Este artículo estudia la brecha salarial por género en Colombia en diferentes puntos de la distribución de salarios. Con la descomposición de DiNardo et al. (1996) se encuentra que el enorme incremento en el logro educacional de las trabajadoras femeninas ha ayudado a reducir la brecha de género, principalmente en la cola alta de la distribución. Sin embargo, este efecto ha sido contrarrestado por la reducción en la proporción de mujeres en el sector público y en aquellas con contrato indefinido. Además, con la metodología de Arellano et al. (2016) se estima la brecha de género ajustada controlando por sesgo de selección. Se encuentra un patrón de techo de cristal en ambos años analizados, que se ha reducido ligeramente en el 2010.