¿Cómo llega el general Gómez Heredia?
Antes de ser nombrado, el general Gómez Heredia estaba en el proceso de formar el comando de la Policía de la recién creada Región Metropolitana. Cuando llegó Gustavo Petro a la Presidencia, en el empalme en Defensa su nombre empezó a sonar como posible director de la Policía Nacional.
Había pasado por la Sijín de Tunja. Hizo parte del Bloque de Búsqueda contra Pablo Escobar. Trabajó en la comandancia de la Policía Metropolitana de Bogotá desde el 2020 hasta abril de 2021. También pasó por las comandancias de esa institución en Medellín con Federico Gutiérrez, Buenaventura e Ibagué. Tiene estudios en criminalística y es abogado.
Gómez Heredia además es hermano del fallecido general Luis Alberto quien había trabajado en la Alcaldía de Lucho Garzón como comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá y luego en su secretaría de Gobierno. Luis Alberto también fue asesor en las alcaldías de Samuel Moreno y Gustavo Petro.
Sin embargo, el nombre del general Óscar fue descartado en la purga que hizo el ministro Iván Velázquez en las Fuerza Pública cuando llegó. “Aunque no tenía que ver con los reparos que le estaban haciendo a la cúpula inicial de Petro, salió por el coletazo de la purga”, dijo una fuente que estuvo en el empalme.
“Para mí es un honor que mi nombre haya sonado para ese cargo, pero es el Presidente quien decide”, dijo el general a La Silla. “En todo caso acompañamos y apoyamos al nuevo director de la Policía (Henry Armando Sanabria)”.
En ese contexto, y tras la renuncia del secretario de Seguridad de Bogotá, Anibal Fernández de Soto, la alcaldesa López les propuso el cargo a personas del sector privado, pero no los convenció. Según dijo un asesor dentro de la alcaldía las razones para rechazar el cargo eran lógicas: “el desgaste de la alcaldía de Claudia, que era año electoral y que era el último año de gobierno, con lo que no había mucho margen de maniobra”.
La Silla le preguntó a la alcaldesa cuáles fueron sus otras opciones de secretario, pero para la publicación de este artículo no hubo respuesta.
Gómez Heredia sí aceptó asumir las riendas de la seguridad en la ciudad. Según explicó él a La Silla lo hizo, entre otras razones, por su gratitud con la alcaldesa con quien dice trabajó “muy bien”. También “por su solidaridad cuando me dio covid y por abrir camino a los policías, que cuando nos retiramos no tenemos muchas oportunidades”. También dice “la alcaldesa me apoyó en los momentos más difíciles ese año”.
“No podía poner a un novato”, dice una fuente dentro de la alcaldía, que pidió no revelar su nombre para hablar con libertad. “Tenía que poner a alguien que además se la lleve bien con el general Carlos Fernando Triana (el comandante de la Mebog) y que ella conociera”.
El coletazo político
La noticia de la llegada del general no fue bien recibida en el petrismo y parte de la Alianza Verde en el Concejo de Bogotá. Heidy Sánchez, de la Colombia Humana-UP rechazó el nombramiento en un hilo de Twitter dijo: “Con esta decisión se reafirma el talante autoritario y antiderechos de la administración de Claudia Lopez”, dijo Sánchez. “También su incapacidad para combatir la inseguridad en Bogotá”.
Diego Cancino también aseguró "El líder de la masacre de esos días es hoy el secretario de Seguridad".
Gómez le dijo a La Silla que no estaba cuando ocurrieron los hechos del 9S, entre otras, porque se estaba “recuperando de un covid que me dejó en UCI y por un tiempo con secuelas en mis pulmones”. Agregó además que él dejó de ser comandante prácticamente en abril, cuando empezó el paro del 2021.
En todo caso, López también dejó claro en ese momento que nunca se dio la orden de dispararles a los manifestantes desde el Puesto de Mando Unificado (PMU). Y también explicó las razones médicas por las que Gómez Heredia no estuvo al frente esa noche.
