El texto traza la genealogía del buen vivir negro como forma de rastrear silenciamientos, resistencias, tipos de reexistencia y emergencias en las luchas del pueblo negro en Colombia, y como éstas permiten imaginar otras formas de vida y política. Aborda la Movilización de Mujeres Afrodescendientes por el Cuidado de la Vida y los Territorios Ancestrales, y recuenta la historia viva de los vínculos existentes entre ancestralidad y futuridad. Argumenta que sus interpelaciones indican expresiones ontológicas y epistémico-políticas coexistentes con la globalización y que apuntan al pluriverso.