Con los resultados de las elecciones podemos conjeturar con algún grado de certeza algunas ideas. Como era previsible y tal y como se reconoció por los candidatos de las consultas, la elección presidencial oscila entre lo que mal se suele llamar “derecha” y la “izquierda”. El centro, si es que tal cosa existe, desapareció, por lo menos en esta ocasión.
En la izquierda todo está decantado: Petro no solamente venció, sino que triunfó y lo hizo con una impresionante votación. Todo lo cual, ciertamente, le permite atraer casi todos los votos de Fajardo, del Polo y de los verdes. Petro, en suma, es la izquierda actual a pesar de su bajísima representación política en Cámara, senado y regiones.
La derecha la dobló, es cierto y se mantuvo unida y monolítica, lo que es admirable pues en el mundo político la mentira y el rompimiento de las promesas y los acuerdos es pan de todos los días. Nótese que todos honraron su palabra. Empero, los resultados de la Consulta no guardan correspondencia con los resultados a congreso, especialmente en Senado.
Me explico: si el CD hubiese superado los 4 millones de votos en la consulta (como sucedió) y más de 23 senadores y más de 30 representantes y, por su parte, CR hubiese aumentado sus senadores pero de modo menos vertiginoso, a unos 13 o 14; la negociación con el Dr. Vargas era sencilla: “la derecha puede ganar, incluso en primera vuelta, si se suman las fuerzas”, se hubiera dicho. La presión de empresarios, gremios, comerciantes e incluso de la comunidad internacional no se haría esperar. Además, con el gran triunfo de Petro, queda claro que el socialismo SI es una verdadera amenaza, no un susto de la extrema derecha como lo calificaban muchos, inclusive en Colombia, supuestamente una nación de tradiciones, costumbres y conservadora.
Si cabe alguna duda al respecto, obsérvese la composición del nuevo congreso en función de la implementación de los Acuerdos de Santos y de las Farc. Con 10 senadores Verdes, 14 liberales, 14 de la U, 5 de las Farc, 2 indígenas, 5 del Polo y 5 de la “decencia”, tenemos cerca del 50% del congreso “PRO” acuerdos. ¿En dónde quedan entonces los votos de CR y Conservadores?
Los conservadores siempre son fáciles de ubicar en el espectro: donde estén los ganadores y la plata. Lo difícil es ubicar a los de CR, que a la postre son 16 senadores y que nunca han tenido una ideología política clara. (su logotipo, por ejemplo, ha sido rojo liberal y azul conservador)
Por ello, a pesar de que la votación de la consulta de la derecha fue impresionante y su representatividad en el congreso aumentó y su paso a la segunda vuelta camina por buen sendero, si quiere atraer a los Conservadores, debe atraer primero a Vargas, y si quiere atraer al Ex Vicepresidente de Santos, debe ser creativo y generoso, lo que en el marco político actual parece difícil.
¿Por qué es posible que la negociación entre la derecha y Vargas se convierta en un diálogo de sordos? Por varias razones:
1. De tipo psicológico: los egos del Ex Presidente Uribe y del Dr. Vargas auguran fracaso en las negociaciones. No obstante, ambos son políticos versados y habilísimos, con lo cual, cualquier cosa se puede esperar.
2. De tipo estratégico: Ambos tienen votos (y muchos), que “pisar” en la negociación, lo que hace muy difícil en la práctica que alguno “se baje del bus” después de esos magníficos resultados en las urnas.
3. De tipo político: No solamente el pasado los ha puesto de enemigos políticos, sino que las antipatías de los alfiles por el “bando enemigo” son más que conocidas. No me imagino a un senador electo como Rodrigo Lara apoyando la coalición con el Dr. Uribe o a una Paloma Valencia saliendo en fotos sonriente y complaciente con el ex Ministro Vargas.
4. De tipo ideológico: El CD representa y simboliza la idea conservadora. Todos sus miembros abrazan y promulgan sistemáticamente el discurso de la seguridad pública, el apego a las libertades individuales, el amor por el Estado de derecho y, con Rafael Nieto, (como lo he explicado en este medio), empieza a reivindicarse la bandera del republicanismo: inversión extranjera, bajos impuestos, estado fuerte y mínimo, cohesión social, sentimiento patriótico, etc… CR no tiene una ideología o, por lo menos, no es explícita y clara a tal punto que inicialmente se la jugó de lleno por aprobar los Acuerdos de la Habana, nada más contrario al discurso conservador de orden, justicia y equidad del CD.
5. En definitiva, si Iván representa juventud, Vargas experiencia; el uno representa futuro el otro conocimiento y reconocimiento; Iván polariza menos, es cierto, pero Vargas tiene más poder local y regional, es más “gruñón” y va a aducir que puede carear mejor a Petro. Dura estará esa negociación.
Hasta el 16 de marzo los candidatos tienen plazo para inscribir sus candidaturas con fórmulas vicepresidenciales, de manera que esta semana se convertirá en el primer pulso de negociaciones y trámites hacia la presidencia de la República.
Nota final: por razones de espacio no desarrollo mi segunda idea, pero la dejo esbozada. No se nos haga extraño que, por el infructuoso diálogo con Vargas, la derecha se divida y se meta por el camino del medio el Dr. Fajardo que, cual Macrom, podría dar una sorpresa electoral.