Alcocer le pidió a Petro y a su equipo de campaña que no la retuiteen ni la mencionen en redes sociales. “Nos contó cuál era su estrategia y nos pidió que nos quedemos al margen. Que no compartamos sus contenidos porque ella quiere hacer su propio público. El objetivo es que sea como una campaña paralela, con su propio equipo”, dijo una persona muy cercana a la campaña de Petro, que pidió no ser citada para dar más detalles.
La estrategia va más allá de las fiestas de Sincelejo. En los últimos días también estuvo en San Bernardo del Viento, en Córdoba (el departamento en el que nació Petro) y luego en Montes de María, de nuevo en Sucre. En ambos lugares publicó videos bailando, escalando montañas, tomando cerveza y contando historias de personas con las que se encuentra.
En su cuenta de Instagram comenzó a fijar historias con cada uno de los lugares que va visitando, con marcadores rojos como los que pondría un viajero sobre un mapa.
Desde el equipo de Alcocer dijeron que ella quiere esperar unas semanas para hablar con medios. Una de las personas que está trabajando en la nueva estrategia, y que no quiso dar su nombre como parte de la reserva con la que manejan el tema, adelantó que “la idea es mostrar Colombia y sus realidades: emprendedores, gastronomía, paisajes. Es un proyecto propio que surgió por una inquietud de ella”.
La inquietud, sin embargo, coincide con un momento clave de la campaña, y es una señal más de los cambios de ruta que han tomado Petro y su círculo más cercano con respecto a su estrategia en las elecciones de 2018.
El fin del pánico escénico
Verónica Alcocer no fue una espectadora en las anteriores campañas de Petro, pero su rol era más interno. “Se metía de lleno y mandaba. Hacía parte del equipo de campaña, estaba pendiente de las giras”, dijo Jorge Rojas, miembro de la campaña de Petro.
Cuando fue primera dama de Bogotá también fue una figura con poder, pero poco visible. Petro la consultaba para todas las decisiones y, según algunas fuentes internas en esa época, influyó en la elección de cargos directivos como los encargados de Transmilenio y la empresa de Acueducto.
Ese rol de sombra de Petro comenzó a cambiar en 2019. El primer amague fue que Alcocer sonó como candidata a la alcaldía de Sincelejo, un impulso que no se concretó en su momento, pero que ahora se materializa con su nueva estrategia.
Ahora no está yendo con Petro a los recorridos en Colombia. Lo ha acompañado solo en los internacionales, como el de esta semana con el Papa.
A diferencia de la campaña de 2018, cuando el círculo de la campaña de Petro estaba compuesto sobre todo por personas de confianza que había conocido en su carrera, esta vez su campaña ha incluido a políticos que saben ganar elecciones, como el senador Armando Benedetti, quien está a cargo de la agenda y planea la mayoría de salidas mediáticas.
Este nuevo enfoque ha puesto a la familia de Petro en otro rol. Sofía Petro, la primera hija de la pareja, también ha ganado relevancia pública. Vino de Francia, donde estudia ciencias políticas, y ha acompañado a su papá en la mayoría de los debates hasta ahora. También lo ha defendido en redes sociales.
Y Alcocer tiene el rol de consolidar un liderazgo paralelo a Petro. En su cuenta de Twitter solo sigue 38 cuentas, entre ellas varias líderes mundiales como Malala, Michelle Obama, Kamala Harris y Greta Thunberg. Uno de los comentarios al video viral en el que baila fandango señala: “Con ese corte se parece a Lady Di”. Otro dice: “Serás nuestra próxima primera dama”.