Circula en Facebook una imagen que enumera “los fracasos de Petro” en 7 meses de gobierno: la escasez de medicamentos y alimentos; la quiebra de dos aerolíneas; el aumento en el precio de la gasolina en más de 2.000 pesos; la caída en la venta de vivienda en un 65 %, de carros en 30 % y en el comercio de 20 %; la caída en turismo de 24 %; el aumento de la pobreza en 50 %, y un incremento en inseguridad de 30 %.

Como la imagen ya fue compartida 170 veces, le pasamos el Detector de Mentiras a cada una de las afirmaciones y concluimos que es engañosa porque aunque menciona datos ciertos, la mayoría de los problemas venían de antes o tienen múltiples causas, varias ajenas al gobierno Petro. De 10 afirmaciones, tres son falsas, cinco engañosas, una debatible y una cierta con salvedades.

Así se ve la publicación:

1. “Escasez de medicamentos”: engañoso

Es cierto que hay una escasez de medicamentos. Acemi, el gremio que agrupa a las EPS más grandes del país, reportó en un informe, para el empalme de gobierno, entregado en junio de 2022, que había escasez de 2.628 componentes.

El 6 de marzo, nuevamente, publicó un comunicado alertando sobre la escasez de al menos 1.242 principios activos, que son los ingredientes principales de los medicamentos. Los que más preocupan al gremio son los usados para tratar enfermedades mentales y algunos antibióticos y analgésicos. El Invima también lo reconoció el 18 de marzo.

Pero es falso que sea culpa del gobierno Petro.

Acemi señaló el 10 de marzo que el desabastecimiento se está reportando al menos desde mediados del 2022, cuando aún no era presidente Petro. El gremio explicó que detrás de esa escasez están “la escasez de materias primas; inventarios insuficientes para suplir la demanda; problemas en la cadena logística; tiempos prolongados de respuesta a trámites ante el Invima –la entidad encargada de dar el registro sanitario que autoriza la fabricación, el envasado y la importación de medicamentos–; aumentos en la demanda; alta concentración de preferencias del mercado en algunas marcas, entre otras”:

Por otro lado, la ministra de Salud, Carolina Corcho, explicó en septiembre de 2022 que la escasez de medicamentos es una tendencia internacional que viene desde la pandemia, y que es causada por “la parálisis de los sistemas de suministro, de transporte internacional y el colapso de las cadenas logísticas”.

Claudia Vargas, directora de Medicamentos y Tecnologías del Ministerio de Salud, explicó algunos factores detrás del desabastecimiento: problemas con la logística, dificultades para importar la materia prima, que “las EPS contratan marcas particulares de medicamentos, por lo que si hay algún problema con ese medicamento no se puede sustituir por otra marca” y dificultades en los trámites con el Invima.

Vargas también precisó que el Ministerio ha tomado una serie de decisiones para afrontar la situación, como el sistema de alertas y reportes en el que trabajan desde las mesas de trabajo que conformó Corcho desde septiembre del año pasado. También está desarrollando una plataforma para recibir la información oportunamente, y en cuanto a los trámites que tienen demoras, están trabajando de la mano con el Invima para agilizarlos.

Recientemente, la directora de la Asociación Colombiana de la Industria Farmacéutica (Ascif), Clara Isabel Rodríguez, en una entrevista que le dio a La República afirmó que “el Invima tiene 20.000 trámites de registro atrasados desde 2018”.

Un informe del MinSalud de marzo decía que una de las razones de la demora era que faltaban soportes en las solicitudes de las empresas. En todo caso, para corregir el retraso, el Invima ha implementado la identificación de los principios activos desabastecidos o en riesgo de desabastecimiento pendientes de actualización del registro, para agilizarlos.

Entonces, no es culpa de Petro que exista escasez de alimentos porque se viene reportando desde antes de su elección y porque está explicado por factores ajenos al control del presidente. Los retrasos en los trámites ante el Invima sí dependen de la gestión del gobierno, pero también venían desde antes.

