Las propuestas del presidente Duque, de objeción a la ley estatutaria de la JEP y adicionalmente de un acto legislativo, van más allá de señalar inconvenientes y constituyen medidas de fondo que afectan el acuerdo de paz pactado.
Mi opinión es que se daría una especie de reapertura de la negociación de paz, en particular del punto 5, justicia, la jurisdicción especial para La Paz. Estimo equivocada e inconveniente de conjunto y en cada una de las medidas propuestas sobre el presidente Duque porque superan su facultad en términos de posibles inconveniencias, y entran es a proponer una reforma constitucional y una reforma legal, a un tema medular avanzado de la implementación del acuerdo de paz.
En esencia rompe el consenso del pacto de paz del Gobierno Nacional, en representación del Estado, con las Farc EP, desconoce el contenido integral de la ley estatutaria de la JEP y asimismo desconoce el fallo de la Corte Constitucional al respecto. Adicionalmente, rompe con la aplicación efectiva de justicia frente a los integrantes de las Farc que se someten a esta vía JEP, generando inseguridad jurídica, y en ese sentido se puede propiciar una criminalización generalizada de la población excombatiente que daría al traste con la solución coherente en Justicia Transicional, con ellos y frente a los derechos de las víctimas, ya adoptada.
Mi consideración es que el senado y la cámara no deben aceptar de conjunto estas propuestas por lo referido, de forma que se mantengan, en consecuencia, la vigencia del acuerdo de paz en su contenido esencial e integral, así como los dispositivos legales y los controles institucionales ya establecidos.
Por tanto, también sería muy conveniente, más allá de la importante y muy simbólica comunicación dirigida a la ONU, en cabeza de su secretario general y del concejo de seguridad, y a la CPI por parte de quienes firmaron el acuerdo de paz, integrantes de las comisiones de paz de senado y cámara y voces representativas de la academia y la opinión; creo que se debe dar una muy amplia manifestación ciudadana de diversas maneras en defensa del acuerdo de paz y de su implementación a la vez que llame a que cese la que puedo señalar como, campaña sistemática de ataque, desprestigio, montajes e incluso judiciales y otras acciones en contra de la JEP.
Muy por el contrario, creo que Colombia surge como ejemplo y experiencia genuina de la aplicación de una figura de justicia transicional sin impunidad y con todos los mecanismos previstos de cara a recuperar la justicia, reparar las víctimas e implementar una justicia orientada a la paz y a la reconciliación.