehoyos, una sede colonial de fachada terracota en la ciudad amurallada de Cartagena, que la Cancillería ha destinado para recibir huéspedes ilustres. Se trataba de una reunión planeada desde hace varias semanas por el canciller Álvaro Leyva para hacer un diálogo de alto nivel para la paz.
El encuentro surgió a raíz de las tensiones y críticas a la política de paz de Petro que habían escalado en las últimas semanas, especialmente frente a la implementación del acuerdo.
El excomisionado de paz de Santos, Sergio Jaramillo, y De la Calle criticaron la agenda firmada con el ELN en México por considerar que no planteaba un punto de llegada claro a la dejación de armas. Rodrigo Londoño, último comandante de la guerrilla, criticó al gobierno por la situación de seguridad del espacio territorial de los excombatientes, en Mesetas (Meta), por una amenaza de desplazamiento forzado.
“En varias reuniones con el expresidente Santos y nosotros habíamos planteado la necesidad de hacer un diálogo con el gobierno. En la reunión de Petro con Santos se propuso el encuentro, y a Petro le sonó. A Álvaro Leyva también le gustó la idea y puso a disposición la Cancillería”, le dijo a La Silla Pastor Alape, antiguo miembro del secretariado de las Farc.
A la reunión en Cartagena, confirmaron su asistencia el presidente Petro y el expresidente Santos, que llegarían en la tarde para el grueso del encuentro.
El grueso de los asistentes salió de Bogotá en un avión al final de la mañana de ayer. Allí iban el comisionado de paz Danilo Rueda, así como la directora de la unidad de implementación del acuerdo, Gloria Ramírez. También estaban en el vuelo invitados como el senador y exnegociador en La Habana, Humberto De la Calle; miembros del último secretariado de las Farc como Alape; y otros como monseñor Héctor Fabio Henao.
Al mediodía estaban en Cartagena y se reunieron con el resto de invitados en la sede de la Cancillería. Entre los invitados estaban el jefe negociador del gobierno con el ELN, Otty Patiño; los senadores y negociadores Iván Cepeda y María José Pizarro; el líder de la Misión de verificación de la ONU, Carlos Ruíz Massieu; así como los representantes de los gobierno de Cuba y Noruega.
A eso de la 1:00 pm, se reunieron a almorzar. Los asistentes comieron una ensalada con champiñones con camarones y jugo. De postre hubo galleta con helado. Luego empezó la reunión.
Los asistentes se reunieron en una mesa cuadrada, presidida por el canciller Álvaro Leyva y el comisionado de paz, Danilo Rueda. El aperitivo, mientras esperaban a Santos y Petro, fue una diálogo con los miembros del último secretariado en el que plantearon los problemas que veían alrededor de la implementación y el tema de las garantías de seguridad.
A eso de las 3:30 pm llegó el expresidente Santos, quien venía acompañado de los exministros santistas Juan Fernando Cristo y Yesid Reyes, además del general (r) Oscar Naranjo que fue vicepresidente en ese gobierno. En la reunión ya estaban otras figuras clave del gabinete de paz de Santos como Roy Barreras y Humberto De la Calle.