2. “Escasez de alimentos”: engañoso

Es cierto que en los últimos meses ha habido escasez de alimentos, pero solo en algunas zonas del país. Se han debido a eventos fortuitos que escapan del control de Petro. Por ejemplo, a inicios de enero un deslizamiento en la vía Panamericana, entre Pasto y Popayán, causó un bloqueo y represamiento de productos como leche y papa en Nariño. Este represamiento fue sobre todo de vehículos de carga pesada, pues existían otras vías alternas por las que pasaban vehículos pequeños y de carga mediana.

Desde el 12 de marzo se habilitó una vía provisional que el presidente puso como un ejemplo de eficiencia, si bien hay denuncias de varias irregularidades en su contratación: “Esta es una obra hecha muy rápidamente. Permite un flujo muy eficaz a 45 días del desastre…”, dijo. El arreglo definitivo está programado para junio y mientras tanto el Invias anunció que será cerrada dos veces por semana para repararla pues no es la vía definitiva.

Otro evento importante que causó desabastecimiento de alimentos fue el paro minero en la región del Bajo Cauca, que habría infiltrado el Clan del Golfo. 250 mil personas se vieron afectadas por los bloqueos, que estallaron ante la decisión del gobierno Petro de intensificar la destrucción de dragas que extraen oro de manera ilegal. Durante ese tiempo las autoridades hicieron caravanas para abastecer a las personas aisladas.

En el resto del país no ha habido desabastecimiento, según explicó el 6 de marzo en Red Más Noticias, Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC). Dijo que en el país no existe una escasez de alimentos, a pesar de que sí se han encarecido por factores externos como la guerra en Ucrania (Rusia suministra fertilizantes al país), la subida en el precio de los insumos (principalmente de fertilizantes importados), el aumento en el precio del dólar y la ola invernal.

En resumen, es engañoso que exista una escasez de alimentos, ya que sucedió solo en zonas específicas del país y, como consecuencia de factores externos al gobierno, como un derrumbe o bloqueos de manifestantes en ciertas vías.

3. “Quiebre de dos aerolíneas”: engañoso

Es cierto que este año dos aerolíneas de bajo costo suspendieron sus operaciones y perjudicaron a miles de pasajeros: Viva Air y Ultra Air. Ambas lo hacen en medio de un panorama crítico para el sector aéreo.

Como explicó el consultor empresarial, Ignacio Soto, a El País de Cali, la pandemia “fue un golpe verdaderamente significativo al giro normal del negocio, que atentó contra la salud financiera y económica de todas las empresas del sector [aéreo]”. Este año, además, el IVA para los tiquetes aéreos regresó a 19 por ciento luego de estar en 5 ciento para impulsar la reactivación luego de la pandemia.

En diciembre de 2020, el entonces presidente Iván Duque sancionó la ley 2068 de 2020 que bajó el IVA de los tiquetes aéreos de pasajeros del 19 al 5 por ciento. Esta medida fue implementada para beneficiar al sector turismo que se vio afectado por las restricciones de la pandemia.

Pero la misma ley en su artículo 43 establecía que esa medida sería temporal y estaría vigente hasta el 31 de diciembre de 2022. Después de esa fecha, el IVA volvería a subir al 19 por ciento.

Es decir, Petro no es responsable del aumento del IVA de los tiquetes aéreos que se hizo el 1 de enero del 2023, porque la medida fue implementada por Duque.

El 27 de febrero, Viva Air en efecto, suspendió intempestivamente sus operaciones y afectó a un millón de usuarios, en medio de su cuestionable integración con Avianca avalada por la Aeronáutica Civil.

El caso se remonta a abril de 2022, cuando Avianca compró las acciones de Viva. Cuatro meses después ambas aerolíneas pidieron el permiso formal a la Aeronáutica Civil para integrarse porque Viva estaría en una crisis económica y Avianca la salvaría.

La integración fue rechazada en noviembre, por la Aerocivil, antes de que Petro nombrara un nuevo director. Entre los argumentos estaba que afectaba la competencia (juntas controlarían el 60 por ciento del mercado doméstico).

Pero, mientras Avianca apelaba el rechazo, el presidente nombró a Sergio París al frente de la Aerocivil el 27 de diciembre de 2022 y esa entidad reversó la decisión. Un grupo de cuatro funcionarios, designados por París, resolvieron que el procedimiento que la entidad había aplicado anteriormente no era procedente y revivieron el caso.

