Al Whatsapp de La Silla (+57 318 312452) llegó un video ampliamente difundido de una persona brindando algo de información en un puesto de vacunación de Bello, Antioquia.
Como nos pidieron verificar su contenido, y además fue compartido en Twitter (1, 2), le pasamos el Detector de Mentiras y comprobamos que desinforma.
Este es uno de los trinos con el video:
CERRAMOS UN VACUNATORIO ILEGAL EN BELLO ????????????????
— Diana schroeder (@DianaPa70081238) February 6, 2022
Hace días hicimos una auditoría a un vacunatorio improvisado en un colegio de bello y no había ningún médico presente, y dudamos que las supuestas auxiliares de enfermería que estaban presentes realmente lo fueran pic.twitter.com/EF0rX9F2ZO
En los casi dos minutos que dura hay varias afirmaciones a las que le podemos pasar el Detector.
1. ”Si la persona no desea inocular al niño, el niño no tiene ningún riesgo de afectarse con covid, o con ningún supuesto virus, pues. Pero si se inoculan tienen un 400% de probabilidad de desarrollar una afección”. Falso.
Los menores de por sí tienen un riesgo menor al de los adultos al contagiarse de coronavirus, pero no son inmunes. La clínica Mayo, de Estados Unidos, el año pasado contó que los menores representaban el 16% del total de casos y hasta el 24% de las cifras diarias.
En Colombia, el 27 de agosto del año pasado, un día antes de que empezara la vacunación para menores desde los doce años, las personas de cero a diecinueve años representaban el 10,64% del total de más cuatro millones de casos. Además, de los 81 fallecidos de esa fecha, uno se ubicó en el intervalo de diez a diecinueve años.
En el reporte del 10 de febrero, cuando los menores de tres a diecisiete años ocupaban el 4.55% de los esquemas completos de vacunación, y se cubría el 17.53% de las dosis que ese grupo necesita, los casos confirmados hasta los diecinueve años representaban el el 10,55% del total.
Es decir, el riesgo de que un menor se infecte de coronavirus sigue latente y, además, no aumenta al vacunar a la población de esa edad.
Sin embargo, sí puede haber efectos secundarios como miocarditis (inflamación del músculo cardiaco), sobre todo con las vacunas que utilizan la tecnología de ARN mensajero, como las de Pfizer, que está autorizada para aplicarse a menores. Pero, como recogió la revista Pesquisa Javeriana, expertos señalan que se trata de algo transitorio.
2. “Si ustedes ingresan a la página de la OMS, que se llama vigiacces (www.vigiaccess.org), hay más de dos millones de personas afectadas por estas vacunas”. Falso.
VigiAccess es la página oficial de la VigiBase, una base de datos publicada por la OMS desde 2015 que contiene posibles efectos secundarios de múltiples medicamentos y vacunas.
Al buscar “covid-19 vaccine” en VigiBase, aparece el número de reportes de reacciones adversas registrados en todo el mundo, que envían a la base de datos los centros nacionales de farmacovigilancia o las autoridades nacionales de reglamentación farmacéutica —como el Invima— que son miembros del Programa de la OMS para la Vigilancia Internacional de Medicamentos (PIDM). Actualmente los reportes son más de tres millones.
Pero esto no significa que ese sea el número de personas afectadas por las vacunas.
Primero, porque VigiAcces no cuenta el número de personas sino de reportes de efectos secundarios, y una persona puede haber reportado más de uno (por ejemplo, fiebre, dolor en el brazo y un brote). Tres millones de reportes, por lo tanto, no son tres millones de personas.
En segundo lugar, y de forma todavía más importante, un reporte de un posible efecto adverso no significa que sea causado por la vacuna, sino que pasó después de la vacuna. Puede haber sido, o no, a causa de ella, y saberlo es algo que requiere un estudio exhaustivo por parte de personal experto.
Todo esto es comunicado por la misma página web al entrar en ella y había sido chequeado también por la agencia Reuters.
3. “Nuestra veeduría está enfocada en todo lo que es el plan de vacunación (genocidio mundial)”. Cierto.
El video lo comparte el movimiento “Veeduría Ciudadana por la Verdad”, un grupo antivacunas con presencia principalmente en Telegram.
Son reconocidos por armar manifestaciones, tutelatones y oponerse al plan nacional de vacunación, como cuando intentaron demandar la ley que declaraba de interés general la estrategia de inmunización contra el coronavirus.
4. El plan de vacunación es una estrategia de “genocidio mundial”. Falso.
El video no presenta ninguna prueba de esa afirmación, y los datos la contradicen: ha salvado vidas.
En España, por ejemplo, en noviembre del año pasado, a once meses de haber empezado su estrategia de vacunación, las vidas salvadas se contaban por encima de 89 mil, según datos de la OMS (organización que el video cita erróneamente, como explicamos en el punto 2).
En Colombia, según datos del Ministerio de Salud, el riesgo de hospitalizarse o morir por el coronavirus puede aumentar de cuatro a nueve veces si no se está vacunado. De hecho, la vacunación es tan efectiva que puede evitar el 70% de los fallecimientos que el covid causaría.
En marzo del año pasado, además, MinSalud afirmó que no existían “muertes atribuidas al biológico”; y en junio aseguró que menos del 0.07% de las personas vacunadas había reportado un efecto adverso.