Sobre los casos de abuso policial que se dieron mientras él era comandante, el general Gómez Heredia dice que también la Policía ha rechazado las acciones que son contrarias a la misión de esa entidad. “Ningún alcalde en Bogotá ha sido más vehemente que Claudia López cuando se ha tratado de denunciar la brutalidad policial”, dijo. “Si ella tuviera dudas sobre mi proceder en ese sentido, no me habría escogido”, agregó.
Pero entre los expertos también hay otros reparos. Jerónimo Castillo, de la Fundación Ideas Para la Paz (FIP), dice: “Uno esperaba más de Claudia, pero quedó atrapada en una estructura conservadora de la seguridad”.
López ya había mostrado ese lado conservador en otros momentos con ideas como el comando para buscar migrantes criminales, cuando culpó a esta población de la seguridad en la ciudad y con iniciativas restrictivas de la movilidad de los ciudadanos, como la de no poderse concentrar en parques a determinada hora o las restricciones del parrillero en las motos. También propuso endurecer las penas para los ladrones.
“Varias estrategias de Claudia en seguridad han sido conservadoras, como la idea de hacer más cárceles. Por eso así haya criticado a la Policía, no sorprende que nombrara a un general en el cargo”, dice Castillo.
Miguel Silva Moyano, experto en seguridad y quien ha sido crítico de la mandataria, también dice que envía un mensaje “poco civilista” porque los policías, por su formación, “se enfocan en las capturas y en el uso de la fuerza”.
Pero Gómez Heredia defiende que la “seguridad no es de izquierda o de derecha, conservadora o liberal”. Agrega que los resultados en seguridad le convienen a todos. “Justamente por mi trabajo con secretarios como Hugo Acero o Anibal Fernández también tengo conocimientos de que la seguridad va más allá de las capturas”. Por eso al exgeneral le debería quedar más fácil acoplarse a un cargo, y a una estrategia en la que ya venía trabajando y que, en cifras, viene presentando resultados.
Desde la Alcaldía, López ha defendido su gestión al resaltar que ha sido garantista con la protesta y que su visión de seguridad incluye un enfoque social. Eso se ve reflejado en programas como ‘parceros’, que busca darles oportunidades a jóvenes vinculados o en riesgo de caer en la criminalidad.
Además, ante los abusos policiales, comisionó un informe independiente sobre los abusos policiales, que redactó el ex defensor del pueblo Carlos Negret. A la postre ese informe se vio empañado por la candidatura de Negret a las elecciones al Congreso.
Los retos como secretario y como general retirado
Anibal Fernández de Soto, quien dejará el cargo a final de mes, renunció señalando motivos personales como pasar más tiempo con su hijo, y porque tiene una oferta laboral de una petrolera. Tuvo logros importantes como la reducción de homicidios cuando los recibió subiendo. En 2022 cerró el año con una baja de este delito en 11 por ciento. También se redujeron otros delitos como el hurto a bicicletas en 9,5.
Pero Fernández de Soto no logró reducir el hurto a personas. De hecho lo entregó con un aumento de 26 por ciento en comparación con el año anterior, y según él mismo ha reconocido, es más violento. Además no logró mejorar la percepción de Seguridad. Según la Cámara de Comercio, el 86 por ciento de los bogotanos se sienten inseguros.
El general Gómez Heredia tiene el desafío de mantener la reducción de homicidios y combatir los atracos. También tiene que combatir otros frentes como la violencia intrafamiliar, que tuvo un aumento del 24 por ciento y de delitos sexuales, que aumentaron el 20.
Tiene el reto además de mantener un carácter civilista y ampliar su visión más allá de lo policial para combatir la inseguridad en la capital. Y si Fernández de Soto no entrega la política de seguridad de la ciudad, que marcará el enfoque de la seguridad hasta 2032, esta también será una de sus tareas del general.