Eso le dio un respiro a Viva, pero impidió que otras aerolíneas, como Latam y Jet Smart que habían anunciado su interés de comprar Viva, pudieran haberlo hecho o que esta hubiera entrado en un proceso de reorganización con lo que habría podido salvar su operación y no afectar a tantos pasajeros como lo hizo cuando dejó de funcionar.

El exsuperintendente de Industria y Comercio Pablo Robledo le dijo a La Silla hace unas semanas que “el gran problema que hoy tiene Viva Air es que está gobernada por Avianca. Si ese gobierno cesa por intervención de la Supertransporte, o mediante una medida cautelar de la SIC, Viva Air tiene la posibilidad de seguir operando, sometiéndose a un proceso de reorganización (insolvencia) y vendiéndose a un competidor, distinto de Avianca, que pueda comprarla sin que ello implique una restricción indebida de la competencia”.

El 22 de marzo, es decir, casi 8 meses después de la solicitud de integración, la Aerocivil terminó aprobándola con unas exigencias. Pero al cabo de dos meses, Avianca anunció que le era imposible cumplirlas: “no solo no permiten que Viva sea una aerolínea financiera y operativamente viable, sino que incluso podría poner en riesgo la estabilidad de Avianca y del sector”, dice el comunicado de la aerolínea. El 13 de mayo Viva anunció el cierre de sus operaciones porque “ya no es viable”.

Ultra Air también suspendió sus operaciones el 29 de marzo debido a “situaciones macroeconómicas adversas para la industria, como el incremento en el costo del combustible y la x de cambio”, y a la suspensión de operaciones de Viva, que habría puesto en “alerta a los proveedores de la industria y a los arrendadores de naves, quienes empezaron a exigir pagos inmediatos e incluso prepago de insumos”.

Paula Bernal, presidenta de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata), contó en El País de Cali que un factor de la crisis ha sido el aumento del precio de los combustibles producto de la devaluación del peso colombiano. Bernal dijo que el incremento ha estado entre el 45 % y el 50%, mientras en el resto del mundo el incremento fue de entre 20% y 30%.

La crisis de Ultra sucedió después de varios intentos para salvar a la compañía. Tras el anuncio de una pausa en la venta de tiquetes y suspensión de vuelos hasta el 30 de abril, se hicieron varios intentos de capitalización y venta de Ultra Air, pero no fue suficiente y la aerolínea paró sus operaciones.

En suma, Petro no es responsable del aumento del IVA de los tiquetes aéreos que se hizo el 1 de enero del 2023, porque la medida fue implementada por el expresidente Duque.

Por otro lado, decir que la quiebra de dos aerolíneas es responsabilidad del gobierno Petro es engañoso, porque la crisis económica tiene raíces externas ajenas a la injerencia del gobierno, como la tasa de cambio y su impacto en el costo del combustible. Pero, algunas medidas que tomó el director de la Aerocivil, nombrado por Petro, no favorecieron que otras aerolíneas hubieran podido comprar a Viva o que esta se hubiera sometido a una reorganización antes de suspender sus operaciones.

Por eso calificamos la afirmación como engañosa.

4. “Gasolina + 2.000”: cierto, pero

La gasolina sí ha aumentado cerca de 2.000 pesos desde que Petro llegó a la Presidencia. Cuando Petro llegó a la Presidencia, el precio promedio del galón de gasolina en las 13 ciudades principales era de 9.180 pesos, mientras que en abril (cuando se publicó la imagen chequeada) era de 11.167 pesos. Es decir, subió 1.987 pesos exactamente.

La más reciente fue en mayo, cuando el precio promedio de gasolina corriente por galón en las 13 ciudades principales subió 600 pesos y quedó en 11.767 pesos. Entonces, desde que Petro llegó a la presidencia la gasolina ha subido 2.587 pesos.

Pero, detrás de estas subidas está el déficit que tiene el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc), que desde 2007 subsidia con dineros públicos el precio final de la gasolina y el Acpm que pagan los consumidores para contrarrestar la volatilidad de los precios internacionales del petróleo.

La gasolina está subsidiada en un 57 por ciento y el diesel en un 70 por ciento en Colombia. Según el ex minHacienda José Manuel Restrepo, la gasolina en Colombia está 60 por ciento por debajo de los demás países latinoamericanos. 