Y aunque la Contraloría alertó en octubre que más de cuatro mil personas muertas aparecían como vacunadas contra el covid, no indicó que esas muertes se debieran al pinchazo. Es decir, señaló que hubo muertos después de vacunarse, pero no que las muertes estuviesen asociadas a la inoculación.
En Estados Unidos, según informan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), entre diciembre de 2020 y el 3 de febrero de 2022 “se identificaron nueve muertes con una relación de causalidad con la vacuna contra el COVID-19 J&J/Janssen”.
Pero esto se realizó luego de filtrar más de doce mil notificaciones de fallecimiento posterior a la aplicación de más de 543 millones de dosis de vacunas anticovid. Es decir, determinaron que habían muerto solo nueve entre más de 212 millones de personas.
Todo lo anterior demuestra, ante un escenario en el que a nivel mundial se han aplicado más de 10,2 mil millones de dosis, que la teoría de conspiración de un aparente genocidio no tiene fundamento. Esto ha sido verificado también por nuestros colegas de Deutsche Welle.
5. ”No se le está diciendo la verdad a las personas. No se les informando de todos los efectos adversos que estos ‘líquidos experimentales’ están ocasionando, que además no son vacunas. En los mismos contratos que se han filtrado de las farmacéuticas dice que están en fase 3, en fase experimental”. Minutos después, casi al final del video, reitera: ”Eso no son vacunas”. Falso.
El documento de lineamientos técnicos y operativos para la vacunación contra el COVID-19, en su página 34 (36 del formato pdf), habla sobre el consentimiento informado, parte fundamental del proceso de vacunación.
Se trata del procedimiento “mediante el cual el usuario del servicio manifiesta de manera autónoma su voluntad de recibir o no el esquema completo de vacunación contra el COVID-19, previo entrega de la información por parte del anotador respecto a la vacuna, la relación riesgo-beneficio, las indicaciones, contraindicaciones y los posibles eventos adversos esperados de la vacuna que se le va a aplicar”,
Ese formato se puede encontrar en el aparte de los anexos, en las páginas 79 y 80. En la primera de ellas se señalan los riesgos asociados a la vacunación. Y su firma es obligatoria para ponerse la vacuna, así como lo es para cualquier procedimiento de salud.
Por otro lado, como hemos contado aquí, acá y acá, las vacunas no son experimentales y sí son vacunas. Para aplicarse masivamente en la población ya tuvieron que pasar por las distintas fases de desarrollo que la OMS publicó en su página.
Como explican nuestros colegas de Salud con Lupa, en la parte experimental se trata de observar el comportamiento de una molécula que podría tener el potencial de activar una respuesta inmunológica que pueda proteger el organismo al que se le aplicará la eventual vacuna. “A esa tecnología no le deberíamos llamar vacuna, sino candidato a vacuna”, dijo Thalía García Téllez, especialista en ensayos clínicos.
Finalmente, el año pasado sí se revelaron algunos contratos que Colombia tenía con AstraZeneca y Pfizer, pero la información, aunque incluía algunas cláusulas que podrían considerarse abusivas, no se dice que las vacunas se encuentren en fase experimental.
De hecho, en el aparte sobre distribución incluso se aclara que “las Partes (el Gobierno y Pfizer) reconocen que el Producto ha completado la fase 2b/3 de los ensayos clínicos”, y que, en caso de que haya algún avance en el desarrollo del biológico, la farmacéutica mantendrá al tanto al Gobierno y ofrecerá cualquier información.
Las fases 2 y 3, como explican la misma Pfizer y la OMS, se tratan de un testeo clínico que puede incluir cientos y miles de de voluntarios alrededor del mundo, con el fin de evaluar la seguridad y eficacia en la prevención de enfermedades.
6. “No tenían ningún comité ni ambulancia ni ningún protocolo requerido por MinSalud”. Debatible.
Si bien en el video, que se graba en un puesto de vacunación, no se observa una ambulancia, en el lineamiento técnico (pág. 74) no se establece como obligatoriedad su presencia. En el caso de la vacuna de Pfizer, existe una recomendación de que la persona vacunada permanezca en observación entre quince y treinta minutos. Si tiene una reacción alérgica, el lineamiento indica que “se contará con personal de salud capacitado para su atención y/o una ambulancia”.
En la página 33 (35 del pdf) se puede observar quiénes deben conformar un equipo vacunador: un anotador y un vacunador, que deben tener experiencia como técnicos o auxiliares en enfermería, y un digitador. En el video se alcanza a ver que este requisito se cumple.
Al ser una jornada extramural, esta debe tener un supervisor. La veeduría no lo capturó en video y dice que esperó más de 45 minutos para que llegara. Se basan en ello, y en la suspensión de la jornada, para calificar al puesto habilitado como ilegal.
Pero, además de que un supervisor puede tener a cargo entre tres y cinco equipos, cuando el hecho ocurrió, en diciembre del año pasado, el secretario de Salud Julián Felipe Pineda rechazó la conducta del movimiento. Explicó, además, que el objetivo de la alcaldía era ampliar la cobertura del plan de vacunación. Esto demuestra apoyo de la administración local, lo cual confronta la idea de ilegalidad.
Conclusión
En suma, lo que se ve en el video es un sector de la ciudadanía difundiendo desinformación sobre las vacunas y, por tanto, interrumpiendo el proceso que se llevaba a cabo en el puesto de vacunación que señalan. Por eso, calificamos la información como falsa.
Si tiene dudas sobre la veracidad de un contenido que circula en redes relacionado con política haga clic aquí.whatsapp
Haremos lo posible por chequearlo.