Lo primero que se debe hacer es pedagogía electoral, hay variedad de candidatos para elegir por parte del Constituyente primario; pero bueno, muchos electores se preguntan: ¿Qué hace un Congresista durante los cuatro años de su periodo constitucional? Esta cuestión es esencial para que los ciudadanos ejerzan el sufragio (derecho fundamental y deber ciudadano), toda vez que en el concierto nacional muchos desconocen las funciones constitucionales de estos; pero bueno, si los candidatos no conocen sus funciones, que se le puede pedir al elector. Eso refleja el déficit democrático y apatía que padece la sociedad colombiana hacia el Congreso de la República, solo nos dedicamos a criticar y a lanzar juicios sin conocer realmente las funciones de la clase dirigente de este País y del Departamento.
Las funciones de un Congresista se pueden distribuir en cinco grupos: constituyentes, legislativas, control político, electorales y judiciales. Todas ellas trascendentales para el rumbo del país y de las regiones, que casi siempre son olvidadas. Por eso, resulta determinante conocer los candidatos, sus planteamientos (lógicamente enmarcadas en su ámbito de competencias, y no como muchos que hoy engañan al elector, prometiendo como si fueran del Ejecutivo del nivel nacional o territorial), sus posturas frente a los principales problemas que aquejan al país y a la región, los cuales no son menores, hoy el debate debe ser de ideas, propuestas, argumentos y no retórica utópica que lesiona los valores democráticos de la Nación. La lucha hoy es contra la abstención electoral que vive el país, especialmente de la población juvenil, las decisiones son tomadas por un número paupérrimo de ciudadanos, lo cual denota pérdida de legitimidad y eficacia de las decisiones adoptadas por los representantes.
Finalmente, debemos acudir a la cita con el país para elegir a nuestros dirigentes con inteligencia, luego de discernir en torno a las diferentes opciones y ponderar cuál es la mejor para los intereses comunes. Se ven muchos candidatos jóvenes en los diferentes partidos, enhorabuena por esa renovación política, pero que esa clase dirigente esté preparada para asumir sus funciones con eficacia y honorabilidad y no seguir defraudando al elector, como ocurre en muchas regiones del país, donde la juventud es tildada de inexperta y sectaria en sus argumentos y decisiones. ¡Que viva la democracia!, todos a votar el próximo domingo.