Con esto, ha sido más la plata que ha tenido que poner el Fepc: el déficit alcanzó los 37 billones de pesos en 2022. Aunque el expresidente Duque saldó la deuda de 14,2 billones liquidada hasta el final de su mandato y estableció en el Marco Fiscal de Mediano Plazo 2022 que la gasolina tendría aumentos en el precio en los meses de junio, julio y agosto, el MinMinas sólo subió la gasolina 150 pesos en julio y está medida en todo caso se dió hasta el final de su mandato.

Dada la insostenibilidad del subsidio, desde septiembre de 2022 el exministro de Hacienda de Petro, José Antonio Ocampo, anunció que a partir de octubre y hasta diciembre de 2022 el precio de la gasolina aumentaría 200 pesos mensuales. En enero de 2023 subieron otros 400, y en mayo 600 pesos más.

Actualmente, se deben 26 billones de pesos del cierre de 2022 y para tapar ese hueco el gobierno Petro decidió además destinar la mayoría de las utilidades récord de Ecopetrol a tapar el hueco. La Nación solo recibirá la diferencia de $3 billones de pesos. Esta medida ha sido celebrada por la mayoría de economistas del país como un acto de responsabilidad fiscal.

En suma, es cierto que la gasolina ha aumentado más de 2.000 pesos, pero esto se debe a que el mecanismo de subsidio de la gasolina está generándole un hueco fiscal al país que es insostenible.

5. “Caída ventas de vivienda 65%”: engañoso

Es cierto que en los últimos meses las viviendas han tenido un desplome en ventas. La Cámara Colombiana de Construcción (Camacol) indicó que para febrero de este año hubo una reducción de 64 por ciento en la venta de viviendas de interés social (VIS). Y si se suman todos los tipos de viviendas, la reducción fue de 61 por ciento frente a lo observado el mismo mes de 2022.

Sin embargo, esto tiene unas causas que no dependen del gobierno y otras que sí tienen que ver, pero indirectamente.

Camacol informó que hay varios factores que explican la caída en la venta de viviendas. En primer lugar, los altos costos de los créditos pues “juegan un papel determinante en la decisión de los hogares para solicitar préstamos hipotecarios que les permitan adquirir vivienda propia”.

El Banco de la República ha tenido que subir sus tasas de interés para frenar la inflación, que ha llegado a cifras históricas en más de dos décadas (13.34 por ciento en marzo). Desde septiembre de 2021 hasta hoy el Banco ha hecho 13 aumentos que han hecho subir las tasas de 1.75 por ciento a 13 por ciento. Como esa es la tasa que da línea a los bancos para que presten plata, al final implica que las personas se replanteen si quieren sacar más créditos, incluidos los de vivienda pues su costo en el mediano y largo plazo es muy alto.

Un gráfico de Camacol, de hecho, muestra que la caída mensual en la venta de viviendas viene desde inicios de 2022.

Expertos también confirman las causas económicas detrás de estas cifras.“La moderación de la vivienda tiene que ver con el enfriamiento económico que está atravesando la economía colombiana. La inflación elevada hace que los consumidores se resientan y eventualmente cambien sus patrones a la hora de consumir, lo que genera una moderación en las ventas de vivienda”, le dijo a La República David Cubides, director de investigaciones económicas en Alianza Valores.

Pero, según Camacol, otro factor que sumó también a la venta de viviendas en los últimos meses ha sido “la incertidumbre alrededor de los cambios propuestos al modelo de asignación de beneficios y funcionamiento de Mi Casa Ya”. Eso se evidenciaría en que los últimos meses la participación de las ventas de VIS en el total ha caído de 70% a 67%. Mientras tanto, las ventas de viviendas no VIS han aumentado su participación hasta llegar a un 33% en febrero.

Desde septiembre de 2022 más de 40 mil beneficiarios de este subsidio no habían podido continuar el proceso para adquirir su vivienda por demoras en los desembolsos a la espera de medidas del gobierno, que estaba estructurando cambios al programa. Finalmente, desde hace unos días se expidió el Decreto 490 del 4 de abril del 2023, que habilitó los cambios y los pasos a seguir para que las personas continúen su proceso.

En resumen, es cierto que hubo una caída cercana al 65 por ciento en la venta de viviendas y de viviendas de interés social para febrero de 2023. Sin embargo, asociar esos resultados exclusivamente a la gestión de Petro es engañoso porque si bien hubo demoras para el desembolso de subsidios del programa Mi Casa Ya, la caída en la venta de viviendas ya venía desde inicios de 2022 y tiene que ver sobre todo con factores como las altas tasas de interés.

6. “Caída ventas carros 30%”: falso

La venta de carros también ha tenido una caída en los últimos meses, pero no del 30 por ciento. Según datos de Andemos, la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible, desde octubre de 2022 la venta de vehículos ha venido cayendo. Las cifras más bajas se dieron en enero, febrero y marzo de este año, cuando la venta de carros cayó, frente a los mismos meses del año pasado, 20.2%, 17.7% y 17.2%, respectivamente.

Pero, desde que Petro se posesionó hasta hoy (de agosto de 2022 a marzo de 2023) se han vendido 162 mil vehículos, y en el período anterior (de agosto de 2021 a marzo de 2022) se vendieron 173 mil vehículos. Es decir, apenas ha caído un 6.8% la venta de carros en el acumulado desde la posesión de Petro, y no 30%.

El presidente de Andemos, Oliverio García, indicó que las razones de esta caída son “las altas tasas de créditos de consumo, la inflación y el dólar alto” pues “han deteriorado los índices de confianza del consumidor”. Como explicamos antes, las tasas de interés han estado más altas debido a las decisiones del Banco de la República.

Y con respecto al dólar, su alza se debe tanto a factores externos como internos. Cuando Petro se posesionó el dólar estaba alrededor de los 4.300 pesos y hoy está alrededor de 4.400 pesos. En el aumento influye la subida de las tasas de interés que han hecho países desarrollados, el alza del precio del petróleo y la guerra en Ucrania. Pero también la incertidumbre que han generado anuncios políticos como los impuestos a los inversionistas que quieran sacar su plata del país, así como, la posible suspensión de nuevos contratos de exploración de petróleo y gas que ha hecho el gobierno.

Entonces, es falso que la venta de vehículos haya caído un 30 por ciento durante los siete meses del gobierno Petro. La máxima caída recientemente fue de 20.2 por ciento, en el mes de enero con respecto al mismo mes de 2022, pero desde que se posesionó el nuevo presidente, la disminución acumulada ha sido menos del 7 por ciento. Además, las razones no se relacionan con la gestión del gobierno.

7. “Caída ventas en el comercio 20%”: engañoso

Según la encuesta registrada en la Bitácora Económica de Fenalco, la Federación Nacional de Comerciantes, en los últimos cinco meses los comerciantes han tenido caídas en sus ventas. Para enero, por ejemplo, el 72 por ciento de los comerciantes encuestados tuvieron ventas iguales o inferiores a las del mismo mes de 2022. Y en febrero, el 79 por ciento de comerciantes tuvieron ventas iguales o menores a las del mismo mes del año pasado.

Pero como explicó el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, las razones son por la coyuntura económica. Según Cabal, la inflación y las altas tasas de interés “le han costado al comercio cerca de 121.000 puestos de trabajo desde el pasado mes de diciembre. Ya empiezan a pasar factura al sector y a los colombianos, en general, que bajan inmediatamente sus niveles de consumo”, dijo en febrero Cabal.

En diciembre de 2022 la población total ocupada aumentó con respecto al mismo mes de 2021 (de 21,5 millones a 22,4 millones). Sin embargo, en el sector de comercio hubo una reducción de 3 por ciento en la población ocupada: 121 mil personas dejaron de trabajar, según el Dane. Este sector tiene una recuperación más lenta del empleo. Según el último dato de ocupación (de abril), mientras el total de ocupación aumentó un 3,5 por ciento, para el sector de comercio el aumento fue de 1,5 por ciento, con respecto al mismo mes del año pasado.

Entonces, calificamos la afirmación como engañosa porque aunque las ventas en el comercio sí cayeron en los últimos meses, esto se debe a razones como la inflación o las altas tasas de interés, que desincentivan el consumo.

8. “Caída turismo 24%”: falso

Hay distintos indicadores que señalan que durante el gobierno Petro no ha caído el turismo.

Según cifras del Ministerio de Industria y Comercio, entre enero y febrero de 2023 los visitantes no residentes aumentaron un 55,6 por ciento frente al mismo período de 2022. Entre agosto de 2022 y enero de este año entraron al país 1.8 millones de extranjeros no residentes, mientras antes de la pandemia (entre agosto de 2019 y enero de 2020) esa cifra fue de 1.6 millones. Es decir, en los últimos meses ha existido un aumento de 12.5 por ciento en las visitas de extranjeros no residentes al país frente a cifras antes de la pandemia, por lo que esta fue una temporada extraordinaria en la que las personas estaban confinadas en sus casas.

El Dane realiza de forma mensual la Encuesta Mensual de Alojamiento (EMA), que muestra el comportamiento del sector hotelero en el país, otra dimensión clave para explicar cómo le va al turismo.

Desde la llegada de Gustavo Petro a la presidencia, entre agosto de 2022 y enero de 2023, ha existido un promedio de ocupación hotelera del 54,8 por ciento. En el año anterior ese promedio fue 14 puntos porcentuales más bajo. Además, si se compara con la situación antes de la pandemia, entre agosto de 2019 y enero de 2020, el promedio de ocupación hotelera fue de 48,7 por ciento.

En abril también se movió información de que el comportamiento del turismo en San Andrés había sido el peor en la historia de la isla. Aunque esto no es cierto porque en pandemia la ocupación que registró el Dane fue del 0 por ciento, Cotelco informó el 11 de abril que la tasa de ocupación hotelera en la isla fue del 18 por ciento, un 55 por ciento menos que en 2022. La asociación se basó en una encuesta hecha a 120 alojamientos de todo el país.

Pero el bajo desempeño se debió “a las dificultades en la conectividad aérea y su dependencia del transporte aéreo”, según explicó el Ministerio de Comercio. Esto fue luego de la suspensión de operaciones de Viva Air y de Ultra Air, cuya crisis como explicamos antes en este detector se debe principalmente a la subida de la tasa de cambio y su impacto en el costo del combustible.

Es decir, es falso que durante los siete meses del gobierno de Petro exista una caída en el turismo. Al contrario, ha tenido un aumento frente al año pasado y frente a lo observado antes de la pandemia en términos de visitantes extranjeros y ocupación hotelera.

9. “Pobreza aumentando 50%”: falso

La pobreza la mide el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane). Esta medición no se hace mes a mes, sino de forma anual.

Una es la pobreza monetaria, que básicamente indica el porcentaje de personas que no tienen el dinero suficiente para comprar una canasta básica de alimentos, servicios y condiciones dignas de vivienda. Y otra es la pobreza multidimensional, que mide la carencia de un 33 por ciento o más en indicadores como logro educativo, aseguramiento en salud, empleo, etc.

El dato de la pobreza monetaria más reciente es de 2021, antes de que llegara Petro, cuando registró un 39.3 por ciento.

La cifra de la pobreza multidimensional de 2022, en cambio, ya se conoce. Fue de 12,9 por ciento, una reducción de 3,1 puntos porcentuales con respecto a 2021, la variación más grande, de un año a otro, registrada desde 2010 cuando arrancó esta medición.

En todo caso, como chequeó La Silla Vacía aquí, esta reducción no fue gracias a Petro.

Desde hace una década la pobreza venía con tendencia a la baja. Solo tuvo un repunte entre 2016 y 2018 (sin contar 2017 porque no hay cifras para ese año) y en 2020 por la pandemia. Y la recuperación se debe principalmente a que los niños y jóvenes regresaron al colegio y a que aumentaron los empleos formales y con ellos la cobertura en salud. Además, el impacto de las políticas en esta materia suele ser de mediano y largo plazo, y el gobierno Petro solo llevaba entre uno y dos meses cuando se tomó la información de la encuesta.

Entonces, no existe un dato reciente que muestre que la pobreza está aumentando un 50 por ciento. El más reciente que es de la pobreza multidimensional en 2022 es el más positivo de los últimos 10 años, pero aún así no es tampoco gracias al gobierno Petro. Por eso calificamos la afirmación como falsa.

10. “Incremento inseguridad 30%”: debatible

No hay una medición integral que indique cuánto aumentó la inseguridad. Pero hay cifras sobre el número de homicidios, hurtos o incluso la percepción de inseguridad que dan una idea de cómo está ese indicador en el país. En ese universo hay cifras positivas y otras negativas, por lo que es debatible que exista mayor o menor inseguridad.

Entre agosto de 2022 y marzo de 2023 se presentaron 8.712 homicidios, según cifras de la Policía. Mientras tanto, en el período anterior (agosto de 2021 y marzo de 2022) hubo 9.117 homicidios. Es decir, los asesinatos se redujeron un 4.4 por ciento.

Desde el 7 de agosto de 2022 (día de la posesión de Petro) hasta el 18 de abril de 2023 han sido asesinados 121 líderes sociales, según la ONG Indepaz. Fueron 10 víctimas menos que las que se presentaron entre el 7 de agosto de 2021 y el 18 de abril de 2022.

Por otro lado, según las cifras del Ministerio de Defensa —que clasifica a las masacres como “homicidios colectivos”— los casos han aumentado desde la posesión del presidente Petro. En comparación al periodo agosto 2021 y marzo 2022 aumentaron en un 28 por ciento.

Las cifras del mecanismo de monitoreo de la UIA de la JEP muestran que los enfrentamientos entre Fuerza Pública y grupos armados ilegales bajaron considerablemente respecto al mismo periodo del último año de Duque: hubo 42 por ciento menos. Esto coincide con datos publicados recientemente por la Fundación Ideas para la Paz, que muestran que las acciones de la Fuerza Pública contra grupos armados ilegales se redujo un 36 por ciento en 2022 frente a 2021.

De otro lado, recientemente el Dane publicó el dato de percepción de inseguridad para 2022, que fue de 53 por ciento, frente al 44 por ciento registrado en 2021. Sin embargo, dado que no hay un dato mes a mes, es difícil establecer la relación entre la llegada de Petro y el aumento en la percepción de inseguridad.

La encuesta Invamer Poll tiene la pregunta de cuál creen las personas que es el principal problema en este momento en Colombia. Desde la llegada de Petro a la presidencia. La categoría de Orden Público y Seguridad ha estado entre el segundo y tercer puesto de preocupaciones, entre alrededor del 16 y el 19 por ciento de las respuestas. En el mismo período, pero del año anterior, este dato estaba muy cerca: entre el 15 y el 18 por ciento.

Y en la medición más reciente, de abril de 2023, el 34 por ciento de los encuestados consideró que el problema más importante es la economía. Le siguió la categoría de otros, que agrupa temas como educación, salud y transporte, con el 26 por ciento de las respuestas. Luego le siguió el 20 por ciento en la categoría de seguridad y, finalmente, corrupción, con 12 por ciento de los encuestados.

Si se analizan cifras de 2023 como tal, según el Ministerio de Defensa, comparado con el mismo período de 2022, entre enero y febrero de este año hubo un 96 por ciento más de secuestros; un 14 por ciento más de hurtos y 19 por ciento más de casos de extorsión. Sin embargo, hubo un 36 por ciento menos de delitos sexuales, 16 por ciento menos de casos de violencia intrafamiliar y un 80 por ciento menos de actos de terrorismo.

Más allá de los números, el gobierno ha enfrentado dos crisis importantes de seguridad que habían sido advertidas semanas antes por la Defensoría. Una fue la protesta infiltrada por las disidencias de las Farc contra la petrolera Emerald Energy, en Los Pozos (Caquetá). En esta murieron un campesino y un policía, y fueron retenidos ilegalmente 78 uniformados del Esmad.

La segunda fue el paro minero en Bajo Cauca por más de un mes que afectó a 16 municipios, y dejó un saldo de alrededor de 250 mil personas afectadas por el desabastecimiento.

Entonces, es debatible que haya habido un incremento en la inseguridad del 30% porque no hay una cifra única que agrupe esa dimensión, y existen datos de lado y lado que podrían demostrar que sí existe un aumento en la inseguridad, como lo contrario. 

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